jueves. 25.04.2024
El director francés Pierre Etaix. (Foto: Walter C. Medina).

“Yo quiero mi credencial. ¿Dónde está mi credencial?”. Esta expresión de deseo, seguida de un interrogante, se escuchó en diferentes voces y variados acentos durante las primeras horas de la mañana del sábado 16 en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, escenario en el cual los periodistas más madrugadores aguardaban con cierta impaciencia a que se les entregase el maldito plastiquito acreditativo que -vaya uno a saber por qué designio del destino- aún continuaba sin dar muestras de existencia. “Lo siento, su credencial aún no está”, explicaba con ojos esquivos y cierto temor a una réplica nacida de la indignación, una de las encargadas del área de prensa.  

Este era el panorama hacia el mediodía de la jornada inaugural de la vigésima octava edición del festival de “La Feliz” (designación con la que se conoce a esta ciudad argentina). Las idas y vueltas de organizadores desorganizados y la protesta de quienes no querían perderse el cóctel inaugural, le dieron el toque de color, propio de todo certamen cinematográfico que se precie. ¿O usted cree que en Cannes estos despistes de última hora no suceden?. Y si no que se lo pregunten a aquel invitado a dicho festival francés que en 2011 durante la gala inaugural estuvo a punto de tragarse -literalmente- el pendrive que contenía “This is not a film”, realización del cineasta iraní Jafar Panahi.

Poca pompa promocional, reconocida por el propio José Martínez Suárez, presidente del festival, austeridad, alfombra azul y un poco de caos, hicieron de este arranque un verdadero deleite para quienes consideramos que el glamur y los vestidos de afamados modistos son detalles insignificantes en cualquier evento cultural (lo cual no significa que esos mismos que compartimos esta idea no disfrutemos como marranos con algún escote de infarto, un maquillaje bucal excesivo o esos brillos que suelen distinguir a las estrellas del Séptimo Arte).

De esta manera transcurrieron las primeras horas antes de la ceremonia inaugural que, con la proyección de “Las analfabetas”, ópera prima del chileno Moisés Sepúlveda, dio por iniciada esta 28 edición en la que estarán presentes figuras del ámbito internacional como el coreano Bong Joon-Ho, el estadounidense John Landis y el francés Pierre Etaix.

El certamen reunirá un total de 415 películas, entre largos y cortometrajes en distintas secciones, llegadas desde 45 países del mundo. La competencia internacional incluye a las argentinas “Fantasmas de la ruta”, de José Celestino Campusano, película que describe la áspera realidad del conurbano bonaerense y la trata de personas con fines de explotación sexual, y “La laguna”, de Gastón Bottaro y Luciano Juncos, realización que narra un viaje de redescubrimiento personal del protagonista. Otras producciones destacadas que competirán también por el Astor de Oro son “The Strange Little Cat” (Ramon Zürcher, Alemania), “Yvy maraey - Tierra sin mal” (Juan Carlos Valdivia, Bolivia/México), “La herida” (Fernando Franco, España), “Drinking Buddies” (Joe Swanberg, Estados Unidos), “Little Feet” (Alexandre Rockwell, Estados Unidos) y “Bright Day” (Hossein Shahabi, Irán), entre otras.

El jurado oficial estará integrado por Paula Astorga Riestra, directora de la Cineteca Nacional y el Archivo de Cine Mexicano; Guillermo Martínez, escritor y matemático argentino; Luciano Sovena, productor y ex directivo de Cinecittà Luce; Javier Angulo, crítico y director español, y el cineasta coreano Bong Joon-Ho, a quien el festival le dedicará una retrospectiva de sus películas.

A los focos dedicados a filmes clásicos de grandes autores como Roberto Rossellini, Alfred Hitchcock y Juan Antonio Bardem, se sumará una retrospectiva de siete de los filmes del argentino Jorge Cedrón, autor de la adaptación cinematográfica de “Operación Masacre”, de Rodolfo Walsh, y un homenaje a los 20 años del estreno de “Un muro de silencio”, de Lita Stantic. Otro de los tributos al cine argentino estará centrado en la película “No habrá más penas ni olvidos”, que Héctor Olivera estrenó en 1983 en base a la novela homónima de Osvaldo Soriano. Además de los dos filmes en la Competencia Internacional, el cine argentino tendrá otros cuatro exponentes en la Latinoamericana: “El grillo”, de Matías Herrera Córdoba; “El amor a veces”, de Eduardo Milewicz; “Choele”, de Juan Pablo Sasiaín; y “Tiro de gracia”, de Nicolás Lidijover.

Lo dicho. Hasta el 24 de noviembre el Séptimo Arte estará en Mar del Plata; una buena oportunidad para verificar aquello que alguna vez sospechó Jean Luc Godard: “El cine es la realidad a 24 fotogramas por segundo”. Que así sea.

Atardecer de un día agitado