viernes. 29.03.2024
ping

El tenis de mesa o ping pong es un deporte muy divertido que cada día lo juega más gente, tanto a nivel profesional como principiante. Muchas veces considerado el hermano menor del tenis, nada más lejos, pues es un deporte completamente diferente, además es más fácil tener una mesa de ping pong en casa que una pista de tenis.

A la hora de comprar una mesa de ping pong es importante tener en cuenta las necesidades del jugador o jugadores. La primera decisión es si comprar mesa de ping pong de interior o exterior, según donde vaya a ubicarse. Las mesas de interior están pensadas para jugar bajo un techo, ya que los materiales que la componen no están preparados para tolerar las inclemencias del tiempo. En cambio, las mesas de exterior están pensadas para ubicarse al aire libre sin tener en cuenta si llueve o hace sol.

Lo que proporciona estabilidad y seguridad a la mesa es su estructura. Está compuesta por diferentes elementos, como las patas y el travesero, la barra estabilizadora, el carro y los tiradores metálicos. La principal diferencia entre una mesa de ping pong de interior y una de exterior son los materiales. En las mesas de interior el tablero suele estar fabricado de madera y pueden tener diferente grosor, pero existe una regla no escrita que determina que cuanto mayor es el espesor del tablero ofrecerá una mayor resistencia y una mejor calidad del bote de la pelota. El grosor mínimo adecuado en un tablero de interior es de 16 milímetros.

En cambio, el tablero de las mesas de ping pong de exterior suelen ser de madera revestida de aluminio, este interior de madera proporciona una mayor regularidad en el bote de la pelota, pero también existen tableros de última generación compuestos de resina o fibra que proporcionan una mayor resistencia a la climatología adversa y a la deformación. Por lo general, el grosor adecuado para estos tableros oscila entre los 3 y 8 milímetros. Pese a que las mesas de exterior soportan muy bien las inclemencias del tiempo es recomendable protegerlas con una funda para alargar aún más su vida útil.

Una vez decidido el primer paso, hay que saber qué uso se va a hacer de la mesa, si es para jugar con los amigos y familiares, para entrenar o jugar a nivel profesional o para uso público como en colegios o polideportivos. Existen también mesas antivandálicas para lugares públicos, estas mesas son mucho más robustas y resistentes, además se pueden anclar al suelo.

Otra opción a tener en cuenta a la hora de comprar la mejor mesa de ping pong es si ésta va a ser fija o trasladable. La más común es la mesa de ping pong plegable con ruedas, ya que se puede guardar ocupando un espacio mucho más pequeño que estando abierta y es muy fácil de trasladar. Además el sistema de plegado compacto (CTT), permite colocar la mesa en tres posiciones, cerrada, frontón (sólo un tablero abierto) o juego tradicional (los dos tableros abiertos).

Es importante que la mesa tenga las medidas oficiales de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF), para garantizar una larga vida de la mesa y que ésta no se arquee, además que también es clave para proporcionar un correcto rebote de la pelota y una mejor experiencia en el juego.

Para acertar en la compra de una mesa de ping pong se recomienda acudir a fabricantes de marcas oficiales que den garantía de calidad y adquirirlas a través de un distribuidor oficial.

Practicar este deporte proporciona muchos beneficios tanto físicos como mentales. Ayuda al desarrollo de la coordinación y la agilidad mental, así como la concentración. Debido al ritmo frenético de cada partido aumentan los reflejos y la capacidad de reacción de los jugadores. Como todo ejercicio, aumenta el tono muscular y permite quemar calorías, pero eso sí, con un riesgo de lesión mínimo. Ayuda a la socialización con otras personas ya que la diversión se hace patente en cada jugada. Además es un deporte muy gratificante porque el jugador que lo practica ve cómo sus habilidades crecen casi en cada golpe.

La mesa de ping pong perfecta