jueves. 25.04.2024
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Hace unos días me sorprendió la noticia por parte del consejero-concejal de urbanismo y equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano de que en un solar de la avenida Gómez Laguna, estaban interesados algunos grupos empresariales del sector sanitario para construir un hospital privado. Al principio me pareció una fake new. Mas no, era verdad. En los mismos momentos que muchos zaragozanos salíamos a las ventanas y balcones a aplaudir a los trabajadores de la sanidad pública, por su esfuerzo encomiable, incluso, con pérdidas humanas, para hacer frente la pandemia del Covid19, que las autoridades de una institución pública traten de “facilitar” un terreno para construir un hospital privado, vamos a decirlo con suavidad, chirría. Pero visto el equipo de gobierno, formado por PP-Cs- y el apoyo de Vox no cabe sorpresa alguna. Decía el conde de Romanones que de política algo sabía: Grave amenaza para el ciudadano es ser gobernado por poderes ocultos. Esto acontece cuando el que manda no es el que firma”.

Hagamos un poco de historia. El lunes 25 de mayo, por la mañana, la Comisión de Urbanismo aprobó inicialmente la modificación aislada nº 175 del PGOU delimitando una nueva parcela de equipamiento sanitario privado. PP, Ciudadanos y Vox recalifican 20.000 m2 de zona verde de una parcela municipal transformándolos en suelos para equipamientos sanitarios privados (30.000 m2 de edificabilidad) para su posterior venta. Unos suelos situados en la avenida Gómez Laguna, zona carente de los mínimos equipamientos municipales pese a la antigua reivindicación vecinal. Esa mañana el gobierno valora en 15.000.000 euros el ingreso municipal de la venta, si bien otros lo rebajan hasta 10 al detraer los correspondientes gastos de urbanización. Toda la oposición interpela al consejero sobre posibles compradores, pues modificación tan específica aconseja tener atada y bien atada la operación al no abundar empresas promotoras de este tipo de iniciativas. Como respuesta reciben meras evasivas, pero los medios de comunicación ponen nombre al comprador: el grupo Quirón.

Y con una rapidez vertiginosa se convoca un  Pleno municipal para el 29 de mayo  para acelerar el proceso. ¡Cuánta prisa! Las prisas son malas consejeras. Se ratificó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá la recalificación del solar de Gómez Laguna. La votación se cerró con los 16 votos a favor de PP, Cs y Vox y 14 en contra del PSOE, ZeC y Podemos... Venga, votado, siguiente punto”, ha finalizado el alcalde, Jorge Azcón el debate, dando así carpetazo al mismo. En septiembre se tendrá que proceder a votar la aprobación final de esta modificación del PGOU.

Pero los tiempos que corren, lamentablemente, nos llevan en dirección contraria con medidas como la adoptada por PP, Ciudadanos y Vox en el pleno municipal del 29 de mayo, recalificando suelos y colocando moqueta roja al proceso de privatización de la sanidad

Según Víctor Serrano, concejal de Urbanismo y de Cuidadnos, la construcción de ese futuro hospital vendría a ser algo así como si nos hubiera tocado a los zaragozanos el Gordo de Navidad. Explicó que la nueva instalación, que saldrá a concurso a final de año si se cumplen los plazos y que cuenta ya con el interés del Grupo Quirón portaría 500 camas hospitalarias a la ciudad, generaría unos 500 empleos durante su construcción y otros 1.500 una vez entre en funcionamiento. Además, el edil defendió que con la venta de suelo público necesaria, el Consistorio obtendrá hasta 15 millones de euros de ingresos que -tal y como obliga la ley-, deberán ser derivados al capítulo 6 del presupuesto, es decir, para inversión en obras. En este sentido, ha apuntado que la rehabilitación de viviendas podría ser uno de los destinos de las plusvalías. Fernando Rivares  de Podemos le hizo al edil, Víctor Serrano, una pregunta directa “¿Puede asegurar que todo esto no esconde la verdadera voluntad de Quirón?”. Según el portavoz morado, Quirón querría construir un nuevo hospital en la ciudad para después recalificar los terrenos en los que tiene su clínica en el paseo Mariano Renovales para construir ahí pisos de lujo. Serrano no respondió.

Merece la pena detenerse sobre el Grupo Quirón, para ello me basaré en el artículo publicado en El Periódico de Aragón, de título muy explícito “Del urbanismo a la carta de los centros comerciales a la mesa puesta en los hospitales” de Juan Carlos Crespo, representante de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ). Por cierto este artículo también fue remitido al diario “El Heraldo de Aragón”, paradigma de pluralismo informativo, el cual ignoro los motivos decidió no publicarlo.

