martes. 16.04.2024
unnamed

Aplaudió el boludo mediotizado argentino cuando el gobierno de facto le dijo a los medios que publicaran que aquí, en este país, éramos “Derechos y Humanos”. Poco tiempo después el boludo argentino celebró  la portada de Clarín en la que se le explicaba que la guerra de Malvinas estaba prácticamente ganada. Durante los últimos doce años, el boludo argentino se indignó con cada uno de los escándalos de corrupción que salpicaron al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. De modo que en las pasadas elecciones generales, el boludo argentino optó por un cambio y puso su voto en favor del candidato que acarreaba consigo nada más ni nada menos que 212 causas y un prontuario delictivo que ruborizaría al mismísimo Al Capone.

Ahora resulta que se ha destapado una olla mediante la cual han quedado al descubierto las ilícitas actividades de quien ya ocupa el sillón presidencial y le solicita, a ese mismo boludo que lo votó, que unnamed1pague sus impuestos “con alegría”.  Uno querría pensar que la boludéz del boludo argentino tiene un límite, sin embargo por lo que se ha escuchado en la opinión pública, el boludo manifiesta que no hay nada de sospechoso en estas operaciones de las que a nivel internacional se lo acusan a su presidente. Lo que en los diarios no se publica, no sucede. Y entonces el boludo argentino insiste con celebrar que los corruptos del gobierno anterior ya comienzan a caer, y celebra con algarabía que, según le explicó su presidente, “está todo bien”.

El boludo argentino repite titulares. No se cuestiona ni por asomo si hay o no intencionalidades o encubrimientos en el medio con el que acompaña su desayuno cada día. Y es por eso que no ha sabido más de los Panamá Papers de lo que le ha dicho su presidente. “Está todo bien”. Y él, el boludo mediotizado, repite mientras leer el titular que cita textualmente a su presidente. “Ves...”, dice señalando al periódico,...”está todo bien”.

Por mucho menos de lo que se le acusa al presidente Mauricio Macri, este mismo boludo argentino hubiera sido incitado a la rebelión de la cacerola, a exigir la renuncia inmediata, hubiera gritado su unnamed2indignación con adjetivos que luego se reproducirían en el medio con el que se informa. No hay manera de describir lo que hubiera sucedido si en vez de Macri, hubiera sido Cristina Kirchner la titular, socia -o lo que coño fuera- de empresas fantasmas. El 49 por ciento de los argentinos ya hemos fantaseado con ese escenario.

El boludo argentino no se entera de que está siendo manipulado. Ni nunca lo hará. Se indignará solo cuando le digan que debe indignarse y callará cuando el mensaje sea callar. La boludez del boludo argentino es tan inconmensurable que, aun cuando sospeche que algo no anda bien, cuando su presidente le aplique un ajuste brutal, le suba los impuestos, lo despida del trabajo, etc; creerá que la culpa siempre la tiene el gobierno anterior. Hablará de la pesada herencia y responsabilizará a todos, menos al que con su dinero emprende rentables negocios de los que el boludo argentino no se beneficiará jamás. Y con total seguridad, en una próxima guerra, el boludo argentino creerá que está ganando. Porque al boludo mediotizado argentino, siempre le harán creer que es el más listo. 

Mediotizando al boludo argentino