viernes. 19.04.2024
Xiomara Castro, la esposa del depuesto Manuel Zelaya.

@jgonzalezok / Honduras celebra este domingo elecciones generales, las segundas desde el golpe de Estado de 2009, pero las primeras en condiciones de normalidad. El golpe parlamentario contra Manuel Zelaya –que se había convertido en un aliado de Hugo Chávez- rediseñó el mapa político hondureño, ya que provocó la división del Partido Liberal y la aparición de nuevos movimientos políticos. Nueve partidos participan en las elecciones -cuatro de ellos surgidos después del golpe- y todo indica que se acabó el centenario bipartidismo que había caracterizado la historia del país, con los partidos Nacional y Liberal, ambos conservadores, alternándose en el poder cuando los militares lo permitían.

Los dos candidatos favoritos son Xiomara Castro, esposa del ex presidente Zelaya,  candidata del partido LIBRE  (Libertad y Refundación), y Juan Orlando Hernández, del conservador Partido Nacional, presidente del parlamento y heredero del actual presidente, Porfirio Lobo. El candidato de lo que quedó del Partido Liberal es Mauricio Villena, un miembro del Opus Dei que ha venido perdiendo apoyo en las encuestas. Del resto de candidatos destacan el relator deportivo Salvador Nasralla, por el Partido Anticorrupción, y el ex general Romeo Vásquez Velásquez, que era el jefe del Ejército cuando depusieron a Zelaya, que se presenta por la Alianza Patriótica Hondureña.

Xiomara Castro y LIBRE plantean un “socialismo democrático a la hondureña”. Y una refundación de Honduras mediante una Asamblea Constituyente. Fue el intento de modificar la Constitución lo que disparó el golpe contra Zelaya, que pretendía de paso conseguir la reelección. Xiomara Castro no tenía ninguna experiencia ni actividad política hasta el golpe del 2009, pero a partir de ese momento jugó un importante papel en la movilización para conseguir la liberación de su marido y, después, para lograr su retorno al país. Su posible elección sugiere que Zelaya, que no puede ser candidato, sería el poder en la sombra

Todas las encuestas hablan de un resultado por muy poca diferencia. Las últimas encuestas, del mes de octubre, dan un empate técnico. Dado el clima político del país no hay que descartar acusaciones de fraude por parte del perdedor, sea quien sea. En Honduras no hay segunda vuelta, con lo que el candidato presidencial que salga electo tendrá aproximadamente un 30 % de votos, poco para garantizar legitimidad y gobernabilidad.

Honduras tiene el triste récord de ostentar el mayor índices de homicidios del mundo, 85 por cada 100.000 habitantes; aunque en San Pedro Sula, la ciudad más importante desde el punto de vista económico, esta cifra asciendo a 173. El narcotráfico es el responsable del 75 % de estas muertes. Según los especialistas, Honduras es utilizada como puente para el envío del 87 % de la cocaína que llega a los Estados Unidos. Un informe presentado en el Senado norteamericano señaló que el país tiene el mayor número de integrantes de bandas criminales de toda Centroamérica. La violencia también se ejerce contra periodistas, miembros de ONG y hasta contra candidatos a las elecciones, fundamentalmente del partido LIBRE. .

Parte de la violencia se debe a la propia policía. La corrupción en sus filas no se ha podido erradicar. Y el gobierno de Porfirio Lobo decidió que los militares cumplan funciones como el patrullaje en ciudades y lucha contra el narcotráfico, algo señalado por numerosas organizaciones como muy peligroso en un país con un largo historial de golpes militares. Mediante la Operación Libertad, fueron desplegados 1.300 efectivos militares en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

La situación económica que heredará el nuevo gobierno es también muy preocupante. El 71 % de la población vive en la pobreza, y un 53 % en la miseria. La situación empeoró durante estos cuatro años de gobierno de Porfirio Lobo, que redujo los gastos sociales coincidiendo con la crisis internacional. En Honduras está la mayor desigualdad en la distribución de la riqueza en toda América Latina. Más del 43 % de la fuerza laboral, con trabajo de jornada completa no llega a ganar siquiera el salario mínimo  La deuda pública –interna y externa- es de unos 7.300 millones de dólares, lo que supone un 42 % del PIB.

La violencia, la corrupción y la situación económica han llevado a los hondureños a cierto desapego por la institucionalidad. Según el último Latinobarómetro, solo el  44% de los ciudadanos prefiere la democracia sobre cualquier otra forma de gobierno. Y la situación económica y la violencia alcanzan en la percepción ciudadana el mismo grado de preocupación

Este domingo se elige presidente, tres vicepresidentes (que en Honduras se conoce como designados presidenciales), 128 diputados, 298 alcaldes y 20 diputados para el Parlamento Centroamericano. Podría no haber resultados oficiales definitivos en la noche del domingo. Habrá 20.000 observadores, de ellos unos 800 internacionales, incluyendo a la Unión Europea y la OEA (Organización de Estados Americanos). Pero el Tribunal Supremo Electoral no acreditó como tales al ex juez español Baltasar Garzón, a la Premio Nobel de la Paz Rigoberto Menchú ni al ex presidente de Panamá, Martín Torrijos, aunque podrán participar en el proceso como acompañantes del partido LIBRE.

Elecciones en Honduras con resultado incierto