martes. 23.04.2024

La apertura la semana pasada de la mayor librería online en España provoca el entusiasmo de los consumidores pero también el recelo del sector editorial y la distribución. Primero, se han expresado los libreros que consideran que la competencia de Amazon es insostenible (debido a las cifras enormes que maneja y las promociones agresivas). A modo de ilustración, el catálogo de la empresa incluye más de 2 millones de referencias de libros, entre los que se encuentran 80.000 referencias en catalán, euskera y gallego.

Luego, los editores han sido los que han mostrado su desconfianza. Los términos comerciales del libro digital ––que el gigante americano quiere vender en grandes cantidades––, y en particular el precio al público, todavía no están acordados en España. Y aunque algunas editoriales como Mondadori, Roca Editorial o Santillana han firmado un contrato con Amazon, la mayoría se muestra aprensiva. En juego están los márgenes y las ganancias ––ya de por sí muy afectadas por la crisis–– de las editoriales.

Una perfecta ilustración del temor que existe en el sector puede encontrarse en el mercado francés. Amazon opera en ese país desde hace varios años y las relaciones con las editoriales han sido relativamente tensas. En el año 2007 se impuso una multa de 100.000 euros a la empresa americana por incumplir una ley local que impone un precio único en los libros. Amazon ofrecía en su página web un servicio de entrega gratuita antes de vender al público (lo que abarataba considerablemente el precio final).

En estos días, el presidente de Amazon Europa, Greg Greeley, trata de recuperar la confianza de las editoriales y los distribuidores, y asegura que la presencia de su compañía en España beneficiará a todos. Según él, Amazon debe considerarse como una enorme vitrina que ofrece visibilidad a los actores del sector, así como otros servicios que facilitan la distribución o promoción de obras. Además, sostiene que la competencia a nivel de precios será muy limitada en España ya que sólo se autoriza un descuento total del 5% en un libro.

En ese sentido, ciertas personas destacadas del ámbito editorial ––como Luis Solana, fundador de Libros del Asteroide––, consideran que la llegada del gigante americano contribuirá al desarrollo del mercado de los libros digitales gracias a su experiencia acumulada en otros países.

Sin embargo, el representante de Amazon tampoco niega el impacto desequilibrante de su llegada y los efectos que podrá tener su servicio en la distribución local. Es evidente que las librerías tradicionales tendrán que adaptarse y ofrecer un servicio más personalizado a sus clientes para competir. Dentro de ese proceso de adaptación forzosa, las librerías tendrán que encontrar una manera de constituir una comunidad, organizar eventos o facilitar el contacto entre lectores y escritores.

Así pues, la llegada de Amazon obliga los libreros a asumir un papel más proactivo que combina información y animación. Es quizás un factor de “estrés” para el vendedor pero estimulante y beneficioso para el consumidor a medio y largo plazo. En muchas ocasiones el comprador de un libro busca también un lugar adonde interactuar, encontrar más información y disfrutar de una experiencia agradable entorno al libro. Amazon no pone fin a las librerías sino más bien a la competencia cómoda basada en el precio. Una primera revolución que se antepone a otra.

Amazon ante el temor de los libreros y del sector editorial