viernes. 19.04.2024
ahorro

Pese a que la situación económica en España haya podido remontar en los últimos años a nadie se le escapa que siempre es buena idea el tratar de ahorrar lo máximo posible cada mes, sobre todo para estar preparados ante posibles eventualidades que puedan ocurrir. Siendo así, nada mejor que tener presentes una serie de consejos para poder conseguir reducir los costes de mantenimiento del hogar al mínimo. He aquí los principales:

  • Definir presupuestos mensuales. Es importante (antes de lanzarse a comprar) el saber con certeza con el dinero que se cuenta para este menester. El llevar unas cuentas saneadas y hacer cálculos (aunque sean aproximados) del dinero que entra en una casa y de los gastos fijos siempre ayudará con esta labor. Una vez que se sepa la cantidad que se tiene es buena idea tratar de ceñirse al máximo posible a ella todos los meses. Un truco que funciona muy bien es el de dejar algo de margen a la baja, sobre todo de cara a algún imprevisto o por extras que puedan surgir (como es el caso de la vuelta al cole de los niños).
  • No perder de vista los cupones. En páginas como 'Cupones.es' se pueden encontrar todos los que se puedan requerir clasificados por tiendas y por categorías. Hasta tienen un apartado de aquellos que han tenido mejor acogida. Al fin y al cabo lo que ofrecen los cupones es comprar exactamente ese bien o servicio que se requiere pero por un precio menor o beneficiándose de una oferta exclusiva. Anteriormente esto suponía tener que estar al tanto de una infinidad de folletos pero ahora con Internet todo está al alcance a tan sólo un click de distancia. Siempre merecerá la pena echar un vistazo por si hay algún cupón que se pueda aprovechar o que pueda ser de utilidad más adelante.
  • Comprar productos de temporada. Es cierto que en la actualidad se puede encontrar prácticamente de todo en cualquier época del año pero no es menos cierto el hecho de que por esto se acaba pagando un plus. El tratar de ceñirse a los productos de temporada no sólo garantizará productos de mayor calidad sino que, además, hará que el bolsillo acabe por resentirse menos y es una manera estupenda de contar con una dieta de lo más variada a lo largo de todo el año. En Internet se pueden encontrar múltiples recetas para irse adaptando a los nuevos ingredientes que se tengan en la cocina.
  • Optar por las marcas blancas. Aquí, en realidad, habrá que hacer una selección porque pronto se dará cuenta el consumidor de que no todas las marcas blancas son iguales. De todas formas, merece la pena probar porque el ahorro es más que sustancial. Además, ha quedado probado que en determinados productos lo único que cambia es el envase. Eso sí, para dar con las marcas blancas hay que tomar algo más de tiempo en el supermercado ya que éstas no suelen ser las más visibles. Lejos de la altura de los ojos o de los grandes carteles es donde suelen estar.
  • Revisar catálogos con ofertas. Igual que ocurría con los cupones aquí lo más fácil será recurrir a Internet porque hay ya páginas especializadas en ellos en las que se ofrecen todos los catálogos que puedan ser interesantes para el consumidor de forma actualizada.
  • Usar comparadores de ofertas. Dará un poco igual lo que se esté buscando porque hay comparadores con secciones de categorías de lo más amplias donde casi siempre se podrá dar con aquello que se está buscando. La idea de usar este tipo de herramientas es dar siempre con el mejor precio posible que haya en ese momento concreto en el mercado. La tarea que podía ser de lo más tediosa al tener que ir tienda por tienda para llevar a cabo esta acción se traduce en la dedicación de tan sólo unos minutos desde la comodidad del hogar. Esto mismo se puede aplicar también a servicios tales como proveedores de gas, electricidad, telefonía o Internet.
  • Abonarse a newsletter. Sobretodo de las tiendas en las que se suela comprar de manera habitual o en las que se sepa que se va a tener interés en un futuro no muy lejano. De esta manera siempre que haya una oferta o promoción se será el primero en saberlo y se podrá sacar partido de ella.
  • Comprar cosas de segunda mano. Porque este mercado ha crecido muchísimo, Internet lo pone (una vez más) de lo más fácil y se pueden encontrar verdaderas gangas. Algunos productos (como los mismos libros del colegio) pueden ser un buen negocio en este sentido.
  • Vender lo que ya no se usa. De vez en cuando toca hacer limpieza en la casa (y el trastero, si se tiene) y tirar todo aquello que se sabe que ya no se va a usar. Eso sí, algunas cosas pueden quererlas otras personas por lo que no es mala idea el ponerlas a la venta, así ambas partes saldrán ganando.

Cómo reducir costes en el mantenimiento del hogar