jueves. 28.03.2024
ciencia

La ciencia no es estática, actualiza permanentemente sus conocimientos, y una vez contrastadas y comprobadas sus hipótesis, se incorporan a las regulaciones internacionales y nacionales

No hay duda de que la experimentación con sus réplicas y la razón, han solidificado la ciencia como conocimiento universal independiente de las creencias y asumida por todos, y ello ha supuesto importantes avances en la humanidad a diferentes niveles (salud, alimentación, transporte, vivienda, comunicación…).

Sin embargo, en este mundo avanzado aparecen signos desconcertantes. De repente hemos pasado de un mundo analógico a un mundo digital. Se admiten los avances de la ciencia en ciertos aspectos pero en otros no. Y si bien admitimos la libertad individual en las creencias, sorprende el hecho, frecuente, de que una misma persona opine con criterios opuestos sobre dos hechos concretos: ¿es una incoherencia? Para hechos globales hay una responsabilidad colectiva y esta responsabilidad con un criterio científico y común es la que nos hace avanzar. Y si esto falla el logro social está en peligro.

Frente a esta situación, y refiriéndonos específicamente a la alimentación y a todo su entorno, científicos y sus instituciones han publicado una declaración sobre el rigor y los mecanismos de las organizaciones científicas y de regulación en las temáticas del ámbito alimentario.

La Declaración de la Fundación Triptolemos sobre las noticias y recomendaciones falsas en el ámbito alimentario, con ya más de 80 firmas, denuncian las noticias falsas y todas aquellas estrategias comerciales que bajo diferentes formas ponen en cuestión el rigor de las normas y la legislación, ya sea creando un alarmismo infundado sobre un tema concreto o proponiendo la disminución de los límites autorizados (con un claro ataque al equilibrio de ingredientes que garantizan la seguridad alimentaria), con prácticas desleales, muchas veces con retorno económico, y que menosprecian la seriedad de la ciencia  y de los organismos Internacionales competentes y provocan confusión en el ciudadano. Esta dinámica favorece las pérdidas y el desperdicio de alimentos, y ello va en contra de la seguridad y de la sostenibilidad global del sistema alimentario y socava la confianza.

La ciencia no es estática, actualiza permanentemente sus conocimientos, y una vez contrastadas y comprobadas sus hipótesis, se incorporan a las regulaciones internacionales y nacionales. Las instituciones de referencia velan por la seguridad de todos los ciudadanos, incluidos aquellos que por sus convicciones desean consumir productos con diferentes ingredientes y tecnologías alimentarias, y establecen la legislación  específica.

Naciones Unidas ha lanzado un reto universal en su Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, todos ellos necesitan de un gran esfuerzo de la Sociedad no solo desde una aplicación racional de todos los conocimientos de las ciencias, tanto físicas como sociales, sino también, y muy importante, sobre la formación al ciudadano de su interpretación correcta en los retos del nuevo entorno. De los 17 logo-triptolemosobjetivos de Desarrollo Sostenible, los dos primeros se definen como  “Hambre cero” y  “Salud correcta”. Señal inequívoca de la importancia de cualquier esfuerzo, por pequeño que sea, para el correcto y adecuado funcionamiento del Sistema Alimentario Global en el que el sustrato de una buena información, dé confianza y tranquilidad al ciudadano.

ADHERIRSE A LA DECLARACIÓN

Ramon Clotet | Secretario Fundación Triptolemos

Aviso a no vender ideología por ciencia