La necesidad de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en immediato y en largo alcance
En la vida la supervivencia prioriza la solución de lo inmediato. Todos los seres así lo tienen programado en sus genes y sus acciones se valoran en lo inmediato o en una previsión de un futuro repetitivo.
En la vida la supervivencia prioriza la solución de lo inmediato. Todos los seres así lo tienen programado en sus genes y sus acciones se valoran en lo inmediato o en una previsión de un futuro repetitivo.
La sociedad en su situación actual tiene problemas, algunos son crónicos, otros nuevos “per sé”, con un incremento de la sensibilidad social hacia los mismos
El hombre es el único ser vivo capaz de imaginar entornos y actuaciones distintas de las habituales previsibles. Es el único capaz de imaginar y trabajar para crear una sociedad distinta de la que vive. Esta es una situación de reto, puesto que con la presión de la inmediatez, debe además trabajar para crear un futuro distinto, si el presente no le complace. El equilibrio estaría en trabajar para un futuro mejor a través, y en la medida de lo posible de las acciones inmediatas, pero habiendo planeado el futuro hacia el cual queremos encaminarnos.
La sociedad en su situación actual tiene problemas, algunos son crónicos, otros nuevos “per sé”, con un incremento de la sensibilidad social hacia los mismos. De manera simultánea o por su gran influencia, la visión darwiniana de la selección natural de las especies, trasladada a la política y a la economía, produce una sociedad conceptualmente violenta y competitiva en su funcionamiento y ello, produce graves interferencias en el funcionamiento armónico de la misma. El ciudadano presente, se ha dado cuenta de ello e intenta organizarse en instituciones civiles, independientes de los poderes políticos y económicos y con un objetivo que podríamos llamar “humano”, diferenciándolo de los objetivos políticos y económicos de la inmediatez del entorno. Ya algunos estados y algunas empresas, y sin querer influir en su identidad, ofrecen un soporte real a estas iniciativas, puesto que empiezan a ser conscientes de su responsabilidad y de su posible influencia positiva en la resolución de las problemáticas planteadas, creando el concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), como área de acogida en la empresa de las problemáticas del ciudadano y que van más allá de los objetivos intrínsecos de la misma.
Así, los retos de la sociedad, pueden tener un planteo de inmediatez o de largo alcance y en ello también se diferencian las instituciones de la sociedad civil y el apoyo que puedan recibir.
Hoy, en gran medida, las acciones de RSC de las empresas se encaminan hacia acciones inmediatas, de impacto emocional en la sociedad y de ello un aporte inmediato al conocimiento de la actividad empresarial por parte del ciudadano, ya concienciado del problema. Es lo que algunos expertos llaman “marketing con causa”.
Tomemos cuatro grandes temas de preocupación “humana” del por el ciudadano: medio ambiente, derechos humanos, salud, y disponibilidad alimentaria. En todas ellas hay asociaciones, fundaciones… de la sociedad civil que trabajan para la resolución de problemas involucrados en a estas temáticas, pero en su inmensa mayoría los temas de inmediatez son susceptibles de ser objeto de un “marketing con causa”. Por ejemplo, la protección de la fauna en un área determinada, el ahorro energético… en el área de medio ambiente; la lucha contra la pena de muerte, contra la corrupción, la protección de presos políticos… en derechos humanos; programas de vacunación, fármacos contra una enfermedad determinada… en salud; recogida de alimentos, desarrollo rural en países del tercer mundo, servicios de emergencia alimentaria… en disponibilidad de alimentos.
Pero sobre el futuro que debemos construir hay poca actividad. Comprensible. En momentos difíciles hay que resolver el presente, pero el hombre es capaz, a diferencia de los animales, de diseñar un futuro distinto. Es la responsabilidad de la generación actual y de la contribución del mundo empresarial con actividades a largo plazo. Porque, en general, la vida de las empresas eficaces supera la de una generación y los directivos de hoy, al igual que los padres biológicos, deben contribuir a preparar el entorno más humano en el que se moverá la sociedad futura. Y dirigir parte de su RSC a instituciones con visión global de largo alcance en su área, instituciones capaces de establecer relaciones entre la problemática inmediata y la proyección de la compleja estructura de la sociedad. Y su número es escaso, podríamos citar Greenpeace en medio ambiente, Justicia y Paz y Amnistía Internacional en políticas, Médicos sin Fronteras en salud y muy escasos planteos sobre el sistema alimentario global y su influencia estratégica en el desarrollo de la sociedad.
Resulta sorprendente que en un tema tan fundamental, como es el de disponer y asegurar el alimento, para satisfacer una necesidad biológica (motor de la continuación de la existencia humana), que ha generado y genera, tensiones sociales y políticas, y que presenta serios interrogantes de cara al futuro, no se haya generado una mayor preocupación en áreas de prospectiva entre las empresas de todo tipo involucradas en esta necesidad biológica, y que por ello participan de sus problemáticas.