En relación a la parte del título los ”centros comerciales”, merecería un artículo aparte, mejor un libro, para describir las concesiones, mejor claudicaciones,  que se han hecho por parte del Ayuntamiento al Outlet de Torre Village en la carretera de Logroño, que va a suponer un grave quebranto al comercio de proximidad de la ciudad de Zaragoza. Un detalle, la concejala de Ciudadanos, Carmen Herrate Cajal, según la página Web del Ayuntamiento de Zaragoza, fue directora de comunicación de Iberebro, empresa que lleva a cabo Torre Village, de la que fue directora también, vinculadas al grupo Pikolin propiedad de la familia Solans. Por cierto, en la fecha de constitución del Ayuntamiento estaba en primera fila Alfonso Solans.

Pero retornamos al tema del Hospital. ´Sigo con las referencias del artículo de Juan Carlos Crespo. al cual he solicitado el permiso para trascribir las líneas siguientes.  Como hemos comentado, por todos los indicios detrás de esa recalificación de terrenos de la avenida Gómez Laguna está el Grupo Quirón., que perteneció a la familia zaragozana Cordón, la cual entre otros accionistas, vendió  en 2014 su participación en el grupo a CVC, gigante europeo de fondos de capital riesgo con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Y este, en 2016, lo transmitió por 5.760 millones de euros a la multinacional alemana Fresenius. El grupo teutón, líder en España en servicios sanitarios, cuenta con 13 millones de pacientes, 40.000 trabajadores, 52 hospitales (7.745 camas), 101 centros ambulatorios, 4 compañías de riesgos laborales con 300 centros de prevención y una facturación en 2018 de más de 3.000.000.000 euros que le generan 413 millones de beneficios. Ruber Internacional, Fundación Jiménez Díaz, Hospital Infanta Elena o Rey Juan Carlos, Teknon o Dexeus, frecuentados por la realeza, deportistas de élite, la farándula y presidentas de la Comunidad de Madrid, integran Quironsalud; Quirónsalud Dubai en los Emiratos Árabes también es del grupo. En 2019 el Departamento de Justicia de Estados Unidos acreditó ingresos «irregulares» por 21 millones de euros obtenidos por la multinacional gracias al pago a facultativos hospitalarios de Barcelona, Valencia y Santander. De éstos obtenían información privilegiada de concursos públicos, influían en la redacción de cláusulas técnicas y en la deriva de pacientes a favor de Fresenius. La empresa, tras reconocer su responsabilidad, cerró con las autoridades americanas un acuerdo de no enjuiciamiento por violación de la ley de prácticas corruptas en 11 países, eludiendo responsabilidades penales y civiles, previo pago de 208 millones de euros.

Quirón destaca como «influencer urbanístico». En Torrejón de Ardoz, tras oportuna modificación del planeamiento como en Zaragoza, obtuvo la concesión demanial de 16.000 m2 municipales para la construcción de un nuevo hospital que dista 500 m. del Hospital Universitario; además «el buen hacer empresarial» consigue la revisión de la evaluación acústica por proximidad a la base aérea, circunstancia esta que también podría acontecer en el corredor del aeropuerto zaragozano que dispone de reservas de suelo para edificaciones de alta sensibilidad al ruido como las sanitarias. En Málaga, su Gerencia de Urbanismo aprobó el pasado abril el proyecto de ampliación del hospital Quirón y la promoción de 68 nuevas viviendas en un mismo solar. La celeridad en tramitaciones administrativas también parece característica cuasi innata en Quironsalud; en nuestro caso en poco más de un mes se inicia y aprueba el expediente en Pleno. Lo dicho, todo un influencer.

En cuanto  del reforzamiento de la red sanitaria zaragozana, que señala el concejal Víctor Serrano,  merece mención especial la replica Juan Carlos Crespo. Las 3750 camas (2625 públicas/1125 privadas) con una ratio de 556 camas/100.000 hab., superior a la media nacional, se han demostrado suficientes ante la mayor pandemia de los últimos cien años. El axioma «más camas mejor salud pública» se cuestiona por los profesionales de la sanidad porque camas vinculadas a intervenciones para masculinizar la voz o a combatir alopecias, como publicitan ciertos hospitales, poco o nada tienen que ver con un verdadero modelo de salud. La profusión de la medicina hospitalaria responde, en muchos casos, a un mero interés privado. Frente a ello la verdadera apuesta pasa por el reforzamiento de la atención primaria y los centros de salud, recursos sanitarios fundamentales para garantizar la salud universal, continuada y equitativa para toda la población.

