Macri encubre a sus socios capitalistas para que se sigan enriqueciendo mientras el pueblo trabajador es el que sufre el ajuste, los despidos, los bajos salarios y la precarización. Esto es Cambiemos. Esto es lo que Macri vino a hacer
Hace tres años el ingeniero Mauricio Macri conquistaba al electorado presentándose a sí mismo y a su gabinete como al “mejor equipo de los últimos cincuenta años”. Durán Barba, mentor del “fenómeno Cambiemos”, ofició de estratega personal de Macri durante un final de campaña basada en abstracciones que, sin embargo, lograron atraer el porcentaje suficiente de votos para la obtención de la presidencia.
Claro que los medios hegemónicos hicieron su parte. A la estigmatización permanente del modelo popular que hasta 2015 había gobernado el país, se le adjuntó también la demonización y la persecución de sus líderes. De esta manera los grandes grupos de comunicación instalaron en el consciente colectivo la idea de polos opuestos o, como se la conoce en Argentina, “la grieta”. A través de su poderío (y también de su impunidad), los medios del poder afianzaron a un Macri que se envalentonó, presentándose como el presidente honesto dispuesto a combatir la corrupción. Para Clarín y La Nación, los antecedentes delictivos del nuevo huésped de la Casa Rosada desaparecieron como por arte de magia; y del mismo modo el consumidor de falacias creyó que este millonario empresario reconvertido en presidente, era una suerte de adalid justiciero que llevaría al banquillo a los corruptos del anterior gobierno.
La tranquilidad de la que goza Macri por obra y gracia del extraordinario blindaje mediático que moldea su imagen y lo limpia de culpas respecto de las oscuras maniobras que han caracterizado estos tres años de su gobierno, comienza a resentirse lentamente, quizás porque el votante idiotizado por esos mismos grupos de poder, hoy comprueba la estafa que se escondía detrás de aquel latiguillo de campaña que prometía una auténtica “revolución de la alegría”. El gobierno de Mauricio Macri es estructuralmente corrupto. No se trata de casos aislados ni de meras sospechas impulsadas por operaciones mediáticas gestadas con el fin de manchar su imagen, sino de una estructura delictiva que, inserta en el poder, lleva a cabo uno de los mayores robos de la historia de la democracia Argentina.
Esto puede resultar extraño para quienes confiaron en la honestidad del presidente sin previamente revisar las 212 causas que involucran a Macri y a su familia en escándalos de corrupción. La familia presidencial se caracteriza por fundar su riqueza a partir de negocios no siempre legales con el Estado, desde la última dictadura hasta el presente. El clan Macri multiplicó por siete el número de sus empresas durante el período del genocidio. Desde que Mauricio Macri asumió el Gobierno nacional, son varios los funcionarios que han quedado en el centro de casos de corrupción que, gracias al blindaje, no provocaron el escándalo que hubieran provocado si se tratase de miembros del equipo de gobierno anterior.
A meses del balotaje surgió el escándalo de los Panamá Papers, una investigación de corrupción internacional a través de la cual se conoció que la familia Macri tenía múltiples empresas off-shore, utilizadas para el lavado de dinero. Allí se encontraban involucrados desde Franco a Mauricio Macri, pasando por otros integrantes de la misma familia presidencial.
Y los casos de corrupción macrista continuaron, uno detrás de otro, ocultos siempre por la prensa oficialista que durante estos tres años de gobierno utilizó todas las artimañas de la distracción para manipular a la opinión pública.
Los extendidos casos de coimas, corruptelas, negocios millonarios con el Estado que enriquecieron a unos pocos, son una muestra de que Macri gobierna para los empresarios y amigos, que se enriquecen con el erario público. Macri encubre a sus socios capitalistas para que se sigan enriqueciendo mientras el pueblo trabajador es el que sufre el ajuste, los despidos, los bajos salarios y la precarización. Esto es Cambiemos. Esto es lo que Macri vino a hacer.
