jueves. 28.03.2024

“Exile on Twenty Century”

JAVIER FERNÁNDEZ
A diferencia de la mayoría de músicos de la época, es conocido que los Stones basan sus raíces en el rhythm & blues del sur de los EE.UU. con maestros ignorados incluso en su mismo país.(...) La gente se preguntaba quiénes eran eses desonocidos que venían a descubrirles unos jovencitos, blancos y, lo que era peor, ingleses.
NUEVATRIBUNA.ES - 19.6.2010

Un buen amigo y mejor músico, en una reunión adolescente de debate y descubrimiento en la época de “Michelle” y “Yesterday”, comentó: “algún día los discos de los Beatles se venderán en cofres como ahora los de Mozart y Beethoven“. Todos nos miramos con sorna y sonreímos, pero el subconsciente recogía, aún con mucho escepticismo, esa posibilidad.Vale. Los Beatles sí, pero ¿los Rolling Stones? Inimaginable. Aparece este año 2010, treinta y nueve años después de su elaboración -¡se dice pronto!- un cofre con inéditos rescatados de las sesiones de grabación, película de momentos y situaciones de esa época y comentarios varios de los protagonistas e invitados de “Exile on Main Street”, con toda seguridad la última actividad realmente creativa desarrollada por el grupo en su larga carrera.

Y es que el negocio es el negocio. Agotadas las recopilaciones y las reediciones con la disculpa de diversos aniversarios y siendo cada vez más complicadas las giras millonarias (simplemente por razones de edad), se vuelve la vista hacia el disco menos explorado, más oscuro, más criticado en el momento de su aparición y que sin embargo contiene una profunda síntesis del origen, desarrollo y calidad de la música englobada en el momento bajo el epígrafe -sobre todo en España- de “música moderna”, expresión con un sentido vagamente despreciativo.

A diferencia de la mayoría de músicos de la época, es conocido que los Stones basan sus raíces en el rhythm & blues del sur de los EE.UU. con maestros ignorados incluso en su mismo país. Cuando en la primera gira americana hablaron en las entrevistas de Robert Johnson, que vendió su alma al diablo en un cruce de caminos para ser un maestro de la guitarra, de Muddy Watters, de una de cuyas canciones -“rolling stone”- tomaron el nombre lo que no impidió que negara a esos niñatos subir con él al escenario, de Bo Diddley, creador de la guitarra square base en todo el trabajo de Keith Richards, y de otros muchos la gente se preguntaba quiénes eran eses desonocidos que venían a descubrirles unos jovencitos, blancos y, lo que era peor, ingleses.

Ello supuso la recuperación y la revelación a gran escala de todos esos músicos negros arrinconados y que sin embargo eran los auténticos creadores, capaces de llevar a la mayoría de la juventud a otra visión de las cosas, ampliando y superando el rock & roll de Elvis e imitadores que simplemente copiaban en beneficio propio y exclusivamente para cantantes blancos las creaciones de los negros. De ellos procede la perfecta musicalidad de unos Beatles peores instrumentistas, pero que también habían comenzado con versiones de los grandes maestros aunque sin profundizar en la potencialidad que esa cultura contenía.

Después vendría algo mucho más importante: la salida del ghetto, la entrada en las listas generales de éxito, en el Top Ten -no sólo en las clasififcaciones exclusivas para la música negra- la asunción de sus valores por la juventud blanca no sin crear un gran conflicto intergeneracional... Todos estos elementos son en gran parte responsables del estallido de 1968, al mismo tiempo que el aumento de la autoestima de la comunidad negra fortalecía la lucha contra la discriminación y por los derechos civiles.

Exile contiene todo esto pero sobre todo es música que entronca con los orígenes del grupo. Después del éxito mundial, de las brillantes creaciones pop de “Aftermath” y de “Between in the Buttons”, de las geniales aportaciones musicales de Brian Jones, probablemente el músico más capaz de la época, los Rolling Stones se encuentran en su penúltima etapa con sus propios problemas, con la sensación de ser superados por primera vez. Jimi Hendrix es considerado mejor músico y más vanguardista, Led Zeppelín llenan estadios y arrastran a más gente y mientras, al menos aparentemente, los Stones comienzan a ser parte del pasado con poco que decir en los nuevos tiempos que llegan con el cambio de década. La respuesta es “Exile on Main Street”

Primer y único disco doble de la banda, tampoco hubiera sido posible sin la aportación de la virtuosidad de Mick Taylor, joven guitarrista procedente de la banda del patriarca del blues blanco John Mayall al que es hora de reivindicar (a los dos). Contiene la primera canción punk de la historia: Rip This Joint, el homenaje a toda una cultura: Sweet Virginia, la complicada simplicidad: Trumbling Dice o la brillantez luminosa de Shine A Light, que no por casualidad fue escogida como título del reciente documental rodado por Scoserse sobre los Stones. En el fondo de Exile late la recuperación auténtica de la primera vocación hacia una cultura musical básica para entender en toda su dimensión la segunda mitad del siglo XX. No hay que olvidar que mientras tanto en España, después de los ataques y la marginación a la que el régimen franquista había empujado a los grupos que intentaron tímidamente seguir este camino, lo más popular se llamaba un Rayo de Sol o Maria Isabel.

No se lo pierdan. Tendrán la Satisfaction de la buena música, pero también la posibilidad de acercarse a visitar de cerca extraños mecanismos de elaboración creativa y determinadas formas de entender la existencia que tantas cosas cambiaron. ¡Afortunadamente!

Javier Fernández - Sindicalista

“Exile on Twenty Century”