viernes. 19.04.2024

Hoy en día las innovaciones tecnológicas aportan grandes ventajas para que las empresas, independientemente de su tamaño, puedan internacionalizarse.

Poner en marcha un negocio no es una cosa nada fácil, y si a mayores se quiere internacionalizar menos. La Exportación tiene sin duda muchos privilegios y satisfacciones, pero no está exenta de riesgos y complicaciones. Distintos idiomas, horarios, costumbres... Estos son solo algunas de las barreras que se deben superar. Añadiendo a todo ello, ciertos cambios en la empresa como pueden ser la creación de nuevos productos para ajustarse a los nuevos mercados, la modificación, presentación o incluso el envase de los ya existentes, la adaptación a nuevos cauces de distribución, el estudio de los mercados a los cuales se quiere dirigir la exportación, la obtención de certificados especialmente los de calidad y, además el apoyo financiero que se necesita en este tipo de situaciones.

A cambio de todo ello, la empresa exportadora obtendrá experiencia al tratar con proveedores y clientes de otros mercados, ganando en competitividad y visibilidad al entrar en negocios multiculturales. Aprenderá a utilizar mejor sus medios para reducir costes. Crecerá como empresa, aumentará su tamaño y sus beneficios creando una imagen de marca con firma propia.

En nuestro país existen miles de empresas exportadoras, pero no solo a gran escala, sino también a pequeña como puede ser el caso de las PYMES. A pesar de que, cuanto más pequeño es el tamaño de la empresa menos porcentaje de éxito debido a la escasa ayuda económica. Según un informe realizado por la patronal de la pequeña y mediana empresa, CEPYME. El 64% de las PYMES españolas no exportan ninguno de sus bienes o servicios al exterior. Aunque si que es verdad que cada vez son más sabedoras de que para poder alcanzar mejores rendimientos deben servirse de las oportunidades internacionales.

Aquí también juegan un papel muy importante las empresas familiares, más del 35% de los casos son exportadoras, y más de la mitad de las exportaciones que se realizan en España parten de una empresa de carácter familiar. A pesar que estas tengan mayores inconvenientes para entrar en el mercado internacional por su tamaño más reducido, por el contrario suelen contar con trabajadores más involucrados en la empresa, más solidarios y más vinculados con la organización y con sus valores.

Un ejemplo  de todo esto  puede ser Diloy.  Una pequeña empresa familiar con capital 100% español, que nació en el año 1982 con la obsesión de fabricar correas de reloj, adaptándose a los mercados e incorporando  las nuevas tecnologías de fabricación.

Internet es una de las grandes herramientas que está al alcance de las empresas independientemente de cual sea su tamaño. Tener una página Web de empresa traducida a los idiomas correspondientes a los países en donde se quiere centrar las ventas es una de las estrategias de mercado más importantes, ya que esto posibilita a los clientes la compra de los productos online, facilitando las exportaciones.

Esta Web puede estar enfocada a profesionales como es el caso de Diloy o a todo el público en general, siempre dependerá de lo que ofrezcamos y quien queremos que sean nuestros clientes potenciales en los mercados a los que nos dirigimos. Las redes sociales o los blog de las empresas, son otra herramienta en las que merece la pena apoyarse, publicando noticias relacionadas con el país que nos interese y con nuestros productos.

Los programas de videollamadas ayudan a mantener una comunicación en tiempo real con los clientes, lo que supone un gran ahorro en viajes y una cercanía extra. Los catálogos online es otro método a tener en cuenta ya que el  cliente desde cualquier parte del mundo puede acceder a ellos, facilitando el proceso de selección y compra del producto.

Si se cuenta con equipos de ventas en distintos países, otra herramienta muy recomendable para facilitar el trabajo de los mismos son las aplicaciones móviles.

En general Internet es una herramienta de internacionalización que presta un gran apoyo para todo tipo de empresas. Quizás tenga más ventajas para las empresas del sector terciario, pero no por ello deja de ser útil a las demás empresas. Está claro que las innovaciones tecnológicas ofrecen un sinfín de ventajas para que las empresas familiares puedan internacionalizarse. De hecho la mayor parte de ellas han modificado su forma de ver el mercado en los últimos años, apoyándose en estas tecnologías viéndolas como una herramienta comercial muy útil.

Si la labor de exportación se puede apoyar con una red de oficinas propias como es el caso de  Diloy que cuenta con más de 10 oficinas propias en países tan diversos como México, Polonia, Hong Kong o China entre otros. Esto dará un plus extra a la empresa y terminará de consolidar la internacionalización de la misma. Pero para todo esto se hace necesario que las empresas familiares inviertan en el desarrollo de estrategias de comunicación y promoción online internacional.

Lo que está claro es que la venta en otros mercados sean del tipo que sean  está al alcance de todo tipo de empresas incluidas claro está, aquellas cuyo perfil sea familiar.  Prueba de ello es que la empresa Diloy está presente en más de 50 mercados, algunos de ellos tan competitivos como Estados unidos, Rusia o Emiratos Árabes Unidos, mercados tan sensibles a los precios como América Latina, e incluso en alguno de los más exigentes como puede ser el mercado alemán.

La exportación es el futuro incluso en empresa de perfil familiar