viernes. 19.04.2024
robertito
Roberto Funes Ugarte | Reportero del canal C5N

@jgonzalezok | Se sabe que cada discurso de la presidente argentina, Cristina Fernández, no puede dejar de contener ácidos reproches a la prensa que no controla, a la que tacha de golpista y representante de las corporaciones. Sobre todo después de que se produjo su ruptura con el grupo Clarín, coincidiendo con el paro agropecuario que le hizo la patronal del sector, en la primera mitad del 2008.

Fruto de esa ruptura –hasta entonces, el mandamás de Clarín era un habitual de la residencia presidencial de Olivos- fue la Ley de Medios, diseñada para desmantelar al mayor grupo mediático de la Argentina y uno de los más importantes de América Latina.

Con estos antecedentes, sorprendió el inesperado elogio que Cristina Fernández le dedicó este sábado a un reportero del canal C5N, Roberto Funes Ugarte, conocido como Robertito: “Es lo más elegante que hay en la televisión argentina, lejos, además de un divino total (…) porque, ¿sabés qué?”, tiene buena onda, y, ¿sabés qué?, es un buen periodista, y, ¿sabés qué?, te hace sentir bien, feliz y alegre, y no por eso dice tonterías, ni hace chimentos (chismes, rumores), simplemente la alegría de la vida”. Sería la antítesis de la “cadena del desánimo y del miedo”, con que suele referirse a los medios que considera opositores.

El canal para el que trabaja el aludido, C5N, fue comprado hace unos meses por Cristóbal López, el zar del juego en Argentina, uno de los empresarios aliados de los Kirchner. El canal cambió radicalmente de línea editorial con el cambio de manos. En el pasado profesional de Robertito está su viaje a España donde probó suerte en las Crónicas Marcianas de Sardá. Gran parte de su carrera se ha basado en el abordaje de estrellas de la farándula o personajes conocidos.

“Agradezco la deferencia de la señora presidenta que tuvo hoy hacia mi persona”, escribió en su cuenta de Twitter. Claro que no es el primer favor de la mandataria al reportero. Durante la coronación del papa Francisco, Cristina Fernández ofició de intermediaria para que Robertito saludase al nuevo papa argentino.

La referencia al reportero televisivo, en medio de un discurso en el que defendía la política energética de su gobierno, tuvo también una frase misteriosa: “los que acostumbran a reírse de los demás y ganan plata a costilla de los demás, son mediocres”. Sin dar más pistas, inmediatamente empezaron a tejerse especulaciones y todo indica que el dardo iba dirigido a Marcelo Tinelli, figura televisiva que iba a hacerse cargo de remozar el programa Fútbol para Todos –las transmisiones en abierto de los partidos de la liga argentina-, despolitizándolo. Pero que fue bajado del proyecto por La Cámpora, el grupo juvenil del kirchnerismo, que no quería perder un arma de propaganda.

El concepto de prensa independiente no existe para el gobierno argentino, que considera que los medios son un factor de distorsión social y que siempre hay un interés inconfesable detrás de cualquier opinión que no se atenga a la doctrina oficial. Sobre la labor de los periodistas, es insuperable la definición del que fuera director de la estatal agencia Télam, Martín García: “los periodistas profesionales son como las prostitutas, escriben mentiras en defensa de los intereses de los que les pagan. Los militantes, en cambio, escribimos la verdad al servicio del pueblo”.

Logrado su objetivo con la Ley de Medios, no por eso han disminuido los ataques a medios como Clarín, La Nación o Perfil. Es más, arreciaron en los últimos días coincidiendo con una decisión de la Corte Suprema que obliga al Estado a no discriminar a Canal 13 –del Grupo Clarín- en la distribución de la publicidad oficial. Los nuevos embates tienen que ver, también, con momentos difíciles en la economía, signados por la reciente devaluación del peso y el rebrote inflacionario.

El único cambio observado es que algunos dirigentes del kirchnerismo ahora se dejan entrevistar en los medios opositores, sobre todo en TN, el canal de noticias del Grupo Clarín. El cambio se produjo poco antes de las elecciones parlamentarias del mes de octubre, cuyos resultados acabaron con las ambiciones reeleccionistas de la mandataria.

Desde que llegaron al poder, los Kirchner sostuvieron que no necesitaban a los medios, que ellos se comunican directamente con las masas. Por eso su contacto con los periodistas ha sido esporádico. Lo más parecido a una entrevista periodística fue en 2003, poco antes de asumir Néstor Kirchner. Apareció en un popular programa televisivo en el que Mirtha Legrand, legendaria actriz y conductora televisiva, almuerza con sus invitados. Quedó en la memoria de los argentinos  la pregunta, de evidente tono macartista, que le hizo al presidente electo: “¿se viene el zurdaje?”. En las escasísimas entrevistas posteriores que concedieron nunca estuvieron frente a un periodista que no fuera amigo.

El elogio de Cristina Fernández a Robertito es, por tanto, coherente con la compleja relación que los Kirchner han mantenido con la prensa. Después de años de no haber concedido ninguna entrevista, la presidente cambió de idea hace unos meses y empezó una serie de conversaciones en el canal oficial, con distintos interlocutores. El primero fue Hernán Brienza, un militante del kirchnerismo; el segundo fue Jorge Rial, el rey de los programas de espectáculos, con un programa diario en televisión en el que, durante horas, da vueltas a la farándula y los personajes asociados a la misma.

La enfermedad y la operación en el cerebro interrumpió lo que parecía iba a ser una serie, en la que la edición final estaba en manos de la presidencia. Tras la recuperación no se volvió a hablar del tema.

Cristina Fernández: "Robertito, un divino total"