sábado. 27.04.2024
pedro sanchez kiev

La fotografía oficial del viaje a Kiev del presidente Pedro Sánchez que se ha distribuido a los medios de comunicación, dice mucho más de lo que se ve a simple vista.

En ella, Sánchez está situado a la izquierda de la imagen posando junto a la vicepresidenta primera de Ucrania, Olga Stefanishyna y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.

El presidente español lleva una chaqueta negra con capucha y cerrada con cremallera hasta el inicio del cuello, la mandataria ucraniana lleva atuendo de aspecto militar y la presidenta de Dinamarca va vestida de negro, con ropa cómoda y con un chaleco antibalas perfectamente visible por encima de su atuendo.

La fotografía me ha llamado la atención tanto por lo que se ve, como por los que no se ve, pero se intuye. El presidente de España lleva su chaleco salvavidas oculto tras la prenda de abrigo que le cubre, mientras que la danesa lo exhibe abiertamente.

Desde mi punto de vista, la foto tiene varias lecturas. 

La primera de ellas es una lectura de género sobre lo que significa la masculinidad hegemónica. La presidenta danesa, mujer, asume su vulnerabilidad vital ante una guerra, se protege con un chaleco salvavidas y lo exhibe sin ningún complejo, porque en las guerras las personas somos vulnerables y las mujeres tenemos asumida nuestra vulnerabilidad y no tenemos nada que demostrar a la manada. El miedo manda prudencia, y asumir la protección no nos hace menos fuertes, al contrario, nos ayuda a tener el valor necesario para poder seguir actuando.

El miedo manda prudencia, y asumir la protección no nos hace menos fuertes, al contrario, nos ayuda a tener el valor necesario para poder seguir actuando

En cambio, el presidente Sánchez oculta su chaleco debajo de un gabán. Se nota que lo lleva, es más, espero que lo lleve, porque su pecho está abultado y por encima de la cremallera subida hasta el final asoma muy levemente el filo del mismo, ya que estos dispositivos están diseñados para que protejan con la máxima eficacia.

¿Es posible que el presidente Sánchez lo oculte por pudor masculino a mostrar su vulnerabilidad? ¿Es posible que le hayan asesorado para proporcionar una imagen de fortaleza masculina heroica? ¿Cabe la posibilidad de que no haya nada de esto, simplemente la foto haya salido así sin haber ningún planteamiento de fondo? Tanto si al presidente Sánchez le han asesorado para ofrecer una imagen de héroe ante el evidente peligro que comporta la visita, o simplemente no se han dado cuenta, que me extraña -esta fotografía es una imagen oficial distribuida por Moncloa- cualquiera de las opciones me parece todo un despropósito.

En España tenemos el gobierno progresista más paritario y feminista de la historia, con políticas de igualdad importantes y enfocadas al entendimiento de que el feminismo consiste en asumir una cultura política diferenciada, en la que todo nos iguala, el miedo también, así como la vulnerabilidad ante las dificultades, ninguna persona debería estar tan oprimida por su género como para tener que demostrar nada más allá de lo que es y lo que siente. Esta es una de las grandes enseñanzas del feminismo. Y hacemos políticas de igualdad cuando enviamos mensajes claros a la ciudadanía en momentos difíciles como el actual. Máxime cuando tenemos en España una ultraderecha machuna, que ensalza y encarna antiguos y caducos valores de lo que debe ser un macho ibérico en todos los órdenes. Una ultraderecha que ensalza los valores franquistas, un régimen que se caracterizó por sacar a las mujeres de su camino hacia el progreso y la igualdad, abriendo, por ejemplo, su acceso a la universidad, tal como hizo la II República española, para recluirlas -tras un golpe de estado y una cruenta guerra y postguerra- en el lugar más oscuro de la casa, privándoles del derecho a su propia vida autónoma y a su propia concepción del yo.  

Cuando asistimos, como digo, a esta crecida del valor del machuno ibérico, me hubiera gustado ver a nuestro presidente mostrando su chaleco salvavidas para protegerse como lo haría una mujer, en este caso como lo hace la presidenta danesa Mette, que no oculta la vulnerabilidad de la vida en momentos de guerra, porque las guerras son atroces y arrasan la vida. Los hombres tampoco están obligados a tener que demostrar nada heroico en una guerra, salvo que la vida es el bien esencial a proteger, tanto la propia como la de los demás.

La segunda consideración que me viene a la cabeza, es sobre el tipo de democracia que tenemos en España y que hay en Dinamarca. ¿Esta fotografía puede ser una metáfora de cómo funciona la transparencia política en nuestro país? La verdad es que, con una actualidad marcada en España por las escuchas a políticos, abogados y periodistas catalanes y vascos del entorno independentista, que solo puede hacerse con medios que compran los Estados y que una parte del Gobierno, la del PSOE, niega que exista y se niega a investigar, esta ocultación gratuita de la realidad en una fotografía como esta del viaje del presidente a Kiev resulta más que una metáfora.

Carmen Barrios Corredera, fotoperiodista y escritora.

Sánchez en Kiev, una foto, mil palabras