miércoles. 24.04.2024

El antes futbolista y ahora entrenador Xabi Alonso ha acudido este miércoles a la Audiencia Provincial de Madrid, donde se le juzga como presunto autor de tres delitos contra la Hacienda Pública durante los ejercicios 2010, 2011 y 2012.

El fiscal solicita cinco años de prisión, la misma pena que para el asesor fiscal Izan Zaldúa Azcuenaga y que para el administrador de la sociedad Kardazli Comercio Servicios de Consultoría e Investiremos LEDA. A cada uno de ellos también se les exige el pago de una multa de cuatro millones de euros y el abono de forma conjunta y solidaria de más de dos millones de euros a la Agencia Tributaria por la responsabilidad civil y los intereses generados.

xabi alonsoMás allá del desenlace, el auto de la Audiencia que resolvió el recurso contra el archivo inicial de la causa resultó bastante contundente en tanto en cuanto obligó al instructor a reabrir la instrucción. Es verdad que en principio no prejuzga, pero también es cierto que vio indicios de tres delitos fiscales que, de probarse, provocará que la Audiencia lo condene.

"Nunca he pensado que haya hecho nada que no podía. Siempre he sido claro y transparente sin que haya habido jamás ningún ocultamiento y pagando lo que me tocaba”. En su llegada a sede judicial, el donostiarra ha destacado que no quiere llegar a un acuerdo con la Fiscalía, tranquilo y convencido de terminar siendo exonerado del caso. Su defensa se basa en el precedente que supuso tanto el archivo del juez como el informe previo del fiscal, en el que no se veía delito.

En contra de lo que han publicado no pocos medios de comunicación, Xabi Alonso no es la primera persona vinculada al mundo del fútbol que no ha alcanzado un acuerdo. Si no, recuérdese el juicio a Messi, con el que existen varios paralelismos, aunque también algunas diferencias.

Entre determinados futbolistas parecen haberse extendido estrategias de planificación fiscal para intentar tributar lo menos posible

A nadie sorprende el trato tan benevolente que durante tantos años ha recibido el fútbol. No sólo por parte de Hacienda, sino también de comunidades y ayuntamientos, como demuestran las recalificaciones de terreno de las que han disfrutado algunos clubes, las subvenciones y ayudas a través de avales o fianzas… Sea como fuere, lo cierto es que entre determinados futbolistas parecen haberse extendido estrategias de planificación fiscal para intentar tributar lo menos posible, eludiendo el pago de impuestos, traspasando muchas veces la línea de la legalidad e incurriendo en infracciones y, a veces, en delitos de fraude.

Dentro de estos escándalos, la práctica más común pasa por gestionar los derechos de imagen para reducir u ocultar la correspondiente tributación. Xabi Alonso asegura haber declarado -tanto en el impuesto de Patrimonio como en la declaración de Bienes en el extranjero- el 100% de su participación en la sociedad radicada en Madeira y ahora bajo la lupa. Desde este punto de vista, no habría ocultación ni dolo. Pero la abogacía del Estado discrepa, alegando que aunque no hubiera ocultación de la sociedad sí se encubrieron los ingresos por los derechos de imagen que le fueron cedidos, y por los que no se tributó.

Las probabilidades de que lo condenen están sobre la mesa, teniendo en cuenta la dureza del auto por el que se decidió continuar con la instrucción del caso. Pero lo cierto es que podrían descartarse los cinco años de prisión, porque seguramente haya consignado las cantidades adeudadas y al final le apliquen la correspondiente atenuante muy cualificado de reparación del daño, si es que lo condenan y no le exoneran de haber cometido un delito fiscal. Y es que, por desgracia, el fútbol vuelve a ser lo menos importante de lo más importante entre las cosas menos importantes, como si de un trabalenguas se tratara.


Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Qué le puede pasar a Xabi Alonso?