Ciutat Morta, Barcelona: ciudad de poetas y racistas
Los documentalistas van aportando pruebas exculpatorias de los condenados, hasta que se apodera del espectador un sentimiento de injusticia, después de indefensión y finalmente de hastío por el atraso social y la falsa democracia en la que vivimos.
Ciertamente un miembro de la Guardia Urbana quedo en estado vegetativo ese día en la calle Sant Pere Més Baix de Barcelona, por un objeto lanzado desde una casa ocupada, lo que el documental Ciutat Morta desgrana es la inocencia de los condenados. Ese es el punto de partida, pero una cosa lleva a la otra y al final una acaba con la sensación de haber visto varios documentales en uno. Los documentalistas van aportando pruebas exculpatorias de los condenados, hasta que se apodera del espectador un sentimiento de injusticia, después de indefensión y finalmente de hastío por el atraso social y la falsa democracia en la que vivimos. El título del documental condensa esos sentimientos y se extrae de uno de los poemas de Patricia Heras, una de las condenadas del 4F. Un perfil humano extremo, en esta sociedad de clones. Ante la impotencia que genera un sistema mohoso solo queda la denuncia pública en forma de documental y la apelación a Estrasburgo. Son más de dos horas de documental que se pasan en un suspiro. Entrevistan a todo tipo de personas. Destacan un profesor de sociología que pone el foco sobre las carencias policiales para identificar tipos sociales. También un periodista de La Vanguardia que desgrana el perfil de Patricia Heras. En el lado humano, las personas que han pasado por esta experiencia y tienen ánimo para contarlo, corresponden a perfiles con gran capacidad para el análisis, sin duda un perfil vital básico para la resistir ante las adversidades de la vida.
En el lado negativo: si algo se le puede recriminar al documental es una santificación de las personas de cultura alternativa, aparecen como personas frágiles, altruista, víctimas de la sociedad… y algún plato habrán roto, la sociedad se cambia desde dentro de las instituciones, desde fuera solo se puede patalear. La realidad supera la ficción, en este documental aparecen hechos novelables: el recorrido vital de Patricia, el chico de Trinidad y Tobago torturado en una comisaría (hablamos de hechos condenados por un tribunal), el guardia urbano mulato condenado por torturas a un negro…