viernes. 29.03.2024
El exministro de Educación Fernando Haddad (c), del Partido de los Trabajadores (PT), candidato a la alcaldía de Sao Paulo tras emitir su voto, en un colegio electoral en Sao Paulo, durante la segunda vuelta de la jornada de elecciones municipales

Fernando Haddad, de 49 años, estará al mando de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, al ganar en segunda vuelta electoral a José Serra, un veterano con una larga historia política, que ya fue dos veces candidato presidencial por el PSDB, ex prefecto de la ciudad y gobernador del estado. La diferencia de votos fue de algo más de diez puntos a favor de Haddad, que fue ministro de Educación de Lula y Dilma, pero que nunca había disputado una elección.

Con 11 millones de habitantes, la prefectura de Sao Paulo maneja el tercer presupuesto del país, después del gobierno federal y de la gobernación del Estado. Haddad prometió una nueva Sao Paulo y “derribar el muro de la vergüenza entre la ciudad rica y la ciudad pobre”. Y planteó que si la capital paulista no consigue resolver sus problemas, “qué ciudad de Brasil y del mundo lo conseguirá”. Prometió buscar acuerdos con el gobierno nacional y con el del Estado, que está en manos de Geraldo Alckim, del PSDB, el mismo de su rival en estas elecciones, José Serra.

En una carta publicada en O Estado de Sao Paulo, la víspera de la elección, Haddad afirmó que era inadmisible que la mayor ciudad del país y de América Latina presente indicadores sociales degradantes y que la mayor parte de su población viva la miseria de una vida sin ninguna perspectiva de futuro.

La ciudad plantea desafíos enormes, además de la cuestión social. Con un conurbano que no deja de crecer, dos son los problemas más urgentes. El transporte, que es un caos durante la mayor parte del día, no solo en horas punta. Y la criminalidad, que se ha disparado en las últimas semanas, en una nueva ofensiva del Primer Comando de la Capital, organización criminal que maneja desde la cárcel gran parte del narcotráfico en todo el país. Organismos de Derechos Humanos han denunciado también el accionar de la policía, que podría ser responsable de algunas ejecuciones sumarias.

La victoria en Sao Paulo es un botín importante para el PT. Haddad había empezado la campaña siendo tercero en las encuestas. Fue una apuesta personal del expresidente Lula, que se tuvo que imponer frente a otros sectores del partido. Esta victoria es también significativa porque el derrotado es José Serra, figura histórica del PSDB, que ha sido el gran rival del PT en las últimas elecciones presidenciales. De esta forma, la campaña para las elecciones del 2014 está ya lanzada y con una ventaja estratégica para el partido del gobierno.

Para el PSDB, fundamentalmente Serra y el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, la derrota enciende señales de alarma. Todo parece indicar que es el fin de la carrera de Serra, ya con 70 años. Y queda en duda el papel del partido como principal referencia de la oposición. En cualquier caso puede ser el momento de Aécio Neves, que con 52 años representa una nueva generación. Muy popular en Minas Gerais, fue gobernador del Estado, varias veces diputado y llegó a ser presidente de la cámara. Nieto de Tancredo Neves, el primer presidente electo de la democracia, que murió antes de poder asumir el cargo, su déficit está en su popularidad fuera de su estado natal.

Pero, detrás de los números, el gran avance lo ha dado el PSB (Partido Socialista Brasileño), que va a comandar las ciudades de Fortaleza, Belo Horizonte, Cuiabá, Recife y Porto Velho. Un éxito personal de su líder, Eduardo Campos, que ya se presenta como uno de los precandidatos presidenciales en el 2014.

En la primera vuelta de estas municipales el PT solo había conseguido una de las grandes ciudades del país, Goiânia. Río de Janeiro fue para uno de los aliados del gobierno, Eduardo Paes, del PMDB. Pero tuvo reveses significativos: perdió en Recife, donde gobernaba desde hace doce años, y también en Belo Horizonte, la tercera ciudad en importancia del país.

Además de Sao Paulo, los resultados más importantes de esta segunda vuelta fueron los siguientes. El PT venció en Joao Pessoa, capital del Estado de Paraíba. Marcus Alexandre, también del PT, se hizo con la ciudad de Rio Branco, capital del estado de Acre. Un aliado del gobierno, Gustavo Fruet, fue elegido en Curitiba. En Salvador de Bahía, ACM Neto (DEM), derrotó al candidato petista Nelson Pelegrino; en Fortaleza, Roberto Claudio venció a Elmano de Freitas (PT); Artur Virgílio Neto (PSDB), se impuso a la comunista Vanessa Graziotin (PC do B); en Campinas, la segunda ciudad del Estado de Sao Paulo, Jonas Donizzete (PSB), derrotó a Marcio Pochmann (PT).

En el balance final de estas elecciones, el PT consiguió aumentar el número de votos y el número de prefectos, creciendo su control territorial, con lo que parece confirmarse que el llamado escándalo del mensalão no afectó de manera significativa el desempeño electoral del partido.

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