sábado. 20.04.2024
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El griterío ambiental que no cesa, la disputa ruidosa por lo obvio o lo inconfesable, el intento de suicidio o de suicidar a la columna vertebral del gobierno progresista, con el consiguiente regodeo de la fórmula PP-VOX, siendo intensos y muy inquietantes, no pueden acallar el pulso esperanzado de la vida que sigue y crece y el de las cosas cotidianas realmente decisivas. Una vez más, como ya ocurriera tantas veces a la largo de su Historia, España es un gran país, aunque no siempre quienes más debieran estén a su altura.

Esta inquietud me venía cuando conocí los datos sobre la evolución de nuestro llamado “mercado de trabajo”, un término que detesto, pero es el que hay. Datos del mes de abril que, tras cuatro meses de su entrada en vigor, debían reflejar los frutos tendenciales de la Reforma Laboral del gobierno progresista, con el previo consenso de organizaciones sindicales y empresariales, que aprobó el Congreso de los Diputados en una votación para el infarto y la Historia.

Y ya lo creo que hay frutos tendenciales, buenos y abundantes, que es necesario retener, valorar, ampliar, profundizar, porque afectan al trabajo de millones de nuestros conciudadanos que tienen derecho constitucional y vital a que éste les aporte garantías y no frustraciones.

Los comento brevemente y añado algunos más sobre la necesidad de que las aspiraciones de la gente real, inmensa mayoría, ocupen la agenda de la dirigencia y las instituciones. Veamos:

--- En los casi 4 meses de rodaje de la reforma laboral se han creado en torno a 1.700.000 puestos de trabajo.

---  En cuanto a la estabilidad y calidad de los mismos, la progresión está siendo excelente. De los creados en abril, casi el 50% se basan en contratos indefinidos.

--- Para los desmemoriados o ignorantes que minusvaloren el dato, debo recordarles que, en la época del ínclito e incorrupto Rajoy, ese porcentaje de contratos indefinidos era apenas del 1% o 2%. Los 98% o 99% restantes eran temporales, precarios, mal pagados, pasto para la explotación laboral y la marginación social.

--- Por primera vez en la Historia de España, están afiliadas a la Seguridad Social más de 20.000.000 de trabajadoras y trabajadores. Dato que nos acerca a las tasas de población activa de los países más avanzados.

--- La tasa de desempleo es en abril 2022 la misma que había en abril 2008, antes de la gran crisis financiera del capitalismo global, a pesar de una pandemia sin precedentes en el último siglo, a pesar de la guerra que ha provocado la invasión de Ucrania por parte del criminal de Putin y sus militares, criminales también. No hay milagro alguno; es el resultado del tesón de un gran país, el nuestro, de un Gobierno que en este campo ha sabido situarse al lado de las mayorías sociales, de una Unión Europea expansiva y solidaria frente a la pandemia.

--- La reforma laboral del Gobierno progresista de España ha sido valorada y proyectada por la OIT, Organización Internacional del Trabajo de la ONU, como un modelo para el fomento del Trabajo Digno.

Las cosas son exactamente como parecen: La reforma laboral del Gobierno progresista, junto a una batería de medidas como el salario mínimo y la protección del empleo en la pandemia y en la crisis por la guerra, es como un cohete para la promoción del Trabajo Decente y, en consecuencia, para una mayor equidad y cohesión social, vitales para nuestra Democracia. Reconocerlo nos haría mucho bien a todos y a nuestro país. Por ello, sería bueno que las derechas extremas y las “izquierdas” estériles, que estuvieron a punto de abortar la reforma laboral en el Congreso, pidieran disculpas y se comprometieran a no dañar jamás a la población trabajadora por politiqueos de cortos vuelos, como volvió a ocurrir hace unos días con el decreto de medidas para ayudar a las personas y sectores que están sufriendo el impacto de la invasión de Ucrania

Gracias, Pedro, gracias, Yolanda, por todo ello. Pero falta que el Gobierno progresista, del que sois parte fundamental, ratifique el Convenio 189 de la OIT, que establece el Trabajo Digno y la protección social para las trabajadoras del hogar y las personas que prestan servicios de cuidados domiciliarios. Unas 600.000 personas en España en condiciones precarias, de explotación e indefensión. 

Por último, ante el temor a que la Reforma Laboral siga generando TRABAJO DIGNO Y JUSTICIA SOCIAL, un tal Feijóo pide elecciones políticas anticipadas. Porque espera volver a imponer la precariedad y los salarios indignos encamándose con VOX en el Gobierno de España.

Trabajadores y trabajadoras, lo mejor está por llegar y es un país de progreso, equidad social, paz civil y Democracia para todos, en España y en Europa. Por ello, a finales del 2023, cuando toca, votad con conciencia e inteligencia de clase e impedid que la coalición de extrema derecha denigre vuestra dignidad, vuestra cultura y vuestra Historia y la de vuestros padres y abuelos como hombres y mujeres que hacen del Trabajo Humano el motor que genera progreso y riqueza que debieran estar al alcance de todos.

Españoles, a las cosas del trabajo y del comer