miércoles. 24.04.2024
CRÓNICAS DE AMÉRICA LATINA | JAVIER M. GONZÁLEZ

Una Venezuela polarizada vuelve a las urnas, esta vez sin Chávez

Las elecciones de este domingo en Venezuela deben decidir si la era post-Chávez será protagonizada por su heredero político, Nicolás Maduro, o por el candidato opositor, Henrique Capriles. El gobierno asegura que ha desmontado un plan desestabilizador, que la oposición considera una cortina de humo.

Las elecciones de este domingo en Venezuela deben decidir si la era post-Chávez será protagonizada por su heredero político, Nicolás Maduro, o por el candidato opositor, Henrique Capriles. Pero, en cualquiera de las dos opciones, el país entrará en una nueva fase, sin la presencia de quien fuera su líder durante los últimos 14 años. Una figura que ocupó día a día el centro de la escena de manera casi excluyente. No obstante, el candidato oficialista, Nicolás Maduro, dijo al cierre de su campaña: “ahora es que hay Chávez para rato”, identificando su figura con la del fallecido presidente..

Al contrario de las elecciones de octubre pasado, la campaña electoral fue muy corta, solo 10 días. Una circunstancia que benefició a Maduro, que no cuenta con los recursos oratorios de Chávez, y que puede beneficiarse de la ola de simpatía popular hacia el líder fallecido. Maduro se presentó como el hijo y heredero del líder bolivariano, mientras Capriles insistió en negárselo, afirmando una y otra vez: “Nicolás, tú no eres Chávez”.

La oposición ha denunciado que el gobierno ha violado el período de reflexión, cuando está prohibido el proselitismo, a través de sendas transmisiones ilegales del canal oficial, Venezolana de Televisión (VTV). Según Carlos Ocariz, jefe de campaña del opositor MUD (Mesa de la Unidad Democrática), el canal transmitió este viernes cuatro horas y 18 minutos de actos en los que participó Nicolás Maduro. Uno de ellos, acompañado por el ex futbolista argentino Diego Maradona, en el Cuartel de la Montaña, donde están los restos de Chávez. En otro acto, de lanzamiento del primer canal de la Televisión Digital Abierta, Maduro afirmó que él y su proyecto de gobierno son los herederos “de los pata en el suelo, de los zarrapados”. 

El mismo canal transmitió también el viernes el documental “Asedio a una embajada”, sobre lo sucedido en la representación diplomática de Cuba en Caracas durante el fallido golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002. La película pone en entredicho la participación en aquellos episodios del actual candidato opositor, Henrique Capriles, entonces alcalde del municipio caraqueño de Baruta.  

“No es posible que un canal oficial transmita y rompa con las leyes por desesperación”, afirmó el dirigente opositor Carlos Ocariz. También exhortó al Consejo Nacional Electoral y al ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, a que actúen para garantizar la imparcialidad del proceso.

Coincidiendo con el fin de la campaña, se anunció la detención de presuntos mercenarios salvadoreños y paramilitares colombianos que habrían ingresado al país para sabotear los comicios. Grupos que, según el gobierno, estarían ligados a la extrema derecha, una forma de tratar de salpicar a la oposición. El secretario ejecutivo del MUD, Guillermo Aveledo, pidió al gobierno “seriedad y sentido democrático, que no inventen investigaciones, ni fabriquen planes de atentados para justificar persecuciones que en pocas horas produzcan un ambiente de zozobra en contra de sus adversarios políticos”.

A pesar del clima sumamente polarizado y de las acusaciones de uno y otro lado, la situación ha sido descrita por el general Wilmer Barrientos, jefe del plan de seguridad electoral –el Plan República-, como de completa calma. El alto mando militar aseguró que las fuerzas armadas respetarán los resultados de las elecciones. El general Barrientos hizo un llamamiento a la población a mantener este clima de paz, “porque seremos bien contundentes contra quien quiera fomentar la anarquía”.

El ministro para la Energía Eléctrica, Héctor Navarro, informó que se instaló el Estado Mayor Eléctrico, para garantizar el suministro de energía en el país el día de las elecciones. Los apagones son cada vez más frecuentes en el país y en los últimos días se han producido acusaciones cruzadas, entre gobierno y oposición, sobre las responsabilidades de los cortes eléctricos.

El último sondeo de Datanálisis, quizá la encuestadora más seria, dio una ventaja a Maduro de 54,8 % frente a 45,1 % de Capriles. Con mayor o menor amplitud, es un resultado que repiten la mayoría de las encuestas, pero no hay que descartar un resultado contra todo pronóstico. De confirmarse la victoria de Maduro, éste tendrá como primera tarea consolidarse como el líder indiscutido del chavismo, frente a los que sostienen que hay divisiones internas. Los 14 años anteriores son irrepetibles, como lo es la figura de Chávez. Fue un líder único e indiscutido, dentro de los suyos, situación que no se repite con Maduro. Si fuera Capriles el vencedor, tendrá que lidiar con todo el aparato del Estado diseñado por Chávez:, ya que el parlamento, la justicia y el ejército son declaradamente chavistas.  

Una Venezuela polarizada vuelve a las urnas, esta vez sin Chávez