jueves. 18.04.2024

El acuerdo implica una compensación y su pago en activos líquidos

@jgonzalezok / El ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, logró un acuerdo en Buenos Aires con el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, sobre la expropiación del 51% de las acciones que Repsol tenía en YPF, que el gobierno de Cristina Fernández decidió el 17 de abril del 2012. Desde la nacionalización de la compañía no se había podido llegar a ningún acuerdo de compensación. Como consecuencia, las relaciones entre los dos países entraron en una fase casi gélida.

Según el comunicado que hizo público el ministerio argentino de Economía, el principio de acuerdo implica fijar el monto de la compensación, su pago en activos líquidos, y el compromiso de las partes de desistir de cualquier acción legal en curso. Repsol deberá responder si acepta la oferta argentina en las próximas horas.

Participaron de la reunión, además de los ministros, el director general de la mexicana PEMEX –que tiene una participación del 9,49 % en Repsol-, el actual presidente de YPF, Miguel Galuccio, el secretario de Legal y Técnica de la presidencia argentina, Carlos Zannini, el director general de Negocios de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta, e Isidoro Fainé, en representación de la Caixa, que también participa con el 12,97 % en Repsol.

Otro comunicado de Repsol informó que el Consejo de Administración analizará la propuesta y decidirá en su reunión del próximo miércoles, 27 de noviembre. Repsol calculó desde un principio que debería recibir 10.000 millones de dólares como compensación. El comunicado oficial del gobierno argentino no dio detalles de los términos del preacuerdo, pero trascendidos periodísticos en Argentina indican que el gobierno de este país habría ofrecido a Repsol la mitad, 5.000 millones de dólares (unos 3.823 millones de euros). Unos 1.500 millones serían en efectivo, pero tendrían que invertirse obligatoriamente en la sociedad conjunta para financiar los proyectos de explotación en el megayacimiento de Vaca Muerta.

El principal problema a la hora de la indemnización es que Argentina tiene sus reservas mermadas y no puede acudir al mercado internacional de capitales desde la crisis del 2001-2002, que acabó en default. Por lo que el efectivo sería, en realidad, bonos de la deuda argentina.

El encuentro en Buenos Aires fue el primero de tipo oficial para tratar de llegar a un acuerdo. Repsol había iniciado acciones legales, tanto en tribunales argentinos, como de Estados Unidos, así como en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones). Repsol, además, presentó medidas cautelares por el acuerdo al que llegaron YPF y Chevron, considerándolo como ilegítimo, al considerar que podría poner en peligro “la integridad de la restitución”.

No estuvo presente en la reunión de Buenos Aires el presidente de Repsol, Antonio Brufau, enfrentado tanto con el gobierno argentino como con sus socios de PEMEX. Y que, además, sería partidario de mantener la batalla judicial con el gobierno argentino. 

Para el gobierno argentino es vital mejorar su frente externo. Y, sobre todo, conseguir inversiones para explotar nuevos yacimientos petrolíferos, especialmente el de Vaca Muerta, considerado como uno de los más grandes del mundo en hidrocarburos no convencionales. El principal problema económico del país tiene que ver con la pérdida del autoabastecimiento de energía, lo que supone una factura energética que está socavando las reservas de dólares. De ahí el cepo al dólar y las trabas a las importaciones que está aplicando el gobierno en los últimos dos años. .

Para Argentina, este principio de acuerdo contribuye a normalizar y fortalecer los históricos vínculos entre los tres países –se incluye a México, por la parte que le corresponde a PEMEX- y sus empresas. Fuentes del gobierno argentino subrayaron que el papel de los mexicanos a la hora de impulsar este acuerdo fue muy importante. Y se asegura que Argentina nunca pensó en no pagar por la expropiación, aunque nunca lo hizo expreso y Aerolíneas Argentinas, expropiada con anterioridad (2008), sigue en el limbo.

Principio de acuerdo entre España y Argentina por Repsol-IPF