jueves. 28.03.2024
CARMEN BARRIOS | REDACTORA JEFA REVISTA TEMAS

“Plantamos palabras vivas”, pero las quieren segar

La revista Temas para el debate se acaba de convertir en una nueva víctima de las políticas antidemocráticas del Gobierno. Temas ha sido totalmente excluida de las ayudas a la edición y a las suscripciones que tenía desde 1996.

Foto: Carmen Barrios.

“Ni una palabra/brotará de mis labios/ que no sea/ verdad. / Ni una sílaba/ que no sea/ necesaria. (…) Planté palabras vivas. / Ni una sola/ sometí…  Estos versos de Blas de Otero encajan en lo que durante casi veinte años ha estado haciendo la revista Temas para el debate, una publicación mensual de pensamiento político en el ámbito de la izquierda en la que se ha intentado siempre “plantar palabras vivas, sin someterlas”,  para contribuir al necesario debate de las ideas abiertas.

El Partido Popular quiere segar las palabras, terminar con el pensamiento crítico, como demuestran sus pasos a medida que avanza la legislatura. La Secretaría de Estado de Cultura, que dirige el señor Lassalle se ha convertido en un ariete ideológico de la derecha más rancia. Además de todos los retrocesos que se están produciendo en el ámbito de la Educación, el sector de la Cultura no deja de sufrir agresiones y recortes presupuestarios siempre en la misma dirección, la de silenciar la voz del pensamiento crítico.

La revista Temas para el debate se acaba de convertir en una nueva víctima de las políticas antidemocráticas de dicho ministerio: Temas ha sido totalmente excluida de las ayudas a la edición y a las suscripciones que tenía desde 1996.

Un poco de historia

En este punto es necesario detenerse para hacer un poco de historia. Prácticamente durante todo el ciclo de la Transición, el Ministerio de Cultura ha mantenido un programa de ayudas a las revistas culturales y de pensamiento, sin tener en cuenta el ámbito político al que pertenecieran ni su línea ideológica. Las ayudas se concedían tras participar en un concurso público en el que un grupo de expertos independientes y de prestigio nombrados por el Ministerio decidían a qué publicaciones se le concedían en virtud de una serie de parámetros de calidad, interés y relevancia. Temas optó con éxito a las ayudas desde 1996, manteniéndolas sin problemas hasta el concurso de 2013, en el que ha sido totalmente excluida de forma arbitraria y sin justificación alguna.

Ya el año pasado sufrió un grave recorte en la ayuda (cercano al 30%). Pero, desde Temas se encajó como razones presupuestarias debidas a la crisis. Pero lo que ha sucedido en 2013, con su exclusión total de las ayudas, es una agresión que raya la injusticia antidemocrática más flagrante. Y digo esto porque a la Revista Temas se le ha retirado la ayuda baremando con puntuación superior a algunas publicaciones que sí la han seguido percibiendo.

A esto hay que añadir una serie de irregularidades en todo en proceso de concurso que van desde la propia composición del grupo de “expertos” -que han formado la comisión de evaluación- hasta posibles errores detectados en la adjudicación de los puntos que han hecho que Temas puntúe muy por debajo de lo que debería, de acuerdo a los propios parámetros establecidos por el Ministerio.  

Un hecho sin precedentes

Pero hay un hecho que es realmente grave. La revista Temas, con José Félix Tezanos como Director de la  publicación a la cabeza, se ha dirigido al señor Lassalle, Secretario de Estado de Cultura, para intentar recabar algunas informaciones necesarias que aclaren lo sucedido para poder presentar un recurso o una reclamación a la que la publicación tiene derecho, y se ha encontrado con un muro de negaciones. Desde la Secretaría de Estado se ha informado a Temas de que no harán rectificaciones, “ni aunque hubieran existido errores materiales o de cómputo” ya que la Comisión ha asignado todos los fondos posibles en la convocatoria, sin que se haya guardado ningún remanente -como es habitual en este tipo de concursos, precisamente por si hay reclamaciones y se tienen que atender-.  Este hecho, conculca gravemente el derecho de los ciudadanos y/o las entidades afectadas a poder ser atendidas en sus recursos. La negación a la posibilidad de atender un recurso es un hecho sin precedentes, que causa total indefensión ante posibles irregularidades en las que pueda incurrir una Administración.

La actitud cerrada y errónea de la Secretaría de Estado de Cultura lleva a pensar que ha actuado así por motivos ideológicos, porque no tiene explicación que haya habido errores de cómputo y que a pesar de tener puntuación superior a otras publicaciones, a Temas se le nieguen.

Para más inri, hay otro hecho que corrobora esta tesis: si se consultan los datos públicos sobre las adjudicaciones de las ayudas de este año, es muy sospechoso que además de Temas se hayan quedado sin ayuda publicaciones como “Gaceta Sindical” (revista del sindicato CCOO), “El cronista del Estado Social y Democrático de Derecho”, “Raíces” (revista de cultura judía), una revista vinculada a SOS-Racismo, otra dedicada a la difusión de la cultura gitana, etc. Es decir todo un repertorio que afecta a espacios sociales a los que la derecha ultramontana, que parece dirigir el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, parece querer callar también, en un ejercicio de terminar con lo diferente, impidiendo la difusión de otras formas de pensamiento. Sin embargo, sí se han mantenido a las ayudas a publicaciones con una línea ideológica compatible con las expectativas de los dirigentes ministeriales actuales, como son la “Revista de Occidente” con 19.901,35 euros (en la que el propio Secretario de Estado señor Lassalle ha participado publicando artículos con asiduidad), “Nueva Revista” con 10. 505,02 euros o “Cuadernos de Pensamiento Político” con 12.298,59 euros (publicación vincula a FAES).

La revista Temas es una publicación con una trayectoria impecable en la defensa de la democracia de calidad y participativa, de los valores de solidaridad, libertad e igualdad que ayudan a avanzar a las sociedades. Su plataforma está abierta al debate de las ideas críticas, que puedan arrojar luz sobre los problemas políticos, sociales, económicos y culturales por los que atraviesa  nuestro país. Una publicación así es necesaria en tiempos como los actuales. Temas es un huerto fértil para “plantar palabras vivas”. La Secretaría de Estado de Cultura niega el agua para regar el huerto al que esta publicación tiene derecho. Desde Temas existe la determinación de continuar “plantando palabras vivas”, porque es necesario conjurar la vuelta a esa España negra de los años cincuenta del siglo pasado en la que Blas de Otero escribió  estos versos y que parece estar en el adn de algunos dirigentes del Partido Popular.

“Plantamos palabras vivas”, pero las quieren segar