martes. 16.04.2024

En democracia todo ciudadano tiene un solo voto y además su palabra. Nosotros aquí la ejercemos porque también es nuestro derecho y por tanto nuestro compromiso. Deseamos votar a Ángel Gabilondo  fundamentalmente por sus capacidades para argumentar y para evitar una crispación que consideramos el primer problema político de la ciudadanía madrileña y española, evitando la diatriba de los ataques al contrario. Lo haremos también porque para hablar de las cosas que verdaderamente importan es necesario sin duda sosiego, pero para resolverlas es imprescindible una gestión ponderada y transversal. Lo haremos porque deseamos una presidencia que contemple algo más que los slogans mediáticos de partido y secta.  Lo haremos porque queremos una presidencia que reduzca y acabe con la irritación social dominante y que supere a los bloques en contienda.

Votaremos a Ángel Gabilondo porque creemos necesaria una presidencia de un gobierno regional que trascienda de liderazgos personalistas. Porque exigimos una  presidencia que abomine del lenguaje agresivo de los compromisos inamovibles y amenazantes. Porque estamos seguros de que su gobierno atenderá no solo a los intereses de sus votantes sino a todos aquellos que afecten a su gestión, que es toda la sociedad. Porque la política no es un decálogo divino al que agarrarse como si fuesen la herencia de Moisés escrita en piedra. Ni exigir a otros que cumplan lo que ellos mismos no son capaces de cumplir. Sucedió, sucede y sucede demasiado.

Pero no son los únicos motivos. Ángel Gabilondo es el uno de los escasísimos candidatos, que  podamos recordar, en Madrid desde 1977, que ha permanecido en la oposición tras perder sus opciones de gobernar. Un abandono que, siendo independiente y con su trayectoria profesional y personal resuelta, podría haber efectuado perfectamente. Ha permanecido seis años, seis, en la oposición ejerciendo como demócrata y no acusando de ilegítimo a un gobierno formado desde tres minorías perdedoras en los últimos comicios hace tan solo dos años. Ha aportado ponderación y alternativas en su mayoría ocultadas por la opinión publicada; en gran medida porque en una época de turbulencias extremas, con los medios de información y comunicación social abonadas en general a ello y con unas redes sociales en el paroxismo de la manipulación y el insulto, Ángel Gabilondo ha sido una excepción notable a efectos de la manipulación por el marketing político. Es, en nuestra opinión, un elemento más a tener en cuenta para votarle

Se ha dicho en algunos mentideros también que Ángel Gabilondo no es un buen candidato para esta época. Que es algo como aceptar que esta etapa repugnante de la vida política española y madrileña debe de perpetuarse con liderazgos “ad hoc” del conflicto bipolar de bloques, lo que impedirá por completo su imprescindible superación. Si, por el contrario, lo que se exige es un cambio positivo radical y un nuevo escenario democrático de consenso, Ángel Gabilondo es el candidato insustituible y el presidente necesario.

Hay todavía más motivos que esgrimir por oposición o diferencia con otras opciones. Todas son legítimas si son democráticas y, con una excepción evidente, el resto lo son en el marco político madrileño. Pero se trata de elegir la papeleta que introducimos los demócratas en una urna. Espacio sagrado para la toma de decisiones en beneficio del pueblo por sufragio universal. Y no tenemos duda: Votaremos a Ángel Gabilondo porque es la mejor opción posible para la concordia, el respeto y la gestión de la democracia en las instituciones madrileñas. Por eso y para eso votamos.

Las mujeres y hombres que suscriben esta tribuna constituyen un pequeño grupo representativo de la sociedad madrileña. Profesionales, artesanos y artistas. Trabajadores y empresarios, feministas, sindicalistas, y gestores del interés público y privado en diferentes etapas, todos ellos comprometidos con el interés social, deseamos una presidencia de la Comunidad de Madrid acorde con sus tradiciones de convivencia y libertades democráticas.

FIRMAN ESTA TRIBUNA

Félix Santos, Periodista, Director de Cuadernos para el Diálogo

Cándido Méndez, Ingeniero Técnico Químico. Ex Secretario General de UGT

Carmen Roney, Abogada, Feminista, Ex Diputada PCE

Luis Luengo, Ingeniero de Telecomunicaciones, Ex Director General de Infraestructuras del Mº del Interior.

Ángel Pérez, empleado del Metro de Madrid, ex portavoz de IU en la Asamblea de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid y            ex secretario General del PCE de Madrid

María José Sáez Brezmes Doctora en Bioquímica, Ex Vicerrectora de la Universidad de Valladolid.

Juan moreno, Metalúrgico, Ex Diputado PCE, Sindicalista de CCOO

José Luis Fajardo. Artista Plástico, Pintor.

Alberto Infante, Médico, Profesor emérito de la Escuela Nacional de Sanidad, Ex Director General de Alta Inspección del                   Ministerio de Sanidad.

José Luis González-Haba, Ingeniero de Caminos.

Isabel Miranda, Socióloga, Ex concejal de Rivas VaciaMadrid

Domingo Ferreiro, Geólogo, Ex Delegado del Gobierno en Castilla y León.

Antonio Cabado, Ferroviario

Juan Barba, Técnico Comercial Comercio Exterior. Empresario

Delfín Alonso. Empresario Sector Industrial Hostelería y Servicios

Marisa Castro, Sanitaria, Feminista. Ex Diputada y Concejal de IU Madrid

Rosa María Albert Empresaria Hostelería y Hospedaje

José Antonio Ramos, Economista, Empresario Inmobiliario.

Inés Urbano, Abogada, Feminista

Juana Anadón Benedicto. Profesora de Ciencias Sociales Universidad Complutense

Álvaro Frutos, Abogado.

Antonio Ruda. Trabajador de la Hostelería y Sindicalista de CCOO. Activista social

José María de la Riva, Geógrafo, Profesor.

Francisco Pol, Arquitecto y Urbanista

Pilar Fernández, Abogada, feminista, Ex Concejal Ayuntamiento de Madrid

Juan José Soriano. Empresario y Gestor Inmobiliario.

Gonzalo Martín Baranda. Ingeniero de Caminos

Carlos Sotos, Empresario y Hostelero.

Porqué votaremos a Ángel Gabilondo