nuevatribuna.es
4 de junio de 2010, 7:08
NUEVATRIBUNA.ES 04.06.10
A las 3.00 de la madrugada (hora española) se jugó en el Staples Center de Los Ángeles el primer partido de la serie por la final de la NBA. En la cancha, Lakers contra Celtics, un Barça - Madrid del básket norteamericano, y la reedición de la final del 2008 que perdió el equipo angelino. Ésta es la tercera final consecutiva a la que llega Pau Gasol con su equipo, y en ella va a buscar venganza por el anillo que se le escapó hace dos años, y de paso demostrarle a Garnett que es mucho mejor que él. Los Lakers tienen la ventaja de cancha, así que este primer partido era de una importancia estratégica y psicológica enorme: los Celtics necesitan ganar al menos una vez fuera de su cancha, y de haberlo conseguido en este primer partido habrían dado un golpe sobre la mesa que habría dejado muy tocados de moral a sus rivales.
Pero no fue así; Kobe y Pau no iban a permitirlo. El pívot español firmó un partido extraordinario: 23 puntos, 14 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones, frente a los escasos 4 rebotes y 16 puntos de su rival directo Kevin Garnett. Bryant también tuvo un tanto por ciento de acierto muy alto, con 30 puntos en su haber al final del partido. Artest también tuvo su día: una actuación soberbia que secó al peligroso Paul Pierce. Todas las estadísticas recayeron ayer del lado de los angelinos, lo que explica su abultada victoria por 102-89: rebote (42-31), tapones (7 para los Lakers), 48-28 de puntos en la pintura, 16-0 en puntos en segunda oportunidad y 12-5 en anotación en contraataque. Solamente hubo partido durante el primer cuarto; el resto del tiempo fue un monólogo de los Lakers, que pasaron por encima de Boston Celtics y preparan ya el segundo partido en el Staples; después vendrán tres seguidos en la cancha de los Celtics. Si ganan, se plantarán allí con un 2-0, ventaja muy importante dado que aún tendrán que disputar otros dos partidos en Los Ángeles; con ganar uno solo de los choques en Boston la final estaría ya casi cerrada. Pero no pueden despistarse: Celtics es un equipo sólido, correoso en defensa y normalmente acertado en ataque; seguramente ya estarán buscando una solución a la pájara de ayer, y el segundo partido no va a ser tan fácil.
A las 3.00 de la madrugada (hora española) se jugó en el Staples Center de Los Ángeles el primer partido de la serie por la final de la NBA. En la cancha, Lakers contra Celtics, un Barça - Madrid del básket norteamericano, y la reedición de la final del 2008 que perdió el equipo angelino. Ésta es la tercera final consecutiva a la que llega Pau Gasol con su equipo, y en ella va a buscar venganza por el anillo que se le escapó hace dos años, y de paso demostrarle a Garnett que es mucho mejor que él. Los Lakers tienen la ventaja de cancha, así que este primer partido era de una importancia estratégica y psicológica enorme: los Celtics necesitan ganar al menos una vez fuera de su cancha, y de haberlo conseguido en este primer partido habrían dado un golpe sobre la mesa que habría dejado muy tocados de moral a sus rivales.
Pero no fue así; Kobe y Pau no iban a permitirlo. El pívot español firmó un partido extraordinario: 23 puntos, 14 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones, frente a los escasos 4 rebotes y 16 puntos de su rival directo Kevin Garnett. Bryant también tuvo un tanto por ciento de acierto muy alto, con 30 puntos en su haber al final del partido. Artest también tuvo su día: una actuación soberbia que secó al peligroso Paul Pierce. Todas las estadísticas recayeron ayer del lado de los angelinos, lo que explica su abultada victoria por 102-89: rebote (42-31), tapones (7 para los Lakers), 48-28 de puntos en la pintura, 16-0 en puntos en segunda oportunidad y 12-5 en anotación en contraataque. Solamente hubo partido durante el primer cuarto; el resto del tiempo fue un monólogo de los Lakers, que pasaron por encima de Boston Celtics y preparan ya el segundo partido en el Staples; después vendrán tres seguidos en la cancha de los Celtics. Si ganan, se plantarán allí con un 2-0, ventaja muy importante dado que aún tendrán que disputar otros dos partidos en Los Ángeles; con ganar uno solo de los choques en Boston la final estaría ya casi cerrada. Pero no pueden despistarse: Celtics es un equipo sólido, correoso en defensa y normalmente acertado en ataque; seguramente ya estarán buscando una solución a la pájara de ayer, y el segundo partido no va a ser tan fácil.
