viernes. 29.03.2024
Pere Aragonés y Jessica Albiach

Este lunes 22 de noviembre de 2021 se han aprobado los presupuestos de la Generalitat de Cataluña. Puede parecer esto un tema menor, pero lo cierto es que el asunto no resulta para nada baladí, ni por la forma en realizarlo, vía pacto de urgencia con els comuns ni por lo que el hecho en sí representa: ruptura con la epicidad mal interpretada que emanaba del procés, ese viaje a Ítaca jamás realizado y, por otro lado, que en una década y por primera vez sale adelante un proyecto de presupuestos sin necesidad de una prórroga continua.

También, añado que este hecho tendrá consecuencias en lo que se refiere al juego de alianzas y procesos electorales futuros. Detengámonos un instante en la cuestión y vayamos desgranando las principales consecuencias de esta aprobación.

La primera cuestión notable es que se trata de unos presupuestos presentados por un Conseller de Economía, Joan Giró, que, a la hora de la votación, la realiza contra el mismo texto que él presenta y al que ha dado la aprobación previa en su redactado fundamental. Juzgue el lector si un Govern debe ser tomado en serio cuando se realizan acciones como la expresada aquí, con el único objetivo de socavar la confianza entre socios de la coalición gobernante.

Otro aspecto que ha llamado poderosamente mi atención es el papel jugado por el propio President, Pere Aragonès, que titubea a cada decisión que toma, mostrando lo que sus socios de investidura, Junts y la CUP, interpretan como una debilidad y, claro, no dudan en explotarla. Aragonès renuncia tácitamente para atraerse a la formación antisistema a focos de ingresos para Cataluña tan fundamentales como los Juegos Olímpicos de Invierno en 2030, el Circuit de Catalunya como sede de la F1 en una prórroga de contrato y suma y sigue. Al expresar la CUP que presentaría enmienda a la totalidad, Aragonès entra en pánico.

Y aquí es donde entran a jugar los correligionarios de una Ada Colau, cada vez más desgastada y con menos credibilidad en la gestión municipal según las encuestas, aunque ella a diferencia de ERC, tenía asegurado el presupuesto municipal a pesar de la patética performance del “tete” Maragall quién demuestra lo poco que le interesa una Barcelona que necesita urgentemente un cambio de rumbo y desmelenarse ante la improvisación y falta de modelo de gestión actual.

Efectivamente, Ada Colau parece que quiere dar el salto a otras esferas de la Política, hay quien ingenuamente la veía como candidata seria para ser Presidenta del Gobierno, parece seguro que esta puerta está cerrada para ella ante el push de una Yolanda Díaz que conecta mucho mejor con la calle y con los jóvenes. Además, Pablo Iglesias ha blindado Unidas Podemos con una candidata interesante, como es Ione Belarra que se batirá de buen seguro el cobre con la actual Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, ya veremos si dentro de la misma, o de otra formación o confluencia política.

Lo cierto es que quién escribe estas líneas ve más a Ada Colau, que nunca ha negado su espíritu activista en otros menesteres, bien en clave autonómica, siendo cabeza de lista y desplazando a una Jessica Albiach que pese al aumento de la abstención no consigue ampliar su base de votantes, o en algún orgnismo internacional. El tiempo lo dirá.

Interesante resulta, también, observar una vez más la dependencia que tiene el partido que lidera Ada Colau, aconsejada por Jaume Asens respecto a una ERC, que no dudó en ningunear a dicha formación a la hora de investir a Aragonès, President de la Generalitat de Cataluña. Y eso que a ERC se le ofreció, ni más ni menos que gobernar en coalición, negociando abstención de un PSC que ganó, hay que recordarlo, las últimas elecciones y quedaría relegado de la coalición, a la que sólo apoyaría puntualmente.

Dicho todo lo anterior, hay que recordarle a ERC y a Comuns, que no fueron ellos quienes ganaron las elecciones autonómicas, que la formación de Aragonès, sistemáticamente niega el diálogo con los socialistas, presionados por la ultraderecha trumpista de Junts. Cualquier pacto de calado en Cataluña ha de tener a Salvador Illa y al PSC como interlocutor, ya que, de no hacerlo, se sigue en la ensoñación, y ello no recorta la brecha salarial, ni reduce la pobreza infantil, ni crea empleos de calidad.

La solución a este desencuentro ya público y abierto entre socios de gobierno, con una CUP que hace su papel, bloquear cualquier forma de adopción de políticas efectivas para avanzar tras una dura situación económica producto de la pandemia, sí, pero también de la mediocridad de unos políticos procesistas que han ampliado la carencia de competitividad económica. La solución pasa por un cambio de paradigma, que acentúe que cada vez los independentistas hiperventilados son menos, que sus reivindicaciones no tienen cabida en una Cataluña plural, diversa y con ganas de remontar, hace falta un cambio de paradigma y de socios de gobierno, esta tierra lleva ya una larga década de mediocridad, deslealtad y parálisis. Un Govern de izquierdas puede ser la solución, pero si hay programa de reencuentro y reconstrucción social y ahora mismo, el PSC es la única formación que presenta un programa claro y realizable para ello.

Concluyo diciendo que el presupuesto autonómico para Cataluña es insuficiente y poco audaz para el reto y oportunidad que representa esta Comunidad Autónoma, requiere ampliar la inversión en innovación, en buscar mayor diálogo entre la empresa y el mundo universitario, en reducir las desigualdades sociales, y en fomentar lo que nos hace únicos y diferentes. Pero, la parte positiva es que por lo menos hay un presupuesto sobre el que trabajar, que de buen seguro va a dibujar un mapa de alianzas distinto a corto plazo en clave autonómica y municipal y a medio plazo en clave nacional, si se confirma una atomización a la izquierda de los socialistas, cosa que parece más que probable y que inicialmente puede dar alas a una derecha hasta ahora sin argumentos para contrarrestar el viento a favor que de momento parece favorecer a los socialistas.

Bonus: En unos días se celebrará el Congreso Extraordinario del PSC, del que ha de surgir una nueva Comisión Ejecutiva Nacional encabezada por Salvador Illa, considero fundamental que, a imagen de lo realizado por Pedro Sánchez, se busquen perfiles que comuniquen bien en un mundo cada vez más digitalizado y tengan un fuerte impacto entre los jóvenes.

Los presupuestos y la urgencia