viernes. 19.04.2024
triptolemos

Alimentarnos es una necesidad biológica y un derecho para todo ser humano. Mientras haya ciudadanos en la tierra deberá existir la producción agroalimentaria. Ya desde el inicio de la civilización una de las obsesiones del hombre ha sido la de producir y la de conservar los alimentos. Conservar los alimentos para asegurar su suministro en épocas de escasez (invierno, sequias,….), puesto que la producción agroalimentaria está terriblemente condicionada a las condiciones del suelo y  a las condiciones climáticas. Las formas de conservación de los alimentos, que van desde los inicios con deshidratados (alimentos secados al sol), salazones, ahumados (pescados, carnes…) hasta las tecnologías más actuales pero que tienen los mismos principios básicos. 

Hoy por hoy la única fuente directa de obtención de “energía alimentaria” es la que proviene de la agricultura, de la pesca y de la ganadería de pastoreo (obtención básica a partir de la fotosíntesis de las plantas). El resto son transformaciones que necesitan de inputs para su obtención (pienso para el ganado, para la acuicultura…). A diferencia de otros sectores, la energía para el resto de actividades humanas puede proceder de my diversas fuentes (la energía solar del sol, la energía eólica del viento,...). Estas líneas de investigación en un entorno de sostenibilidad suponen grandes retos para el desarrollo de la humanidad.

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), será necesario que la producción mundial de materias primas aumente en un 70% en los próximos 40 años, si queremos cubrir las necesidades alimentarias del planeta.

Por otro lado, si utilizamos datos macroeconómicos el sector agroalimentario español supone más del 20% del PIB, y por quinto año consecutivo con una balanza comercial positiva. España es uno de los principales productores agrarios de la Unión Europea, uno de los mayores empleadores, y uno de los sectores que mejor ha aguantado la crisis.

Con estos planteamientos sobre la mesa y con la misión de trabajar en la optimización y adecuada articulación del sistema alimentario global para que redunde en una mayor disponibilidad de alimentos, una mayor seguridad, y una mayor confianza de los ciudadanos, desde los productos a los consumidores, se reunió el patronato de la Fundación Triptolemos para el desarrollo agroalimentario de 2015 en la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid (UPM). Asistieron a la misma un nutrido número de representantes del sistema alimentario, que van desde representantes del sector productivo de materias primas y de transformación, de áreas del conocimiento y la investigación (universidades, CSIC), de asociaciones de consumidores, (CECU), Federación de Bancos de alimentos (FESBAL).

Para afrontar los retos de futuro el sector agroalimentario español cuenta con activos importantes entre ellos  el nivel de excelencia de sus investigadores y universidades, que deberán hacer frente al futuro: incremento de la población mundial y urbana, escasez de agua, de tierras de cultivo, cambio climático entre otras asegurando la producción de materias primas agroalimentarias, aumentando la producción de alimentos por persona, produciendo productos con valor añadido que refuercen el sector exportador del país. Retos que deberán tener respuesta con la excelencia de la investigación.

Si el sector agroalimentario es estratégico para el desarrollo de la humanidad, la formación resulta clave. La oferta formativa agroalimentaria de las universidades españolas es amplia en este campo y ofrece muchas posibilidades  para poder avanzar.

El sector agroalimentario es estratégico, ello exige que las personas, empresas, instituciones que conforman el sistema alimentario global colaboren, en un entorno de sostenibilidad global y ética, en la convicción de que no puede haber un desarrollo sostenible y equilibrado socialmente si, en la base, el sistema alimentario global no mantiene el equilibrio entre todos sus actores. 


Por la Dra. Yvonne Colomer | Directora de Fundación Triptolemos para el desarrollo agroalimentario

El sector agroalimentario es estratégico