jueves. 28.03.2024

@jgonzalezokSe sabía que la fortuna de los Kirchner era considerable, pero denuncias de un programa televisivo ponen en serios aprietos a un empresario íntimamente ligado al matrimonio presidencial, del que se sospecha pueda ser su testaferro. Se trata de Lázaro Báez, que hizo una inmensa fortuna gracias a su amistad con Néstor Kirchner, cuando éste era gobernador de la provincia patagónica de Santa Cruz. Báez compartió la última cena con Néstor y Cristina Kirchner, horas antes del fallecimiento del primero. Fue, además, quien financió el mausoleo en el que descansan los restos del expresidente.

El programa Periodismo Para Todos, del periodista Jorge Lanata –reciente premio Iris Internacional, de la Academia Española de Televisión- aseguró que el empresario sacó del país 55 millones de euros y los colocó en paraísos fiscales. De Río Gallegos, la capital de Santa Cruz, salían cargamentos con billetes de 500 euros en vuelos nocturnos rumbo a Buenos Aires, donde una financiera los sacaba del país de forma ilegal. Se usaban los euros por el alto valor de los billetes y el menor volumen requerido.

En “La ruta del dinero K”, el programa televisivo presentó documentos y declaraciones –algunas con cámara oculta-, que confirmarían el lavado de dinero y delitos de corrupción, que pueden salpicar a los Kirchner. El transporte del dinero hasta Buenos Aires se hacía en aviones de la flota del citado Báez, aterrizando en el aeropuerto de San Fernando, en el conurbano bonaerense, donde se hacía la operación sin ningún tipo de control.

La financiera que se encargaba de sacar el dinero del país estaba ubicada en un edificio en Puerto Madero, el barrio más caro de Buenos Aires, en el que vive el vicepresidente, Amado Boudou, y en el que la presidente, Cristina Fernández, posee dos pisos y ocho plazas de garaje. La financiera, llamada SGI, era conocido también como “la Rosadita”, en clara alusión a la casa de gobierno.

Uno de los entrevistados en el programa atribuyó a Báez una fortuna de más de 5.000 millones de dólares. Se trata de Leonardo Fariñas, uno de los encargados de transportar el dinero a Buenos Aires –muy conocido después de su matrimonio con la modelo Karina Jelinek-, que declaró: “vos no tenés idea de la estructura que había armado Néstor (Kirchner), yo te puedo asegurar que el tipo manejaba todo”. 

La diputada Elisa Carrió, que ya había denunciado al empresario amigo de los Kirchner en 2004, acudió nuevamente a la justicia con las grabaciones del programa de televisión. “Está claro que Kirchner era el jefe de Lázaro Báez. Yo presenté la denuncia por asociación ilícita contra Kirchner, De Vido (ministro de Planificación), Jaime (Ricardo, ex secretario de Transporte), Cristóbal López (otro empresario ligado a los Kirchner) y Lázaro Báez. En este momento, Cristina Kirchner y Lázaro Báez son socios”, añadió. Para Carrió, Kirchner impulsó en 2008 la ley de blanqueo de capitales para proteger su dinero y el de Báez.

El diputado Manuel Garrido (Unión Cívica Radical), que fue jefe de la Oficina Anticorrupción, pidió al fiscal una serie de medidas como detenciones y allanamientos, además de solicitarle que investigue por encubrimiento, lavado de dinero y asociación ilícita a los mismos acusados por Carrió, pero incluyendo también a dos de los hijos de Báez, que figuran con puestos directivos en sus empresas.

Otro diputado del mismo partido, Julio Martínez, presentó tres preguntas al gobierno para conocer el vínculo entre el gobierno y el empresario. En concreto, sobre la obra pública otorgada a Báez, las divisas vendidas a él y a sus socios -hay un cepo cambiario que impide a los argentinos la compra de dólares y otras monedas-, y detalles sobre los vuelos nacionales e internacionales de sus aviones. Así, “se podrá colaborar en develar la trama secreta de la ruta del dinero que los Kirchner nos robaron y nos roban todos los días a los argentinos”, añadió Martínez.

No ha habido hasta el momento reacción de la Casa Rosada, aunque sí de algunos de los habituales portavoces del kirchnerismo, que han descalificado al periodista y el medio, sin rebatir la información. “Lanata tira carne podrida en la cacerola y a la gilada se le hace la boca agua”, tuiteó Luis D´Elía, líder del partido Miles, aliado del oficialismo. El diputado Carlos Kunkel dijo, refiriéndose al periodista: “ese señor no tiene mayor representatividad que cualquiera de sus oyentes (…) no es un tema político para que yo lo trate con seriedad, nosotros nos ocupamos de gobernar”

El titular de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), Ricardo Echegaray, que dijo que el organismo investigaría las operaciones denunciadas. Pero la delegada del organismo en Santa Cruz, donde están radicadas las empresas de Báez, es la cuñada de Máximo Kirchner, el hijo mayor de la presidente. Que, además, confió la remodelación de su casa a una empresa del citado Báez.  

Las sospechas sobre el empresario no son nuevas, aunque ahora vienen respaldadas por documentos y acusaciones concretas por parte de algunos protagonistas. La revista Noticias ya contó en el 2006 cómo Báez se hizo multimillonario gracias a la obra pública, recordando que antes de conocer a Kirchner era un simple empleado del Banco de Santa Cruz. Un año más tarde, esta misma revista se preguntaba en su portada si el empresario era el testaferro de Kirchner. 

Cuidadoso siempre de mantener un bajo perfil, Báez no ocultó nunca su amistad con el fallecido ex presidente argentino. Hace medio año dio una entrevista en la que afirmó: “no soy corrupto ni multimillonario”. Preguntado directamente si era el testaferro del ex presidente, respondió: “me parece que no es conocerlo al señor Kirchner, que tenía todo un patrimonio antes de llegar a la cosa pública”. La principal empresa de Báez es Austral Construcciones -beneficiada con numerosa obra pública-, pero sus intereses incluyen el petróleo, los medios de comunicación, hotelería y grandes propiedades rurales.

El programa televisivo con las denuncias, más de dos horas sin cortes publicitarios, tuvo una medición de más de 20 puntos de cuota de pantalla. En su segunda temporada, Periodismo Para Todos se emite por el canal 13 –Grupo Clarín- y es líder de audiencia. Está siendo lo que fue el diario Página 12 para el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), denunciando los grandes temas de corrupción. Los datos desvelados en el mismo llegan en un momento más que complicado para el gobierno de Cristina Fernández, que enfrenta una gran oposición a los intentos de reformar la Justicia mediante una serie de controvertidos proyectos de ley y que el jueves se enfrenta a una nueva protesta popular, que se prevé masiva. La emisión de “La ruta del dinero K”, servirá, sin duda, para aportar más gente a la protesta. 

Tras los dineros de los Kirchner