jueves. 28.03.2024
Foto: Flickr PP

"Más, por otra parte, los ignorantes tampoco filosofan, no desean llegar a ser sabios, pues la verdadera desgracia de la ignorancia consiste en que, pese a carecer de belleza, de bondad y de conocimientos, cree estar, por el contrario, suficientemente provista de todo. Y, claro, cuando no se cree carecer de una cosa, no se la desea". (El Banquete. Platón).


José Bujalance C. |  Pagar 1.000 euros anuales por niño de subida en los comedores escolares madrileños, o que 10.000 menores que se hayan quedado sin plaza en educación infantil pública, es el nuevo horizonte populista de derechas, que destruye lo público y el estado de bienestar para que familiares y amigos mafiosos ganen un pastizal gracias a los necios que creen que vender a sus abuelos por una caña es libertad.

Que 10.000 menores madrileños se hayan quedado sin plaza en educación infantil pública, es el nuevo horizonte populista de derechas

Hay quien recurre al comodín de ETA obviando el cese, el desarme y la disolución. Su desaparición absoluta del escenario político no ha alterado el discurso tradicional del Partido Podrido, ni de sus socios de extrema derecha, que recuerda intermitentemente a las siglas de la organización terrorista para atacar al Gobierno.... Son el mismo PP (entonces en el Gobierno) que rechazó certificar la entrega de armas, ya que el Ejecutivo de M. Rajoy se negó a tomar parte en cualquier tipo de negociación que llevase hacia la desaparición de ETA.

La estrategia del PP de recuperar el terrorismo como argumento de oposición es recurrente, y niega al Gobierno la posibilidad de aplicar políticas penitenciarias, instrumentalizado el terrorismo como en otras muchas ocasiones.

Doce años después de su fin, los canallas neofascistas quieren que sigamos anclados en el recuerdo constante del fantasma de la violencia de ETA, mientras los discursos de odio y el terrorismo ultraderechista no dejan de dar peligrosas señales de alerta.

Un auténtico secuestro de la democracia que tiene en la desigualdad su rostro más visible y en la fractura social el epicentro de la crisis

Combatir el terrorismo ultraderechista comienza por no mostrarse indiferente, ni legitimar o normalizar el crecimiento de los discursos del odio que construyen el caldo de cultivo perfecto para la violencia de la extrema derecha. Pero si en paralelo no se avanza en políticas concretas que reviertan la base de ese odio o, peor aún, se profundiza en medidas que refuerzan el mismo marco excluyente, el discurso biempensante se moverá entre lo estéril y lo contraproducente.

Una condición previa y necesaria para el actual ascenso electoral e institucional de la extrema derecha ha sido la extensión de las políticas neoliberales que convierten la escasez en el motor de los mecanismos de exclusión. La escasez como la economía política de la exclusión que ataca la raíz de la universalidad de derechos. Un auténtico secuestro de la democracia que tiene en la desigualdad su rostro más visible y en la fractura social el epicentro de la crisis económica y política. Porque la emergencia de una nueva extrema derecha es una respuesta reactiva, un síntoma, no la causa.

A ver si tomamos nota para las próximas elecciones. Nos va el futuro en ello.

Mi reino por una caña