“Hoy Uruguay es el país de la región que tiene la mayor proporción de clase media, 62 %, pero tenemos pobreza todavía y por eso queremos llegar al gobierno para generar trabajo digno, mejores viviendas, más cultura”
@jgonzalezok | Si no hay una sorpresa mayúscula en la segunda vuelta de las presidenciales de Uruguay, este domingo se confirmará la elección de Tabaré Vázquez como nuevo presidente, cargo que ya ocupó hace 5 años. Los últimos sondeos le dan entre el 52 % y el 54 % de intención de voto, con una diferencia de unos 14 puntos respecto a su contrincante, Jorge Lacalle Pou. En la primera vuelta, celebrada el pasado 26 de octubre, Tabaré logró el 47,8 % y Lacalle el 30,9 %.
La victoria del Frente Amplio está respaldada por su presencia en la capital, Montevideo, donde es la fuerza más importante desde los años 90, sino también por haberse fortalecido en el interior del país. En la primera vuelta, el FA ganó en 14 de los 19 departamentos en que está dividido Uruguay.
La casi certeza del resultado hizo que disminuyera sensiblemente el ritmo de la campaña respecto a la primera vuelta, cuando el líder del Partido Nacional o Blanco protagonizó una remontada y consiguió superar al candidato del Partido Colorado, Jorge Larrañaga, ganándose el derecho a disputar la segunda vuelta. Pero, desde entonces, la brecha se ha mantenido y todo indica que la suerte está echada.
La suma de los votos de blancos y colorados no alcanza a Lacalle para amenazar a Tabaré. No todos los colorados, además, votarán por Lacalle. Y de los pequeños partidos el candidato conservador no puede esperar nada. El Partido Independiente (centro izquierda), cuarto en la votación de la primera vuelta, con un 3 % de los votos, dejó en libertad a sus votantes, pero mayoritariamente estarían con el Frente Amplio. Y la Unión Popular (izquierda), que consiguió un 1 % y estará por primera vez en el Parlamento, llamó a anular el voto.
Lo que las encuestas no lograron determinar todavía es si el FA tendrá mayoría en las dos cámaras. Está asegurada en el Congreso, donde tendrá 50 de los 99 diputados. Pero no en el Senado, donde en la primera vuelta ganó 15 de los 31 escaños. Si el FA gana las elecciones, la presidencia del Senado va automáticamente al vicepresidente -que en este caso sería Raúl Sendic, hijo del histórico dirigente tupamaro-, que tendría el voto del desempate.
En el cierre de campaña, Tabaré destacó los logros de estos años de gobierno del Frente Amplio, desde el 2005. “Hoy Uruguay es el país de la región que tiene la mayor proporción de clase media, 62 %, pero tenemos pobreza todavía y por eso queremos llegar al gobierno para generar trabajo digno, mejores viviendas, más cultura”. Aseguró que cumpliría los sueños de los uruguayos si era reelegido, aunque reconoció que hoy las exigencias son mayores, respecto a su primer gobierno (2005-1010).
Lacalle Pou consiguió el apoyo en la segunda vuelta del Partido Colorado, que históricamente fue el que ocupó más tiempo la presidencia del país, después de cosechar menos de un 13 % en la primera vuelta.
El mandato del nuevo presidente comenzará con el inicio de la nueva ley que reglamenta el tema de la marihuana. Tabaré Vázquez está de acuerdo con la misma, aunque dijo estar dispuesto a modificarla si no funciona el sistema de venta en farmacias. También adelantó que usaría el registro de usuarios, creado por la ley, para alentar el tratamiento de los dependientes. Lacalle se opone frontalmente a la ley, así como a recibir presos de Guantánamo, una decisión tomada por el presidente saliente, José Mujica.
Tabaré Vázquez cumplirá 75 años el próximo mes de enero. Oncólogo de profesión, fue alcalde de Montevideo entre 1990 y 1994. Y presidente en el período 2005-2010. Terminó su primer mandato con un 60 % de aprobación, lo que benefició a su sucesor José Mujica, que termina también con un alto porcentaje de popularidad. El actual presidente tiene un 65 % de aprobación, según la última encuesta de hace solo unos días.
Aunque los sectores más a la izquierda del Frente Amplio ganaron espacio en estas elecciones, no hay que olvidar que Tabaré Vázquez representa el ala más centrista. Hay que esperar también una política exterior más complicada con Argentina, como sucedió durante el primer mandato. Además del largo conflicto por la instalación de una fábrica de celulosa del lado uruguayo, se sabe de la antipatía personal mutua entre los Kirchner y Tabaré.
En cualquier caso, las elecciones parecen ya un mero trámite para los uruguayos. Después de este domingo solo se piensa en las vacaciones y el carnaval, el más largo del mundo, que paraliza la vida del país. Y ya vendrá el 1º de marzo, cuando Pepe Mujica le pase la banda a su sucesor y desde el llano –aunque seguirá activo en política, ahora como senador-, recordar que ha sido una de las figuras políticas más originales que se han visto por estos pagos.
