jueves. 18.04.2024
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Los tumores se vienen tratando de dos maneras: extirpación y reducción. La primera pretende eliminar totalmente el cáncer y consiste en extraer la zona afectada por el tumor. Habitualmente se quita también la zona colindante para disminuir la probabilidad de que queden células cancerosas en la zona. La intervención puede ser quirúrgica, pero también se utilizan la criocirugía, especialmente en cánceres de piel y que es eliminación por frío intenso, y la radiofrecuencia. Se pretende que sean lo menos invasivas posible para facilitar la rápida recuperación y los casos en los que técnicas como la laparoscopia donde las incisiones son mínimas se pueden utilizar han venido aumentando.

Su utilización es peligrosa en áreas donde haya una intensa actividad de reproducción celular “normal”, es decir, no cancerosa

Reducción

En la reducción del tumor el objetivo es debilitar su actividad y que su tamaño sea menor: puede hacerse con radiación, que afecta más a las células que se están reproduciendo, entre las que se encuentran las tumorales. El problema es que su utilización es peligrosa en áreas donde haya una intensa actividad de reproducción celular “normal”, es decir, no cancerosa, pues la radiación no distingue suficientemente bien unos casos de otros y en los niños, ya que están creciendo y al atacar a células que no son cancerosas su desarrollo puede quedar afectado.

Otra manera de reducir los tumores es la quimioterapia, donde se aplica una combinación de medicamentos en las cantidades que mejor se adecúan a las características del tumor que se pretende atacar. El tratamiento se dosifica a lo largo del tiempo, con frecuencia en doce sesiones separadas entre sí por al menos dos semanas. Durante todo ese tiempo se realizan controles para comprobar si las defensas del cuerpo se mantienen por encima de unos niveles determinados. Los controles son necesarios porque la quimioterapia tampoco es selectiva y, como se dice de los conflictos bélicos, hay víctimas colaterales, células no cancerosas que son afectadas por la medicación utilizada produciendo efectos secundarios como la caída del pelo, picores, sofocos, náuseas, debilidad o somnolencia. Se puede producir una disminución del número de plaquetas en la sangre, que son las encargadas de coagular y parar las hemorragias  y si no hay suficientes plaquetas cualquier herida puede resultar en una pérdida elevada de sangre.

Además de afinar en la cantidad, frecuencia y componentes que se utilizan en cada sesión se están investigando productos específicos contra el tumor del que se trate que se añadirían a los otros ya incluidos en la combinación.

Según los casos, se utilizan la intervención, quimioterapia y radiación conjuntamente, dos de ellas o una sola.

Esa tremenda acumulación de conocimientos junto con el ojo clínico colectivo de los profesionales sanitarios y el intercambio de experiencias e información se han traducido en pautas de identificación, tratamiento y seguimiento para los diversos tipos de cáncer

Protocolos de actuación

Se ha recogido información sobre los pacientes: tipos de tumores, síntomas, tratamientos dados, tiempos y evolución de tumores. Esa tremenda acumulación de conocimientos junto con el ojo clínico colectivo de los profesionales sanitarios y el intercambio de experiencias e información se han traducido en pautas de identificación, tratamiento y seguimiento para los diversos tipos de cáncer. El resultado es que la mortalidad de la enfermedad ha disminuido y se ha obtenido información sobre hábitos de vida y condiciones ambientales que disminuyen la probabilidad de que un individuo se vea afectado por un cáncer un su vida. Además, han aumentado los casos en los que en caso de que desarrolle cáncer sea capaz de curarse totalmente, sobrevivir o al menos mejorar la calidad de la vida que le reste.

Este mayor conocimiento ha producido también leyes contra factores que incrementan el riesgo de desarrollar tumores como las leyes contra el tabaco, el uso del amianto en la construcción, de diversos productos en la alimentación y la industria y la exigencia de registrar todos los componentes químicos que se usen (programa REACH).

Además, se ha avanzado en el estudio de la influencia de los genes en el mayor o menor riesgo de que una persona desarrolle un tipo de cáncer. Este año tuvo publicidad la operación en los pechos de Angelina Jolie tras haber comprobado el alto riesgo de padecer cáncer que indicaba su perfil genético.

Una nueva terapia que se está utilizando ahora es la del asedio, sí, como en las guerras

Asedio al tumor

Una nueva terapia que se está utilizando ahora es la del asedio, sí, como en las guerras. En las guerras se cercaba una posición del enemigo para que no pudiera recibir alimentos, bebida, armas o refuerzos para intimarle a la rendición. Eso mismo es lo que se pretende con el tumor: para crecer necesita ciertos elementos y para conseguirlos necesita desarrollar unas estructuras que los capturen. El asedio pretende justamente impedir la llegada de los “ladrillos” que precisa para crearlas, con lo que el tumor no puede crecer rápidamente e incluso se debilita, facilitando la victoria de los sistemas defensivos del cuerpo; es el caso por ejemplo de la obstrucción de la arteria hepática en los cánceres de hígado o de la ingestión de antioxidantes que impiden que el tumor consiga el ambiente ácido en el que progresa.

Terapias dirigidas

Hay terapias dirigidas, bien con anticuerpos monoclonales diseñados para atacar en concreto a un tipo de células tumorales, bien con inhibidores de la creación de los vasos sanguíneos que las células tumorales necesitan. Todavía no hay suficientes datos para que estas terapias de asedio formen parte de los protocolos de tratamiento de los tumores pero parecen prometedoras y pueden complementar las anteriores o ser una alternativa cuando no hayan sido suficientes para curar la enfermedad.

El profesor Weissman, de la universidad de Stanford, cree que para 2015 tendrá preparada su vacuna contra el cáncer.

El profesor Irving Weissman, de la universidad de Stanford, en California, encontró que en los tumores había una cantidad más elevada de la proteína CD47 que en las células normales y descubrió que actuaba como una señal de “no me comas” donde las células tumorales se camuflaban y quedaban protegidas de los ataques del sistema inmunitario. Diseñó un sistema para eliminar esas señales de no me comas que se ha probado con éxito en cánceres de mama y leucemia en ratones lo que le permitió obtener cuatro créditos de 30 millones de dólares del California institute for regenerative medicine, una institución de salud basada en San Francisco, para desarrollar una vacuna que estará preparada en su opinión para el próximo año 2015.

Todas estas alternativas están en marcha para luchar contra los tumores cancerosos y se están produciendo avances pero no debemos olvidar que no se puede hablar del cáncer como si fuera único pues hay casi cuarenta tipos diferentes, lo que obliga a que la lucha sea en muchos frentes.

Tratamientos para el cáncer