CRóNICAS DE AMéRICA LATINA | JAVIER M. GONZáLEZ

Polémica en Argentina por las especulaciones sobre la salud de la presidenta

Un comentario de un conocido periodista, que también es médico, pone en duda su equilibrio mental.

@jgonzalezok | El antikirchnerismo más violento siempre propagó insultos sobre la presidenta argentina, Cristina Fernández, adjudicándole inestabilidad emocional o trastornos de la conducta. Sobre todo en las redes sociales, donde es ya un clásico el hashtag #CristinaSacada, cuando la mandataria despotrica en su cuenta de Twitter. Pero un conocido y serio periodista, Nelson Castro, que es además médico, terminó su programa semanal en el canal de noticias TN –del grupo Clarín-, con su habitual comentario editorial, afirmando que la presidente tiene el síndrome de Hubris.

Castro, especializado en neurología y que se perfeccionó como médico y como periodista en los Estados Unidos, afirmó que los médicos de Cristina Fernández están muy preocupados por su momento emocional. Aseguró que la mandataria sufre el síndrome de Hubris, al que definió como la enfermedad del poder, que afecta a aquellas personas que sienten que son únicas en la historia, piensan que saben todo, que la realidad es la que ella cree que es y no la que es, que los otros no saben nada y como tal los desprecia y que nadie comprende lo que está pasando: “como consecuencia de esa autosuficiencia, hay un comportamiento soberbio y, por ende, no se dialoga con nadie”.

seguró que la mandataria sufre el síndrome de Hubris, al que definió como la enfermedad del poder

El síndrome de Hubris no está dentro del manual psiquiátrico, según señaló el doctor Harry Campos Cervera al diario Perfil. Pero añadió que esto no quiere decir que no pueda haber una patología. El neurólogo David Owen, autor del libro In Sickness and in Power, sí habla del mismo y sostiene que quienes lo sufren se creen invencibles y ven enemigos por todas partes.

Nelson Castro ha escrito varios libros de medicina y política, como Enfermos de poder: la salud de los presidentes y sus consecuencias, que publicó en 2005. Poco antes de que falleciera el ex presidente Néstor Kirchner, sostuvo que su vida corría peligro, tras sufrir un ACV y continuar con una frenética actividad política. El periodista-doctor, que además estudia dirección de orquesta, ejerce un periodismo de opinión, claramente crítico con el gobierno, pero de alta calidad profesional. Ha ganado varios galardones internacionales, como el Premio Internacional Rey de España, en 1994.

El dirigente socialista y ex candidato presidencial Hermes Binner, también médico –en este caso su especialidad es anestesiología y medicina del trabajo-, hizo declaraciones que vienen a insistir en la misma opinión de Castro. Afirmó que el país necesita una persona equilibrada: “no aceptar una derrota es una cosa, pero enojarse de la forma en que lo hace es peor”, dijo después del furioso discurso de la presidente tres días después de las elecciones. “Si este es el camino que hay para los próximos dos años (los que restan del mandato presidencial), es para preocuparse”, dijo también Binner.  

Los medios antikirchneristas han reaccionado a estas insinuaciones sobre el equilibrio de la mandataria como es esperable. Pero algunos otros periodistas no alineados con el gobierno han expresado también sus dudas sobre este tipo de informaciones. Quizá el más destacado haya sido Ernesto Tenembaum, que también trabaja en el canal TN y que, tras expresar su respeto profesional por Nelson Castro, escribió en su blog que le parecía una intrusión demasiado delicada en la vida de otras personas, aunque fuera una información contrastada.

Los resultados de las elecciones parciales del pasado 11 de agosto mostraron una reacción de la presidente que plantea algunas preguntas o dudas. Negó la derrota clara, a pesar de que perdió cuatro millones de votos.

Lo cierto es que los resultados de las elecciones parciales del pasado 11 de agosto mostraron una reacción de la presidente que plantea algunas preguntas o dudas. Negó la derrota clara, a pesar de que perdió cuatro millones de votos respecto a las elecciones presidenciales de hace dos años y que ha perdido en los principales distritos del país. Entró en cólera porque, supuestamente, no se había informado que el oficialismo había ganado en la Antártica, donde votaron 122 personas, la mayoría militares. El diputado opositor Julio Martínez (UCR) denunció que el jefe del Ejército, general César Milani, habría ejercido “brutales presiones” para alinear a las fuerzas al proyecto kirchnerista.

Cristina Fernández también reprochó a los medios que no se informara de la victoria oficialista en la comunidad indígena La Primavera, de los indios Qom. Ahí, gran parte de los votantes no fueron indios, que tienen grandes problemas para conseguir documentos de identidad y por tanto no pueden votar. “La mayor parte (de los que votaron en la comunidad) fueron criollos de la zona”, dijo el cacique Félix Díaz, recientemente recibido por el papa Francisco en el Vaticano. En los últimos años los Qom han sido despojados de sus tierras y hay varios casos de asesinatos, frente a la pasividad del gobierno nacional y del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. .

También llamó la atención cómo la presidenta descalificó a todos sus adversarios: “quiero discutir las cosas importantes con la UIA (Unión Industrial Argentina), los bancos, los sindicatos, los verdaderos actores económicos, y no con el banco de suplentes que me ponen en las listas (sic)”. E insistió en su habitual ataque a los medios independientes del gobierno: “los medios malinforman y la gente no se da cuenta, cuando se dan cuenta es tarde, perdieron el laburo (trabajo)”.

Los resultados de las primarias deberán ratificarse aún en la verdadera cita con las urnas, el próximo 27 de octubre. Pero el nerviosismo ha cundido en las filas del gobierno. Sobre todo porque no todos han mantenido el discurso oficial, de negar lo evidente. Mario Ishii, que fue alcalde del municipio de José C. Paz, uno de los baluartes del kirchnerismo en el conurbano bonaerense y que ahora es candidato a senador, lo dijo muy crudamente: “la gente está enojada con la gestión de Cristina (…) esto es una cagada (sic) a palos tremenda, hablando en criollo”. Cuando el gobierno también perdió las elecciones parlamentarias hace cuatro años, Ishii prometió salir a cazar traidores, en referencia a otros dirigentes locales que no habían apoyado suficientemente al gobierno en la campaña.

Los malos resultados, sobre todo en el principal distrito del país -la provincia de Buenos Aires-, recaen directamente en la presidente, que fue la protagonista absoluta de la campaña electoral y que eligió personalmente al cabeza de cartel, Martín Insaurralde, un desconocido para gran parte de la población.

De cara a las elecciones de octubre se esperan anuncios de tipo económico, que intentarían enfrentar el malestar social provocado por la inflación o, el cepo al dólar. Anuncios que vendrían en forma de aumento del gasto público, vía ayudas sociales. Y el próximo miércoles podría haber una reunión de la presidente con empresarios, banqueros y sindicalistas, como anunció estos días. Sería el diálogo con los titulares, como dijo en su discurso post-electoral.