jueves. 28.03.2024
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En septiembre de 2015, cuando Mauricio Macri promovía su candidatura a presidente por la Alianza Cambiemos, se conoció la noticia sobre la adjudicación de falsas pautas publicitarias a diferentes radios del país, ejecutadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cuyo jefe no era sino el mismísimo Macri.  

En una recorrida de campaña por la ciudad de Tandil, el entonces líder del PRO (Propuesta Republicana por el Cambio), ofreció una rueda de prensa a periodistas locales, entre quienes se encontraba Jorge Bruno, director de FM Mega Stereo; emisora que –según constaba en los documentos de contratación de pautas del gobierno porteño- recibía una importante suma de dinero en calidad de pauta. “¿Cómo puede ser que mi radio, que no tiene ninguna pauta ni relación con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, figure en la página web oficial de la Ciudad con una pauta de 600 mil pesos?”, inquirió Bruno al actual presidente argentino. Ante esta consulta, Macri respondió diciendo “Debe haber un error de carga. A veces hay errores, pero estamos tranquilos”.

La respuesta de Macri fue similar a la que ya habían dado otros dirigentes del PRO en numerosos casos de esta misma naturaleza. “Debe tratarse de un error administrativo, un error de carga”.

Ahora, a dos años y medio de gestión de Mauricio Macri, una investigación del medio digital El Destape reveló la existencia de falsos aportantes a la campaña de Cambiemos, coalición con la que Macri obtuvo el 51 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales de diciembre de 2015.

El 99% de los financistas que supuestamente sustentaron los gastos de campaña, figuran como afiliados al partido que, en la provincia de Buenos Aires, preside la actual gobernadora, María Eugenia Vidal. Sin embargo las investigaciones –ahora ya judiciales gracias a la denuncia de El Destape, arrojan como resultado que fueron utilizadas las identidades de decenas de bonaerenses para encubrir el origen real de los fondos proselitistas. El oficialismo, que hizo suya la bandera de la transparencia y la honestidad durante su campaña electoral, utilizó las bases de datos de programas y monotributistas sociales; luego tomó las identidades de cientos de beneficiarios para que figuraran como aportantes a la campaña electoral bonaerense, todos con pequeños aportes en efectivo.

Ahora la justicia, que de momento ha determinado juzgar y encarcelar sólo a los acusados por delitos de corrupción pertenecientes al anterior gobierno (algunos de ellos sin más pruebas que denuncias periodísticas), deberá decidir quién o quiénes de los miembros del actual gobierno serán procesados por robo de identidad y lavado de dinero. Todos los caminos apuntan a la presidenta del partido del gobierno en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Los “errores de carga” de Mauricio Macri van a la justicia