jueves. 18.04.2024

Hace justo nueve años, septiembre de 2012, el periódico The New York Times publicaba un demoledor reportaje titulado “La austeridad y el hambre en España”, acompañado de unas fotografías en blanco y negro que ofrecían una imagen desoladora de un país cercado por la crisis y los ajustes. Personas rebuscando entre la basura, comedores sociales abarrotados, manifestaciones de parados e indignados, imágenes de gentes derrotadas en un lugar que más bien parecían escenas de la posguerra. Esas imágenes causaron un fuerte deterioro a la imagen de España y seguro que también a nuestra autoestima como sociedad.

Noticias como está nos ayudan sin duda a superar el pesimismo y la baja autoestima que padecemos como sociedad

Ha pasado casi una década y hoy tenemos una imagen, publicada hace una semana, también por un prestigioso medio de global, que bien podría ser la otra cara de la moneda. Es el Ranking de Resiliencia frente al Covid, creado y publicado por Bloomberg, con el que cada mes este medio estadounidense actualiza los indicadores que muestran los países que están manejando el coronavirus de la forma más efectiva con el menor coste social y económico. Para ello recopila 12 indicadores que evalúan la contención del virus, la calidad de la asistencia sanitaria, la cobertura de vacunación, la mortalidad y el progreso de reapertura de las 53 principales potencias económicas.

Pues la noticia, la muy buena noticia que podría ser la otra cara de la moneda de aquel reportaje aparecido en el The New York Times hace nueve años, aunque haya pasado desapercibida por razones nada inocentes en los medios de comunicación afines a la derecha, es que España se ha situado en segunda posición de las 53 principales economías recopiladas del Ranking de Resiliencia al Covid.

El segundo país que está controlando la variante Delta del coronavirus de la forma más efectiva con el menor coste social y económico. La información y la evaluación destaca también la eficaz gestión de España en el ritmo de vacunación, con 36 millones y medio de personas vacunadas con pauta completa, el 77,1% de la población inmunizada.

Noticias como está nos ayudan sin duda a superar el pesimismo y la baja autoestima que padecemos como sociedad. Y, junto a los centenares de titulares aparecidos en la prensa europea en estas últimas semanas sobre la gestión de la pandemia en nuestro país, como “España es el alumno aventajado de Europa”, “España un modelo para el resto de países de la Unión Europea”. “Alemania califica como ´milagro´ la vacunación en España” …  Nos deben servir para enterrar la mucha “mierda” que hemos venido oyendo y escuchando durante estos meses desde la oposición de la derecha a la gestión de la crisis sanitaria realizada por el Gobierno.

Halagos desde fuera de nuestras fronteras que, más allá de los méritos de la gestión pública que merecidamente resaltan, también destacan nuestro extraordinario comportamiento como sociedad, Porque hemos mostrado una total confianza en la ciencia, que ha hecho que hayamos acudido en masa a vacunarnos sin ningún tipo de coacción ni presión. La ciudadanía española, con la masiva vacunación, hemos expresado lo que es una de nuestras características de la que deberíamos estar más orgullosos, la solidaridad.  La solidaridad por vacunarse para no poner en peligro a las personas más vulnerables.

Esperemos que estas noticias positivas y otras que van surgiendo de las nuevas leyes y medidas sociales que se van aprobando en esta legislatura, consigan modificar nuestra eterna baja autoestima. Un año más, el estudio RepTrak sobre “La reputación de España en el mundo”, publicado este mes por Real Instituto Elcano, señala que la percepción que tenemos nosotros de nuestro país se sitúa por debajo de la reputación que tiene España entre ciudadanos de los 24 países del estudio.

Señala que España alcanza niveles muy altos de prestigio en los cuatro atributos de más peso en la valoración global como son la amabilidad y simpatía, el entorno natural, el ocio y la seguridad. Indica también los aspectos en los que estamos más débiles son el sistema educativo, el entorno económico, el entorno institucional/político, el uso eficiente de los recursos y la ética y transparencia. Déficits cuya superación depende, por suerte, de todos, de que la mayoría acertemos a la hora de elegir las prioridades sociales y con ello el voto para impedir que vuelvan los que arruinarían el país y nuestro futuro.

Que no nos arruinen el futuro