jueves. 18.04.2024
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@jgonzalezok | Aécio Neves, líder del centrista PSDB, logró finalmente dar vuelta a las encuestas y superar a Marina Silva (PSB) en la primera vuelta de las elecciones generales de Brasil. De esta manera, el líder tucano –como se conoce a los de su partido-, disputará con Dilma Rousseff (PT) la presidencia de la República, en la segunda vuelta del próximo 26 de octubre.

Los resultados son sorprendentes, porque hace solo 48 horas los sondeos de intención de voto daban un virtual empate técnico entre Marina y Aécio, con ligera ventaja para la primera. Los resultados, sin embargo, son claros a favor del segundo: 33,55 % para el candidato del PSDB, 21,32 % para Marina.

La presidente, Dilma Rousseff, quedó primera con un 41,59 %, el peor resultado del PT en los últimos 12 años. En 2010, Dilma obtuvo el 46,9 % de votos en la primera vuelta. Además, su rival de entonces, José Serra, también sacó algo menos que su competidor de ahora. Todo indica, pues, que la segunda vuelta se presenta como la más incierta en las últimas elecciones.

El hombre de la jornada, Aécio Neves, nació en Belo Horizonte hace 54 años. Casado con una hermosísima modelo, acaba de tener gemelos, lo que le aporta una imagen atractiva para cierto electorado. Es economista y nieto de Tancredo Neves, elegido presidente de la República en las primeras elecciones después de la dictadura (1964-1985), pero que falleció antes de poder asumir el cargo. Su debut en la política fue, precisamente, como secretario personal de su abuelo, que ha quedado en la memoria sentimental de todos los brasileños.

Diputado federal entre 1987 y 2002, fue después dos veces gobernador de Minas Gerais, el estado más rico de Brasil. Cuando dejó el cargo, para competir –y ganar- un puesto en el Senado, gozaba de una altísima popularidad. Esta es su primera candidatura a la presidencia de la República.

Las últimas encuestas dicen que en la segunda vuelta ganará la actual presidente. La diferencia sería 50 % frente a 41% en la encuesta de Datafolha, y de 45 % a 35 % según Ibope. Pero la campaña ha demostrado que el electorado está siendo muy volátil. En cuestión de semanas, la presidente pasó a ser superada por Marina Silva, aunque enseguida recuperó terreno. No obstante, Silva superó a Neves desde mediados de agosto. En la recta final, el candidato del PSDB volvió a recuperarse y quedan aún tres largas semanas de campaña.

Neves necesitará seducir al electorado de Marina Silva para la segunda vuelta. No hay todavía una definición, pero hay ya algunas señales. Eécio dijo que todos los que puedan contribuir a su proyecto, “serán muy bien venidos” y añadió que tenía un enorme respeto personal por la ex ministra y senadora Marina Silva. “Es hora de unir fuerzas, mi candidatura ya no es de un partido político o de un conjunto de alianzas. Es el sentimiento más puro de de todos los brasileños, que todavía tienen la capacidad de indignarse, pero sobre todo la capacidad de soñar”.

Marina, por su parte, no descartó darle su apoyo. Pero habló de la coherencia con su programa electoral y con el sentimiento de un cambio cualificado: “la sociedad brasileña está diciendo que no quiere lo que está ahí”, señaló, en referencia a lo que considera la vieja política.

Hace cuatro años, cuando también quedó tercera, Marina Silva decidió mantener la neutralidad y ahora podría apostar a mantenerse como la representante de la nueva política y así afianzar su propio proyecto, que no pasa por el partido que la presentó en estas elecciones, el PSB, sino por el suyo propio, Red de Sostenibilidad, que no llegó a tiempo de ser legalizado para estas elecciones, pero que tiene todos los requisitos para su registro. Y hay sectores del PSB próximos al PT, que podrían dar apoyo a la candidatura de Dilma.

En su primer discurso tras conocerse los resultados, Dilma Rousseff atacó muy duro y de frente a su rival. Habló de los “fantasmas del pasado” y dijo que, cuando gobernaron el país, los tucanos –es decir, Fernando Henrique Cardoso-, “gobernaron para solo un tercio del país, dieron la espalda al pueblo, promoviendo la contracción salarial, la recesión y el desempleo, y llevaron el país tres veces a la quiebra”.

Consciente de que los mercados preferirían a Aécio Neves como presidente, Dilma prometió cambios en la economía y un mayor control de la inflación. Pero aseguró que no promoverá los ajustes o las medidas antipopulares de los gobiernos del PSDB. También prometió un combate durísimo contra la corrupción.

Más allá de los resultados para la presidencia, hacer un análisis de los resultados electorales se complica en Brasil por el gran número de formaciones, 32, que además tienen intereses cruzados en algunos de los estados. Valga como ejemplo los respaldos de los dos candidatos que pasarán a la segunda vuelta. Dilma, además de su propio partido, el PT, tiene el apoyo del PMDB –el más grande del país, con 2,3 millones de afiliados, pero que hace tiempo no tiene candidato presidencial propio-, y otros menores: PSD, PP, PR, PC do B, PROS y PRB. Aécio Neves, por su parte, además del PSDB, cuenta con el apoyo del PMN, PTC, PT do B, DEM, PEN, PLN, PTB.

Ante esta verdadera sopa de letras, el ex presidente Lula se mostró convencido de que hay que actuar contra esta proliferación y encararlo desde la tan mentada reforma política. El Congreso Nacional no puede “continuar funcionando con centenas de partidos políticos (…) Las personas no tienen compromisos ideológicos, no tiene compromisos programáticos”, afirmó. 

Sorpresa en Brasil: Aécio Neves disputará la segunda vuelta con Dilma