miércoles. 24.04.2024

“Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas” y “os prometo que vais a follar todas en la capea” son algunos de los gritos que emitían los residentes del Colegio Mayor Elías Ahuja de Ciudad Universitaria el pasado fin de semana. Unas declaraciones tremendamente machistas en mitad de una universidad pública… Eso sí, en un Colegio Mayor de la Iglesia que cuenta con un convenio con la Universidad Complutense.

Desde Pan y Rosas condenamos rotundamente este acoso machista. No podemos permitir ese tipo de ataques reaccionarios contra las mujeres. Ni sus insultos ni los discursos de odio propios de la extrema derecha tienen cabida en las universidades públicas.

Y es que estos Colegios Mayores elitistas (porque también los hay públicos) son verdaderos nichos de pijos y fachas. Como hemos sabido, el propio Pablo Casado, ex presidente del PP, vivió en este Colegio Mayor y escribió por aquel entonces un texto en el que bromeaba sobre las violaciones: “Entre sus presas más codiciadas se encuentran las lobas u otras especies animales como cerdas, zorras, gallinas o cualquier especie de ave”. Este tipo de mensajes vejatorios hacia las mujeres son intolerables y mucho menos en los centros públicos de enseñanza.

En ningún caso consideramos que la solución a este tipo de acoso sea la expulsión de un puñado de estudiantes. En lugar de invitar a marcharse del Colegio al pijo de turno porque sus expresiones misóginas se han hecho virales (como si la institución se sorprendiera, como si no fuera un terreno fértil para las mismas), constituyamos comisiones de mujeres en cada universidad, integradas por el estudiantes, profesoras y personal no docente, para erradicar el machismo de las universidades

Además, mientras los y las estudiantes de clase trabajadora tenemos enormes dificultades para acceder a la universidad por sus tasas desorbitadas y los precios abusivos de los alquileres, los Colegios Mayores, gestionados habitualmente por instituciones religiosas, sirven solamente a la élite económica porque, exigiendo una cuota de 1200€ mensuales, este sector es el único que puede permitírselos.

Y es que los estudiantes que se asomaban a la ventana este fin de semana a chillar insultos vejatorios no solo son hijos perfectamente sanos del patriarcado y reproducen sus lógicas, también lo son de la burguesía española. Así lo demuestran sus jornadas de "debate universitario" dirigidas por la diputada en la Asamblea de Madrid por VOX, Rocío Monasterio. 

Este tipo de centros hechos a medida de los futuros presidentes de las empresas del IBEX 35 son perfectos productores y reproductores de lo más odioso y reaccionario de la ideología dominante. Por eso, tampoco nos sorprende nada que dos estudiantes del Colegio Mayor Santa Mónica, al que iban referidos los insultos, salieran rápidamente en la prensa a decir que no estaban molestas porque “todo era una broma”: son sus hermanos de clase (y seguramente hermanas de sangre de alguno también) y tienen los mismos intereses reaccionarios.

Pero las jóvenes nos negamos a que los discursos reaccionarios campen a sus anchas por los campus. A los hijos de papá de los colegios mayores les decimos que no vamos a seguir aguantando insultos, ni señalamientos a nuestra libertad sexual propios de la Edad Media. No daremos ni un paso atrás ni permitiremos que sus mensajes retrógrados sigan avanzando. Descalificativos como "putas" hace mucho tiempo que deberían haberse quedado en el cementerio de la historia. Y para que así sea pelearemos desde las calles, desde cada instituto, universidad y centro de trabajo.

Para erradicar el machismo de las universidades hay que comenzar con ponerle fin a la injerencia de la Iglesia en la educación  y proporcionar una educación sexual integral en todos los niveles educativos. Basta ya de la hipocresía del Gobierno y sus ministras, que claman contra el machismo a la par que mantienen el concordato con el Vaticano.

Pero también acabar con el pináculo del elitismo que son los Colegios Mayores y convertirlos en residencias públicas y gratuitas puestas al servicio de las necesidades de los estudiantes que requieran una vivienda para poder realizar sus estudios. Que las plazas se distribuyan según criterios de renta y necesidad.

En ningún caso consideramos que la solución a este tipo de acoso sea la expulsión de un puñado de estudiantes. En lugar de invitar a marcharse del Colegio al pijo de turno porque sus expresiones misóginas se han hecho virales (como si la institución se sorprendiera, como si no fuera un terreno fértil para las mismas), constituyamos comisiones de mujeres en cada universidad, integradas por el estudiantes, profesoras y personal no docente, para erradicar el machismo de las universidades.

El machismo no es una cuestión puntual. Se trata de un problema estructural donde la criminal alianza entre patriarcado y capitalismo recorre la médula espinal de instituciones como la universidad. La expulsión del centro de un conjunto de individuos aislados no va a suponer ninguna solución. Además, en el último tiempo ya hemos visto cómo la policía campa a sus anchas en las universidades y las estudiantes tenemos mayores problemas para organizarnos. Consideramos que aumentar el poder represivo de las universidades solo va a repercutir negativamente hacia nosotras en el futuro, porque no dudarán en atacar, con los mismos instrumentos represivos, al movimiento estudiantil o al feminista.

Nuestra universidad es terriblemente antidemocrática. No solo mantiene convenios con la Iglesia, sino con muchas empresas privadas más allá de los Colegios Mayores. No tiene sentido que la misma institución que tiene en su Consejo Social a un representante de la COPE, a políticos del PP y directores de las empresas más antisindicales del país sea la que gestione los ataques hacia las mujeres. Ya hemos visto lo poco eficaces que son las unidades de igualdad, que más que erradicar el problema sirven para blanquear a la propia institución mientras el machismo sigue campando a sus anchas como si nada hubiera ocurrido al tiempo que se invita a partidos como VOX a actos universitarios.

Sabemos que solo el movimiento de mujeres organizado saliendo contundentemente a las calles podrá ponerle fin a la opresión patriarcal que tan funcional es a los intereses de los hijos de la clase dominante. Por eso, desde Pan y Rosas, hemos convocado el próximo lunes día 10 a las 11h una concentración en Ciudad Universitaria, Somosaguas, UAM y UC3M, para dejar claro que en la universidad no vamos a permitir ni a machistas acosadores ni discursos reaccionarios de la extrema derecha. 

Machismo en los colegios mayores de Madrid