viernes. 26.04.2024

La Revolución de Xinhai o Revolución de Hsinhai, también conocida como Revolución china de 1911, fue una revolución que derrocó a la última dinastía imperial de China (la dinastía Qing) y estableció la República de China.

La revolución se llamó Xinhai (Hsin-hai) porque ocurrió en 1911, el año de la rama madre de Xinhai  en el ciclo sexagenario del calendario chino.

La revolución consistió en una serie de revueltas y alzamientos en las distintas provincias chinas. El momento decisivo fue el levantamiento de Wuchang el 10 de octubre de 1911. La revolución terminó con la abdicación del último emperador Puyi, que entonces tenía 6 años,  el 12 de febrero de 1912, y marcó el fin de 2000 años de gobierno imperial y el comienzo de la era republicana de China.

La revolución surgió principalmente en respuesta al declive del estado Qing, que había demostrado ser ineficaz en sus esfuerzos por modernizar a China y enfrentar la agresión extranjera. Muchos grupos clandestinos anti-Qing, con el apoyo de los revolucionarios chinos en el exilio, intentaron derrocar a los Qing. La breve guerra civil que siguió se terminó a través de un compromiso político entre Yuan Shikai, el hombre fuerte militar de Qing, y Sun Yat-sen, el líder de Tongmenghui (Liga Unida).

Después de que la corte Qing transfirió el poder a la república recién fundada, se creó un gobierno de coalición provisional junto con la Asamblea Nacional. Sin embargo, el poder político del nuevo gobierno nacional en Beijing pronto fue monopolizado por Yuan y llevó a décadas de división política y caudillismo, incluidos varios intentos de restauración imperial.

La República de China en Taiwán y la República Popular de China en China continental se consideran sucesores legítimos de la Revolución Xinhai y honran los ideales de la revolución, incluidos el nacionalismo, el republicanismo, la modernización de China y la unidad nacional.

El 10 de octubre se conmemora en Taiwán como «Día de los Diez Diez», el día nacional de la República de China. En China continental, Hong Kong y Macao, el día se celebra como el Aniversario de la Revolución de Xinhai.

En este marco conmemorativo el presidente chino, Xi Jinping, ha manifestado que la cuestión de Taiwan surgió de la debilidad y el caos de la nación china, y "se resolverá cuando la revitalización nacional se convierta en una realidad".

"Esto está determinado por la tendencia general de la historia china, pero lo más importante, es la voluntad común de todo el pueblo chino", declaró Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, al pronunciar un discurso en una reunión para conmemorar el 110º aniversario de la Revolución de 1911.

La reunificación nacional por medios pacíficos sirve mejor a los intereses de la nación china en su conjunto, incluidos los compatriotas en Taiwan, señaló Xi. "Los compatriotas de ambos lados del estrecho de Taiwan deberían ponerse en el lado correcto de la historia y unirse para lograr la reunificación absoluta del país y la revitalización de la nación china", agregó Xi.

Aquellos que olviden su herencia, traicionen a su patria y traten de dividir el país no tendrán un buen final, advirtió Xi, y añadió que resultarán despreciados por el pueblo y condenados por la historia.

La cuestión de Taiwan es puramente un asunto interno de China, que no admite injerencia externa, enfatizó el mandatario. "La reunificación completa de nuestro país será y puede ser realizada", terminó manifestado el Presidente de China.

110 aniversario de la Revolución de 1911