viernes. 19.04.2024
consuemo
Eduardo Rodriguez Rovira | Presidente de la Fundación Edad&Vida

Hemos hablado del cambio demográfico como la gran revolución silenciosa. Su principal causa es el envejecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida, siendo la caída de la natalidad la otra causa principal.

Durante mucho tiempo ha predominado el estereotipo de identificar la vejez con la enfermedad y la dependencia. Pero, la persona mayor que está enferma lo está a causa de su enfermedad, no por su edad, porque la edad no es una enfermedad. Hoy la mayoría de las personas mayores llevan una vida autónoma y aunque existe ciertamente una correlación dependencia-edad, solamente cuando se alcanza la llamada cuarta edad, más de 85 años, esta correlación es muy significativa (63%).

El debate sobre si la prevalencia de la dependencia en las personas de más edad está aumentando o no, está abierto todavía. Hasta los estudios de Manton, a mediados de los 90, las predicciones sanitarias, sociales y económicas del incremento de edad eran calamitosas. A partir de entonces empezaron a publicarse estudios en los que aparecían datos en los que el envejecimiento de las personas se producía en muchas mejores condiciones de salud que en las generaciones anteriores, por lo que los costes del envejecimiento podrían ser compensados con las mejoras de salud de los mayores. Esta era la hipótesis de Fries, la llamada compresión de la morbilidad en las personas mayores.

El reciente Informe del Ministerio de Sanidad, sobre la esperanza de vida en salud en España (2006-2011) es muy significativo en este sentido. Entre sus conclusiones se destaca que la esperanza de vida en salud de la población española al nacer, en 2011, es de 66,4 años, habiendo aumentado nada menos que 3,4 años desde 2006, en tanto que la simple esperanza de vida lo hizo en 1,2 año, alcanzando 82,3 años. “Ello sugiere un efecto de compresión de la morbilidad en la población española”.

Más aún que el aumento de la esperanza de vida per se, la trascendencia de este dato es enorme si se confirma y nos ayuda a poner el máximo énfasis en todas las medidas de envejecimiento activo y de prevención de la enfermedad y la dependencia en las personas que envejecen y conseguir el objetivo de una alta esperanza de vida en salud.

Eduardo Rodriguez Rovira | Presidente de la Fundación Edad&Vida

La compresión de la morbilidad