Así ha calificado la función el director de escena para quien este texto aborda exactamente "las consecuencias de la falta de amor en un niño y en su entorno familiar, una familia burguesa". Bolta considera que la obra es "compleja" porque "oculta más que enseña".
"El motivo central de la historia es una enfermedad, conocida como el Síndrome de Münchhausen. Se trata de una madre que induce enfermedades inexistentes en su propio hijo y, desde luego, yo diría que es una enfermedad social de estos tiempos modernos y de esa gente encerrada en una educación que les impide dar salida a sus sentimientos", apunta.
DOLOR E INFELICIDAD
La madre, encarnada por la actriz Carmen Conesa, es una mujer infeliz que no encuentra su lugar para ser simplemente un ser humano y tener una relación afectiva. "Elige a uno de sus hijos y por ser sobreprotectora y no conocer el significado del amor lo mezcla con el dolor haciéndole mucho daño", explica Bolta para quien "cuando la Iglesia y la Derecha hablan de su modelo de familia, este texto advierte que esa idea es de spot publicitario y en muchas de esas familias anida dolor e infelicidad".
A pesar de ello, Salva Bolta, que confiesa que éste es su "mayor riesgo" como director de escena, aclara que la pretensión "no es culpar a nadie en esta pequeña tragedia moderna" y que debe ser el público el que "tome partido" cuando vea la obra. "Se trata de una historia en clave fantástica que va más allá de la realidad pero que resulta muy cercana a nosotros", apostilla.
Junto a Carmen Conesa el reparto se completa con Adolfo Fernández (el padre), Teresa Lozano (la madre), David Castillo (Nik I), Samuel Viyuela (Nik II), Macarena Sanz (Sofía) e Ileana Wilson (Estrella).
"CASI UN THRILLER"
Para Conesa, todos los personajes de la función "tienen una patología por falta de amor", "se infringen dolor unos a otros y son crueles". En su opinión, esas patologías "existen más de lo que creemos aunque están escondidas" y esta función puede llegar a hacer "un bien social.
La actriz cree que la obra es "casi un thriller" pera también destila "humor". "Está escrita con un pie en la tragedia y otro en el humor cínico y corrosivo", apunta Salva Bolta.
Según Teresa Lozano, la obra presenta "un tono difícil de calificar, un lenguaje que ayuda a describir ese universo patológico. Es un vocabulario casi surrealista que hace que trascienda el mundo real", explica.
En opinión de Adolfo Fernández, "Lucía Vilanova se ha inventado un registro dramático nuevo". El actor califica a su personaje de "tránsfuga del amor" y señala que la relación de este padre con sus hijos "rompe las barreras convencionales".
LOS HIJOS
Jóvenes actores que encarnan a los hijos. Macarena Sanz interpreta a una adolescente oscura y siniestra, un personaje "con mucha luz que poco a poco se va apagando y que defiende la realidad a través de los sueños". Mientras David Castillo es personaje inocente de la función, Samuel Viyuela encarna al hermano gemelo que murió tras el parto pero que ahora vuelve por la necesidad de Nik I de un alter ego complementario y cuya misión es "ayudarle a escapar".
Paco Azorín se ha hecho cargo de la escenografía de este espectáculo y Luis Miguel Cobo es responsable de la música y el diseño de sonido, un aspecto que para Conesa resulta fundamental. "La música es un personaje espiritual. Cada vez que aparece mi alma habla a través de ella", concluye.
