viernes. 29.03.2024
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El envejecimiento de la población amenaza con incrementar el gasto de las pensiones en América Latina y el Caribe, al mismo tiempo, el elevado número de trabajadores en el sector informal que no hacen aportes para su pensión complicará la financiación de esos costes

Expertos y autoridades políticas se dieron cita hoy en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para analizar el futuro de las pensiones en América Latina y el Caribe. Un panel de alto nivel moderado por la periodista de CNN Gabriela Frías exploró diferentes enfoques de política para garantizar una mayor cobertura y sostenibilidad de los sistemas de pensiones en la región.

El evento marcó el lanzamiento del informe Panorama de las Pensiones: América Latina y el Caribe, elaborado por el BID, la Organización para y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial. El estudio ofrece indicadores comparativos de los modelos de pensiones de los 26 países de la región.

El envejecimiento de la población amenaza con incrementar el gasto de las pensiones en América Latina y el Caribe, al mismo tiempo, el elevado número de trabajadores en el sector informal que no hacen aportes para su pensión complicará la financiación de esos costes. En la actualidad, sólo 45 de cada 100 trabajadores aportan a un plan de retiro, y este porcentaje apenas ha cambiado en las últimas décadas. Además de ser pocos, las contribuciones de estos trabajadores suelen ser demasiado irregulares para financiar unas prestaciones adecuadas. Para 2050, entre 63 y 83 millones de personas podrían no recibir una pensión adecuada en ausencia de reformas y de esfuerzos por aumentar el empleo en el sector formal, incluyendo el acceso a educación de calidad.

“Debemos actuar ahora para asegurar el futuro de las pensiones de la región“, señaló el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, durante la inauguración del evento. “En este momento estamos disfrutando de un bono demográfico que no podemos desaprovechar. Si logramos que más personas contribuyan a los sistemas de pensiones, y si logramos ajustar los sistemas al aumento de la esperanza de vida, podremos dotar a generaciones futuras de una cobertura adecuada.”

“Los gobiernos necesitan impulsar las oportunidades de empleo en el sector formal, particularmente para las mujeres, a fin de que más personas puedan construir futuros privilegios de pensión por derecho propio”, dijo el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, en la inauguración del evento y agregó “Demasiadas personas en la región aún está excluidas de los sistemas de pensiones. Son necesarias más reformas para incrementar la cobertura de las pensiones a fin de asegurar un ingreso adecuado al momento del retiro”.

La tendencia más generalizada para solventar la brecha de personas que no cotizan a los sistemas de pensiones es ampliar las llamadas pensiones no contributivas o sociales. Estas ayudas del gobierno ayudan a disminuir la desigualdad y la pobreza, pero supondrán un reto fiscal a medida que la población envejezca y  haya más solicitantes.  Además ahora hay 8 personas en edad productiva por cada pensionista, pero se espera que,  en 2050, la tasa disminuya a 2.5, cercano al promedio de 1.9 de la OCDE.

Muchos países de la región aún carecen de los sistemas y el marco institucional que permitan una buena gestión de las pensiones, tanto contributivas como no contributivas. En ese sentido, inversiones en los sistemas y reformas en los marcos institucionales son un buen primer paso hacia lograr sistemas de mayor cobertura y sostenibilidad.

El informe Panorama de las pensiones: América Latina y el Caribe  ofrece  un análisis detallado de los sistemas de 26 países, atendiendo a su estructura, reglas y parámetros. En ellos contempla las reformas recientes, incluye indicadores clave sobre demografía, gasto público en pensiones e ingresos medios.

Peligran las pensiones para 80 millones de personas en América Latina y el Caribe