viernes. 29.03.2024

Con un Chávez luchando por su vida en La Habana, los venezolanos votaron este domingo para elegir gobernadores de los 23 estados del país y los respectivos integrantes de sus legislaturas. El resultado no puede ser más decepcionante para la oposición, que hace solo dos meses y medio planteó un desafío serio a la continuidad de Chávez. Los datos de este domingo son contundentes: el chavismo ganó 20 gobernaciones, dejando solo 3 en manos de la oposición, que tenía 7. En Bolívar los resultados no son reconocidos por el candidato opositor.

Sin embargo el gobierno no logró derrotar a Capriles, la principal figura de la oposición, que reeditó el triunfo en el estado Miranda. Ganó con el 50,35 % de los votos al ex vicepresidente Elías Jauá, que sacó el 46,13 %. La idea del chavismo era presentar un candidato potente para aniquilar las posibilidades de Capriles de ser de nuevo candidato presidencial, en la eventualidad cada vez más cierta de nuevas elecciones, por el fallecimiento o incapacidad de Chávez de asumir la presidencia. De hecho es al segundo ex vicepresidente que Capriles derrota en Miranda, en las anteriores elecciones le ganó a Diosdado Cabello.

En su primer mensaje público, Capriles no quiso hacer especulaciones con una nueva candidatura presidencial. “No hablamos sobre hipótesis, mi compromiso es con Miranda y no voy a abandonarlos”, señaló. Pero también dijo que pronto llegaría el tiempo de la inmensa mayoría. “Hay algunos que a la segunda o a la tercera lo han logrado. Les digo a los venezolanos, eso que sembramos, ese sentimiento, esta allí, no permitamos que decaiga”. Y agregó: “ese cambio está cerquitica, se siente en el aire, se respira, los venezolanos quieren respuestas a sus problemas, hoy más que nunca mostramos a los venezolanos cómo podemos hacer las cosas”.

Otro de los presidenciales en las filas de la oposición era Pablo Pérez, que fue derrotado en Zulia por Francisco Arias Cárdenas, un ex militar que estuvo con Chávez en los dos intentos de golpe militar antes de entrar en la competencia electoral. Arias Cárdenas llegó a alejarse del chavismo, pero volvió después de un tiempo. Este resultado saca a Pablo Pérez de la carrera electoral y potencia la figura de Capriles. La victoria del chavismo en Zulia es especialmente dolorosa para la oposición, ya que es el estado más poblado y fue un bastión opositor en la última década.

En el estado Bolívar, Andrés Velásquez, de la opositora Causa R, no reconoce la derrota. “No vamos a permitir que el pueblo sea burlado (…) yo soy el nuevo gobernador de Bolívar y eso quedará suficientemente claro”, dijo Velásquez, un viejo dirigente de origen sindical, que llegó a ser candidato presidencial.

El secretario nacional de la opositora Mesa de Unidad Nacional, Ramón Guillermo Aveledo, reconoció que no estaban satisfechos con los resultados. Subrayó que la campaña electoral se había desarrollado en términos muy difíciles. En este sentido destacó que estas elecciones se celebraron solo 9 semanas después de perder las presidenciales del 7 de octubre. Y que la fecha había sido programada para impulsar la abstención.

El dato de los votantes que no acudieron a las urnas, en efecto, es notable. La abstención fue del 46,5 %, la más alta desde 2005, y contrasta con la que se registró en las presidenciales de octubre, que solo fue del 19,6 %. Las explicaciones, además del cansancio y la decepción opositora por la derrota de entonces, está en la fecha elegida, muy próxima a las fiestas y con vacaciones escolares.

El vicepresidente y heredero de Chávez, Nicolás Maduro, dijo que la victoria del chavismo ha sido el gran regalo al líder: “al comandante el pueblo le cumplió con un acto gigantesco de amor”. Maduro tuvo una intervención antes de terminar los comicios que levantaron la indignación opositora, ya que hizo proselitismo en plena jornada electoral, algo prohibido por la ley. “Es fundamental que el presidente Chávez, el gobierno bolivariano central tengan gobernadores y actitud de trabajo, para que la Gran Misión Vivienda se expanda más y llegue hasta el último pueblo, el último campo, ciudad y barrio”, dijo. Desde La Habana también habló el ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, yerno del mandatario, con otras declaraciones también claramente proselitistas, con la excusa de hablar de la recuperación del presidente.

Estas elecciones están marcadas por la ausencia de Chávez, que se sometió a una cuarta operación y que viajó a La Habana habiendo nombrado un sucesor –Nicolás Maduro-, ante la eventualidad de no poder asumir. No pudo participar en la campaña electoral, como siempre hizo, para reforzar a sus candidatos. Eso sí, designó a todos y cada uno de ellos, incluyendo a 12 militares.

Los resultados de las regionales le dan al chavismo tranquilidad para enfrentar el futuro. Si se confirma que Chávez no puede asumir el 10 de enero, habrá nuevas elecciones, con Nicolás Maduro como candidato. Los tiempos son reducidos, ya que las elecciones tendrían que convocarse en los 30 días posteriores a la inhabilitación de Chávez. La incógnita es saber si la bendición del mandatario será suficiente para Maduro, un hombre sin la fuerza ni el carisma del líder indiscutido y con un futuro que puede dar aún sorpresas.

Lo que está claro es que el panorama económico manda algunas señales de alerta. Este año el crecimiento de Venezuela ha sido de un 5 %, pero tiende a desacelerarse; se calcula que el 2012 se cerrará con un déficit del 14,7 % (cifra del Economist Intelligence Unit); la inflación del 18 %, seguramente aumentará; y se da por segura una devaluación.

Serio revés para la oposición en las primeras elecciones sin Chávez