viernes. 29.03.2024
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Foto: Fundación Alameda.

Inditex niega las acusaciones y asegura haber eliminado cualquier precariedad tras las auditorías internas realizadas en los últimos años

Brasil amenaza con sancionar al grupo Zara por incumplir los acuerdos para erradicar el trabajo esclavo. En total, la multinacional española textil podría hacer frente a una sanción de 25 millones de reales (unos 7,5 millones de euros) por diferentes irregularidades detectadas en sus empresas suministradoras y que, a juicio del Ministerio de Trabajo y Empleo, estarían incurriendo en prácticas que implican condiciones de trabajo degradante, según las informaciones hechas públicas por la ONG Reporter Brasil. En total, la auditoria ha detectado unas 433 irregularidades en las 67 empresas que trabaja para el gigante de la moda, distribuidas por todo el país.

En el año 2011, Zara se vio envuelta en un caso flagrante de uso de trabajo esclavo que afectaron a 75 empleados peruanos y bolivianos rescatados  por funcionarios del ministerio público de Trabajo en talleres de costura localizados en São Paulo. Los talleres subcontratados por la firma de diseño en Brasil que fueron inspeccionados recibieron más de medio centenar de expedientes por infracciones que incluían jornadas excesivas o deficiencias en salud laboral, entre otros. Ante estos hechos, el Ministerio de Trabajo y la firma española firmaron un acuerdo con el objetivo de corregir este tipo de prácticas, un acuerdo que ahora los responsables brasileños afirman que Zara está incumpliendo.

En este sentido, la auditoría de los acuerdos destaca que en 2013 Zara confeccionó unas 8.000 piezas de ropa en talleres que un año más tarde volvieron a verse implicadas en casos de trabajo esclavo, aunque en ese momento esos centros ya no realizaban servicios para la compañía española. Sin embargo, algunos trabajadores de esos talleres, cuyo testimonio fue recogido por Reporter Brasil, destacaban que las condiciones laborales eran las mismas cuando trabajaban para Zara e incluían jornadas de hasta 21 horas, amenazas y salarios retenidos.

El seguimiento realizado por los responsables de Trabajo destacan que desde julio de 2012 el número de empleados en las subcontratas de Zara que se vio afectado por alguna irregularidad fue de unos 7.000. Así mismo, se destaca un incremento en los casos de accidentes laborales incluidos algunos especialmente graves como el accidente en el que un empleado perdió el antebrazo derecho y tres dedos de la mano izquierda por el uso de una maquinaria donde no se cumplían los criterios de seguridad exigidos. Igualmente, se habrían detectado diferentes fraudes en el tiempo de trabajo, incluyendo jornadas ilegales por más de 16 horas, así como el uso de menores en actividades insalubres.

A todo ello, Trabajo reprocha a Zara que para evitar las acusaciones de utilización de trabajo esclavo haya incurrido en nuevas prácticas discriminatorias. En este sentido, consideran que la multinacional, en un intento por lavar su imagen, optó por eliminar de su cadena productiva aquellos talleres que incluían inmigrantes, con independencia de que estos estuvieran vulnerando la ley o no. La consecuencia ha sido la pérdida del puesto de trabajo para 157 inmigrantes, especialmente bolivianos y peruanos, después de que sus talleres cesaran la actividad tras perder los contratos con Zara.  A juicio de Trabajo esta podría ser una práctica discriminatoria sancionable con una multa de 838.000 reales (unos 254.000 euros). Además la deslocalización de  la producción desde São Paulo a otros estados brasileños habría afectado a más de 3.000 personas.

Inditex niega haber incumplido los acuerdos

Por su parte, Inditex, corporación a la que pertenece Zara niega haber incumplido los acuerdos firmados en 2011 y consideran “infundadas” las denuncias realizadas. En este sentido, la empresa se muestra especialmente tajante a la hora de rechazar las acusaciones de discriminación hacia los trabajadores inmigrantes. Al respecto, los portavoces de Inditex destacan que ellos no intervienen en los criterios de contratación de sus abastecedores, al tiempo que los pedidos de Zara solo representan el 15% de la producción de esos talleres. “Aceptar esa premisa (la discriminación de inmigrantes) sería aceptar que todas las empresas brasileñas contratantes de esas mismas abastecedoras aplicarían la misma alegada práctica”.

Respecto al uso de mano de obra esclavo detectado en una empresa que había trabajado para Zara, desde Inditex se insiste en que las auditorías internas realizadas nunca detectaron esas actuaciones cuando el taller trabajaba para la firma española. Igualmente, rechazaron las acusaciones sobre excesivos horarios de trabajo, ocupación de menores y otras irregularidades, destacando que tras dichas auditorías internas, realizadas por compañías de “reconocido prestigio internacional”, Zara “consiguió eliminar cualquier posibilidad de empleo precario en su cadena productiva”.

Brasil amenaza con sancionar a Zara por utilizar mano de obra esclava