viernes. 26.04.2024

Aguirre se pone de parte de Sostres y Linares elige 'matar al mensajero'

¿Alguien lo dudaba? Igual que defendió a Fernando Sánchez Dragó afirmando que sus confesiones pedófilas eran "literatura", la presidenta de la Comunidad de Madrid respalda al tertuliano de Telemadrid machista y xenófobo y dice que sus comentarios pertenecen al ámbito de lo "privado". Su vicepresidente, Ignacio González, secunda punto por punto sus opiniones.
NUEVATRIBUNA.ES - 18.11.2010

El ‘caso Sostres’, relativo al tertuliano de Telamdrid que hizo una serie de comentarios machistas y xenófobos en una pausa de la emisión del programa “Alto y claro”, ha llegado este jueves a la Asamblea de Madrid. Lo ha hecho de la mano del portavoz socialista en la comisión de control de Telemadrid, Juan Antonio Ruiz Castillo, que ha preguntado al Ejecutivo regional si "va a seguir tolerando" que un medio público pueda seguir teniendo en nómina a personas "complacientes con la pederastia y la perversión". Para el diputado socialista, comentarios como los que se oyen en los platós de Telemadrid son "bochornosos e indignantes" y no pueden ampararse en la libertad de expresión.

Ha respondido el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, para quien la imagen de Telemadrid "no tiene nada que ver con las cuestiones que los señores que van de manera individual quieran plantear, con acierto o desacierto". Y en línea con lo expresado por Aguirre, ha añadido que "si encima las cuestiones que se plantean, desacertadas o no, se hacen en un ámbito o conversación privada, mayor motivo para que no tenga nada que ver con Telemadrid". Y para rematar sus argumentaciones, ha esgrimido el derecho a la libertad de expresión: "Lo que opinen los señores que van a un medio de televisión, público o privado, sobre determinadas cuestiones" es algo que les afecta "a ellos y a su imagen, pero no al medio. Entonces, sólo se podrían decir aquellas cosas que el medio considerase que se pueden decir y, por tanto, la libertad de expresión no existiría o nadie podría ir a un medio a verter una opinión".

Desde luego, no era presumible una decisión ejemplarizante para un tipo de comportamientos que desde los alardes pedófilos de Fernando Sánchez Dragó parecen haberse convertido en una constante entre un sector de los ‘comunicadores’ que pueblan nuestras televisiones. Y eso es así porque la propia presidenta de la Comunidad de Madrid no ve nada reprobable en la conducta de Salvador Sostres, a pesar de que los sindicatos con representación en Telemadrid le han pedido su cese inmediato.

El miércoles, en una visita a Tarragona, Esperanza Aguirre ya opinó que lo dicho por Salvador Sostres pertenece al ámbito de lo privado puesto que sus afirmaciones no se produjeron durante la emisión del programa. Este jueves, ha reiterado su postura. En declaraciones a RNE, ha insistido en que las polémicas declaraciones de índole sexual del tertuliano formaban parte de "una conversación privada" y ha precisado que la cadena pública "siempre está envuelta en alguna polémica". Llevando esto al terreno personal, la presidenta madrileña ha dicho que está "muerta" si reproducen "cualquier conversación privada" suya, y ha destacado que en el caso del tertuliano de Telemadrid, "cuando se está fuera de antena, en el plató, no le oye ni el que está allí".

Aguirre olvida que las palabras de Sostres fueron pronunciadas delante de niños de dos colegios que en ese momento visitaban las instalaciones de la televisión pública madrileña. Es por ello que el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda ha abierto ya un expediente porque "alguien que crea opinión no puede verter ese tipo de opiniones" y "la responsabilidad es de quien hace esas declaraciones" y no de quien las hace públicas. No obstante, ha destacado que "no ha habido delito", por lo que no puede llevar el caso a la fiscalía y sólo puede abrir una investigación.

La precisión de Canalda de que la responsabilidad de tales opiniones “no es de quien las hace públicas” debería ser tenida en cuenta por la la directora general de Telemadrid, Isabel Linares, que ha anunciado este jueves que pondrá en conocimiento de la Policía la filtración "por si fuera constitutiva de delito al ser una utilización ilegítima de unas imágenes con el objetivo de causar daño". Al término de su comparecencia en la Comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda de la Asamblea de Madrid, Linares ha querido dejar claro que "los comentarios se producen antes de comenzar la emisión del programa y a micrófono cerrado". Linares ha optado por no dar su "opinión privada" por ser, también, "privada".

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en la Comisión, Antero Ruiz, ha pedido a la directora general de Telemadrid que aparte al tertuliano afectado de los platós de los programas de este canal y el portavoz del PSOE en la Comisión, Adolfo Piñedo, ha manifestado que Telemadrid se está convirtiendo en un "casino de señoritos" y en "una herramienta propagandística al servicio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre". Desde el grupo popular, el portavoz de la Comisión, Pedro Muñoz, ha respondido a Piñedo haciendo un ejercicio del 'y tú más' al asegurar que hace poco ha podido leer "declaraciones muy parecidas" del secretario general del PSM, Tomás Gómez, sobre la ex portavoz del PP en Parla, Rosario Carrasco. "Él debe ser también un señorito de casino", ha añadido.

Por cierto, las obsesiones del PP con Prisa han llevado a los responsables del Ente a denunciar que la filtración se produjera a ese grupo de comunicación. Falso. La información apareció publicada, como ya explicó nuevatribuna.es en su momento, en el boletín semanal que distribuye la representación sindical de UGT en Telemadrid.

Al cúmulo de reacciones que ha producido el episodio protagonizado por Sostres, se suma la de 99 trabajadores de El Mundo, el diario en el que también colabora el tertuliano, que han firmado un comunicado en el que expresan su más absoluto rechazo hacia los comentarios del columnista “no por lo que esta vez ha dicho en privado (que también), sino por lo que suele verter en público”. Y añaden: “Pedimos a la dirección de la empresa que reflexione si todo esto casa con lo que es, o pretende ser, El Mundo”.

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