viernes. 19.04.2024

@jgonzalezok | Seriamente cuestionado ya por su pasado durante la dictadura, el general César Milani será investigado por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito. Así lo decidió el fiscal Jorge Di Lello y la causa ha caído en el juez Daniel Rafecas, que hace un año fue apartado de la causa que investiga por corrupción al vicepresidente, Amado Boudou.

Una investigación periodística mostró hace más de una semana la mansión en la que vive el general, en la urbanización de La Horqueta (San Isidro), al norte del conurbano bonaerense, que no podría estar nunca a su alcance, con su sueldo de 15.000 pesos (poco más de 2.700 dólares al cambio oficial, 1.700 al cambio negro).

Según su declaración jurada de bienes, su mujer no tiene ingresos y su única entrada sería de su sueldo en el Ejército. Además de la casa, de más de 1.000 metros cuadrados, Milani tiene varios coches de lujo, como un Alfa Romero que, sugestivamente, se olvidó de mencionar en sus declaraciones juradas.

Ante la inconsistencia de su patrimonio, ya en 2010 debió responder a varias preguntas de la Oficina Anticorrupción. Antes de mudarse a su actual vivienda, el general Milani vivía con su mujer y sus tres hijos en un apartamento mucho más sencillo, en el barrio de Belgrano. Declaró que para comprar su actual vivienda aportó el dinero que obtuvo por la venta del viejo, pero éste solo lo vendió medio año después de comprar la mansión de San Isidro.

Este episodio no hace más que complicar aún más el futuro de Milani al frente del ejército argentino. Después de que su ascenso al grado de teniente general fuera paralizado por las sospechas de haber participado en la represión durante la dictadura, su único apoyo es la presidente, Cristina Fernández, a la que no le gusta rectificar los errores. Dispuso que el Senado vuelva a tratar el ascenso después de las elecciones de octubre, manteniéndolo en la jefatura del Ejército.

Pero el caso está golpeando al gobierno en un momento delicado. El tema se coló en la campaña electoral: el 27 de octubre se renuevan parcialmente las dos cámaras del Parlamento, pero el 11 de agosto hay una primera cita con las urnas, ya que hay elecciones primarias.

Ante la posibilidad de que su situación sea insostenible y tenga que dejar el ejército, el diario Perfil sostiene que el todavía general piensa dedicarse a la política. Un oficial del círculo íntimo de Milani habría dicho al mismo medio que “él cree que es Perón, no es joda, lo dice en serio”. Una aspiración que cuadra perfectamente con su último discurso, cuando dijo: “pretendo aquí un ejército maduro, mirando hacia el futuro, con clara esperanza y renovadas ansias, para acompañar el proyecto nacional que hoy se encuentra vivo e instalado en el corazón y la mente de los argentinos”.

De hecho ya hay un Ateneo Peronista César Milani, en su ciudad natal, Cosquín (provincia de Córdoba). Su padre y su hermano tienen historia política en el peronismo en esa pequeña localidad, conocida sobre todo por su famoso festival folklórico

El caso Milani está poniendo en evidencia la vulnerabilidad del gobierno respecto a su principal capital político, su posición respecto a la lucha contra la impunidad por los crímenes de la dictadura. La presidente dijo que no aceptaría “ningún linchamiento mediático” y que quienes acusan no están interesados ni en las víctimas, ni en las

Fuerzas Armadas ni en los derechos humanos, “solo les interesa hacer daño a un gobierno que considera contrario a sus intereses”.

Para Cristina Fernández, resulta tragicómico que quienes votaron a favor de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, “que permitieron que caminaran libremente por las calles quienes habían torturado y desaparecido gente”, ahora acusen al gobierno.

Por eso es especialmente significativa la durísima carta abierta que le escribió a la mandataria la diputada Victoria Donda, nacida en cautividad en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). Ex kirchnerista, hoy milita en el frente opositor UNEN. Donda dice mostrarse sorprendida y lastimada al ver que la obediencia debida goza de muy buena salud en Argentina.

En este sentido, criticó las declaraciones del candidato a diputado Ricardo Forster –uno de los intelectuales orgánicos del kirchnerismo, integrante de Carta Abierta-, que dijo que Milani no podía negarse a firmar un documento que ocultaba la desaparición de un soldado de su regimiento, “porque tenía 20 años”. Y también aludió a las declaraciones del ministro de Defensa, Agustín Rossi, que trató de quitar importancia al pasado del hoy general, con el argumento de que en 1976 Milani era  subteniente, el grado más bajo. “Como si esas ideas fuesen suficiente justificativo para limpiar el oscuro prontuario de quien vos propusiste como jefe del Ejército”, dice Donda, que tutea a la presidente.

La carta añade: “hoy, Cristina, la vida y la política nos encuentra en caminos separados. Siento que los cuadros que bajamos de la pared –en alusión al gesto de Néstor Kirchner de descolgar el retrato de Videla de la Escuela Militar-, vuelven simbólicamente a su lugar; que las empresas a las que pedimos que se vayan del país, regresan a llevarse lo que es nuestro y a contaminarnos; y que la corrupción resucitó de la peor forma posible”.

Victoria Donda también escribió: “Fui parte de un gobierno en el que los Milani, teóricamente, nunca más volverían. Uno donde, supuestamente, se repudiaba a la corrupción menemista y resulta que aparecen los Lázaro Báez. Un gobierno en el que se hablaba de soberanía sobre los recursos naturales y donde ayer apareció la Barrica y ahora Chevron. Pero resulta que ellos, y no nosotros, representan la Argentina del pasado, de la entrega, de la violación a los derechos humanos, de la corrupción, del saqueo, de la impunidad”

La joven Victoria Donda, de 36 años, tiene una historia especialmente dramática. Criada por un ex prefecto que actuaba en la ESMA, fue la nieta recuperada número 78. Un hermano de su padre es militar,  participó en la represión en la misma ESMA y ha sido condenado a cadena perpetua, junto con su apropiador. Tiene una hermana un año mayor que se crió con la familia del militar y defiende a su tío. Victoria fue elegida diputada por el Frente para la Victoria –kirchnerista- en 2007, pero un año más tarde abandonó las filas del oficialismo para ingresar al Movimiento Libres del Sur, que integra el Frente Amplio Progresista. Sus críticas hacen más daño porque ella fue una víctima y porque es una crítica por izquierda, que pone en duda el relato del gobierno. 

Se complica la situación del jefe del Ejército argentino