viernes. 29.03.2024
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La situación de los menores de 0 a 17 años se agravó durante 2017 y la tendencia indica que esto se mantendrá o que se agravará

Los datos que se desprenden de este informe fueron analizados por el Observatorio de la Salud Social de la Universidad Católica de Argentina (UCA), y revelan la situación de 8 millones de niños que padecen serias privaciones en su vida diaria. La situación de los menores de 0 a 17 años se agravó durante 2017 y la tendencia indica que esto se mantendrá o que se agravará. Si se toman los datos más actualizados de la UCA con una muestra más abierta del último trimestre del 2017, se observa que la intensidad de privaciones en los menores llegó al 65%.

En esta última muestra actualizada, el informe señala que ya son 8.255.000 de niños privados de algún derecho. Desde el tercer trimestre de 2017, 1 de cada 10 niños reside en hogares vulnerables en términos de acceso a los alimentos. Desde el 2015 se registra una tendencia escalonada en ascenso en esta variable. Esta vulnerabilidad en el campo alimentario trepa al 18% en la infancia pobre en términos monetarios.

Mientras las cifras de la pobreza infantil se disparan, los medios de comunicación afines al poder celebran el incremento de ventas de productos de lujo. Según el diario Clarín, “La venta de coches de alta gama crece por encima del mercado en el primer trimestre”;  movimiento de divisas que el diario militante del gobierno celebra como un logro de la “nueva y floreciente Argentina”. En contraste con esta realidad auspiciosa que beneficia al sector más acomodado de la sociedad, Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, sostiene que “los pobres son ahora mucho más pobres que antes”.

Las consecuencias del modelo neoliberal ya han encendido todas las alarmas. Entidades no gubernamentales, agrupaciones sociales, veedores internacionales y hasta la Iglesia, le han comunicado al gobierno la situación generada por las medidas tomadas en dos años y medio. Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, sostuvo que “hoy el pueblo no tiene condiciones de vida dignas”. Y en su observación, quizás la reflexión más acertada fue la que manifestó durante la homilía del 25 de mayo del pasado año: “No hay motivo para una fiesta patria cuando buena parte del pueblo no está invitado”.

La “pobreza cero”, esa ficción con la que Macri completaba el temario de su programa electoral, lo hizo al presidente fotografiarse con esos pobres a los que de cerca jamás había visto y a quienes jamás volvió a ver. La propuesta del empresario reconvertido a la política, es la de un Estado disponible para la optimización de negocios. La pobreza no es rentable. En el modelo impulsado por Macri, los pobres no tienen cabida.

La desigualdad social, el hambre y la violencia crecen, mientras Macri pacta el regreso del FMI. Una película que Argentina ya vio y de la que aún no ha olvidado su final.

Crece la pobreza infantil en Argentina