jueves. 28.03.2024

Las izquierdas institucionales han salido mal paradas de la confrontación electoral municipal y autonómica. Es cierto que su debacle en suma de votos es superable en las elecciones que Sánchez ha convocado de forma precipitada, pero seguramente certera. La pérdida de poder real municipal y autonómico para las izquierdas del sistema es innegable. Podemos ha sufrido un duro correctivo que debería analizar aunque su prepotencia infantil y su chulería populista se lo pone difícil. En el PSOE sufre una dura crisis interna que no se puede ni negar ni ocultar, ante esto Sánchez da un paso adelante y llama contra VOX. Cierto es que hay que cerrar el paso al trumpismo reaccionario, pero que viene el lobo señor Sánchez ya no funciona. La crisis que están intentando aprovechar personajes de derechas unos en el PSOE y otros ya fuera, reaccionarios y centralistas, muchos de los cuales fueron instigadores de la escisión felipista que derribo de mala manera a Rodolfo LLopis secretario general legitimo del legítimo PSOE y construyeron el “PSOE renovado” para ponerlo al servicio de la embajada de los EEUU y de la monarquía, ahora tratan de derechizar más todavía a un PSOE escisionista en horas bajas. Estos tipos no merecen ningún respeto, además nos han traicionado siempre, comenzando por Alfonso Guerra.

Cierto es que hay que cerrar el paso al trumpismo reaccionario, pero que viene el lobo señor Sánchez ya no funciona

La crisis del PSOE debería venir y justificada por parte de quienes apoyan los valores socialistas y republicanos de uno de los partidos herederos del viejo socialismo. Digo viejo socialismo por antigüedad, no por vetustez, porque el neoliberalismo, el trumpismo y demás inventos derechistas que maman de los colonos protestantes en América del norte del siglo XVII y en España de las guerras carlistas, el requeté, la falange, los monárquicos que abortarón la II República junto al franquismo, ni aportan nada nuevo, ni quieren nada que no sea favorecer más todavía a los ricos, las multinacionales y los intereses extranjeros sobre el estado español, apoyando de paso a una monarquía cascada y manchada pero que es suya y es su instrumento para apoyar una involución ultra derechista.

En lugar de gritar que llega VOX y el PP, Sánchez debiera haber derogado la ley mordaza, la ley general de sanidad y otras, porque con la ley mordaza en vigor si ganan las derechas unidas y lo van a hacer probablemente, estas nos van a poder reprimir más y mejor. Si la ley general de sanidad sigue en vigor las privatizaciones en sanidad van a continuar pues son legales. Lo de Ayuso y Moreno Bonilla es posible según ley, destruir la sanidad pública es posible y ustedes progres no han hecho nada para evitarlo.

Por otra parte solo un referéndum legal convocado por el parlamento sobre la forma de estado, es decir monarquía o república puede garantizar y fortalecer la democracia. Garantizar un futuro de igualdad ante la ley y garantía de los servicios públicos y sociales, que la Constitución del 78 no hace reales.

En lugar de gritar que llega VOX y el PP, Sánchez debiera haber derogado la ley mordaza, la ley general de sanidad y otras

La crisis del PSOE también se manifiesta con el “caso Maracena” los gravísimos hechos del secuestro de una afiliada al PSOE adobados de corrupción, se encuentran con la nula respuesta de un PSOE atenazado que no es capaz de disolver esa agrupación y exigir el cese de sus cargos a personas cada día que pasa más pilladas y comprometidas en una terrible trama corrupta y que en las últimas elecciones a pesar de su extensa y tupida red clientelar y de venta de favores han perdido cuatro concejales. Con que cara va ir el PSOE a pedir el voto a Maracena, Granada, Andalucía…

Maracena o Canarias recientemente demuestran que la lucha contra la corrupción en el PSOE sigue siendo imprescindible. Sánchez, el electorado ya sabe y asume que las derechas roban y que nadie se hace rico honradamente, digo rico de verdad, no digamos un ascenso social correcto y en base a su esfuerzo.

Por tanto y esto lo veremos la semana que viene el electorado de izquierdas y progresista encontrará otra vez ante un grave dilema. El PSOE vuelve a abusar de las personas de izquierdas, también lo que fue Podemos y su hijo de grado o por fuerza Sumar y encima maldecirán a cualquier postura o candidatura de izquierdas critica, como si ellos fueran los exclusivos depositarios de la voluntad democrática de cambio y transformación y no quienes no han derogado la agenda legislativa derechista y privatizadora que sigue vigente.

Necesitamos una izquierda coherente y socialista que le haga frente a la batalla de clase de la derecha, a la batalla ideológica de las derechas. Que ni ignore ni desprecie a la clase obrera y que no sea sierva del globalismo y sus intereses bélicos, y también la corona y su poder católico ultra conservador, reaccionario y vinculado a las redes de poder “neocon” que dominan el mundo.

La semana más larga. La apuesta Sánchez y la reconstrucción de la izquierda