viernes. 29.03.2024

El SMI y la araña del Gobernador del Banco de España

La única receta del Banco de España, año tras año, con crisis económica o con crecimiento, es siempre la misma: bajada de los salarios, mayor desregulación laboral, más facilidad y abaratamiento del despido, y bajada de impuestos.
Pablo Hernández de Cos
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

El Banco de España ha publicado el resultado de su investigación sobre las supuestas consecuencias de la subida del salario mínimo. Su contenido lo han abrazado, con entusiasmo, la mayoría de los medios de comunicación con amplios titulares y la clara intención de trasladar un mensaje: “la subida del salario mínimo destruye empleo”, resumiendo así las conclusiones de este informe: Los Efectos del Salario Mínimo Interprofesional en el Empleo: Nueva Evidencia para España que, una vez más, responde a la filosofía económica más ultraliberal que han venido manteniendo los sucesivos máximos responsables de esta entidad.

La única receta del Banco de España, año tras año, con crisis económica o con crecimiento, es siempre la misma: bajada de los salarios, mayor desregulación laboral, más facilidad y abaratamiento del despido, y bajada de impuestos. Esta vez también, fieles a su guión, con el Informe publicado estos días nos dice, en síntesis y tras gráficos y suposiciones “científicas”, que: “el incremento del SMI del año 20019 ha destruido 180.000 empleos entre despidos y los que se han dejado de crear”. 

La realidad es que el Banco de España, como cualquier organismo o economista, puede llegar a las conclusiones que previamente haya deseado alcanzar según los presupuestos de los que parta. Y eso es justamente lo que ocurre con este Informe, como en tantos otros informes y opiniones emitidas.

Pero también podemos leer, y contraponerle al Informe del Banco de España, otros estudios e investigaciones que desmienten sus conclusiones. Por ejemplo, los que subrayan que durante 2019 las personas ocupadas en España aumentaron en más de 400.000, según datos de la EPA, entre las que las de 16 a 29 años eran más de 80.000. Un dato que desmiente o matiza mucho la afirmación principal de que se destruyó empleo entre los más jóvenes.

Así como los que apuntan, que estaría por ver incluso qué hubiera sucedido, con el empleo, en el supuesto que no se hubiera incrementado el salario mínimo y cual hubiera sido la repercusión negativa de la ausencia de esa mejora del poder adquisitivo para los casi 1,6 millones de trabajadores y trabajadores cuyas retribuciones se vieron directamente mejoradas por la fuerte subida del SMI del 22%. Pues la mayor parte de ellos, entre el 89% y el 94%, siguieron trabajando, pero eso sí, con mayor salario.

Es muy sospechoso que los titulares de los medios de comunicación, y el propio mensaje del Gobernador del Banco de España, se hayan centrado en resaltar el supuesto efecto negativo de la subida del SMI y haya pasado desapercibido, cuando no disimulado, la parte que del mismo Informe en el que se apunta que la subida del SMI de 2019 no supuso un incremento significativo del riesgo de desempleo en comparación con la subida del SMI de 2017, a pesar de que el incremento de 2017 fue del 8% y el de 2019 fue del 22%, esto es casi tres veces superior.

De todas formas, el Banco de España y sus presidentes nos tienen acostumbrados a poner el foco en los temas del mercado de trabajo y las relaciones laborales con opiniones seudocientíficas, cargadas de ideología, en las que, como el científico de la siguiente fábula, tienen muy poco que ver las conclusiones, que pretenden explicar científicamente, con las causas que la provocan.

Un científico decidió hacer un experimento conductual, cazó una araña, le enseñó a acudir a él cuando la llamaba y empezó con su experimento:

– Araña, ven– y la araña fue hacia él. Entonces agarró sus alicates y arrancó una pata a la araña.

Volvió a dejar la araña unos metros atrás y volvió a llamarla:

– Araña, ven-. La araña fue y le arrancó otra pata.

Y así hasta que ya sólo le quedaba una pata. Entonces llamó otra vez a la araña:

– Araña, ven– La araña se arrastró como pudo y llegó hasta el científico, Éste la arrancó la última pata que le quedaba, la dejó a unos metros y volvió a llamarla.

La araña, ahora sin patas, no se movía y el científico cogió su bloc y apuntó:

«Si quitas todas las patas a una araña, ésta se queda sorda».

Aunque tranquiliza, que más allá de la “araña sorda” del Gobernador del Banco de España, el Gobierno haya reafirmado, por boca de Pedro Sánchez, y ayer mismo la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el compromiso de alcanzar el SMI el horizonte del 60% del salario medio a final de la legislatura desde el diálogo social, con empresarios y sindicatos.


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