Pero los tiempos que corren, lamentablemente, nos llevan en dirección contraria con medidas como la adoptada por PP, Ciudadanos y Vox en el pleno municipal del 29 de mayo, recalificando suelos y colocando moqueta roja al proceso de privatización de la sanidad.

Una sanidad privada concertada que, ante saturaciones, deriva a centros hospitalarios situados a más de 40 kilómetros por el mero hecho de pertenecer al mismo grupo empresarial, asumiendo además la administración pública los gastos de traslado; que, como recoge algún informe de Cámara de Cuentas, multiplica por 6 los costes de cirugías ambularías en relación con la sanidad pública. Una sanidad privada que en España obtiene anualmente casi 6.000 millones de euros para sufragar convenios y conciertos asistenciales por derivas hospitalarias. Una sanidad privada que en Aragón, donde en la última década el gasto sanitario se reduce un 11% (1433 euros/hab./2018), incrementa el gasto de la deriva de pacientes a sus hospitales, con un desembolso del Gobierno autonómico de más de 11 millones de euros anuales.

Ante la actual crisis sanitaria, la pandemia del covid-19, la sanidad pública se ha revelado como la única herramienta válida para salir bien parados, como reconocieron los zaragozanos y zaragozanas a las 8 de la tarde desde sus balcones.

Lamentablemente, el Ayuntamiento de Zaragoza, con la nueva recalificación, está sirviendo un menú degustación presentado por diligentes y abnegados camareros a los grandes grupos de la sanidad privada, al que únicamente le falta un sabroso postre con crema alemana a degustar junto al parque José Antonio Labordeta. Fin de las referencias del artículo de Juan Carlos Crespo.  Ese postre está relacionado con la recalificación de la actual Clínica Quirón en el Paseo Renovales, para la construcción de bloques de pisos de lujo. Tanta prisa por parte del Ayuntamiento de Zaragoza se debe a que para  la tramitación de esta última recalificación, el tiempo que queda de legislatura de 3 años va muy justo. De ahí las prisas.

Pero nada nuevo bajo el sol. La sanidad es un negocio, al convertirse en el modelo neoliberal en una mercancía más. Según Martínez Enguita, como el capitalismo es extraordinariamente voraz, el asalto está dirigido hacia los servicios públicos del Estado del Bienestar, entre otros en educación, sanidad, y dependencia, con una demanda cada vez más creciente ya que la sociedad se ha acostumbrado y no sabría renunciar a ellos, tanto es así que se han considerado como derechos. Hay capitales abundantes con unos mercados cautivos y muy prometedores. Pero todavía más. Además de capitales ávidos, las políticas de privatización cuentan también con consumidores deseosos y contribuyentes bien dispuestos. Como la universalización de estos servicios genera quejas al no poder ser atendidas todas las demandas, como las listas de espera en el sector sanitario, esto provoca una disposición creciente hacia la oferta privada. Por otra parte, cuando una prestación que era antes un privilegio se generaliza, las anteriores clases privilegiadas buscan diferenciarse de nuevo accediendo a niveles superiores (más educación o más sanidad) o a tipos distintos (mejor u otra educación o sanidad). El diferenciarse no solo lo pretenden los que quieren conservar sus privilegios, sino también los que intentan acceder a ellos por primera vez. La educación y la sanidad privadas se pueden convertir en un símbolo de esta diferenciación. Por todo ello, se abre un mercado inmenso al capital en el ámbito de los servicios públicos. Y en Zaragoza es un claro ejemplo.

Se puede entender ese inmenso mercado para la sanidad privada que señala Martínez Enguita con algunos datos expuestos el pasado 2 de junio en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, por parte Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Señala algunos aspectos. En primer lugar, la infrafinanciación sanitaria. El gasto sanitario público en nuestro país ha sido, de manera habitual, insuficiente; siempre estamos por debajo del promedio tanto en gasto sanitario en porcentaje del PIB, en dólares en poder paritario de compra o en euros por habitante y año de la OCDE o de la Unión Europea. En el año 2009, el gasto sanitario público estaba en el 6,8 % del PIB; en 2014, en el 6,33 %, y en 2018, en el 6,27 %. Conviene recordar que el memorándum que envió el Gobierno en ese momento a Bruselas señalaba que el objetivo era conseguir un 5,13 del gasto sanitario público, que no se logró nunca, porque el sistema es muy resiliente para bien y para mal. Estábamos en 2.341 dólares en poder paritario compra por habitante y año, cuando el promedio de la OCDE son 3038; si hablamos de la Unión Europea, 1.568,02 euros, cuando el promedio de la Unión Europea son 2292. Otro problema muy importante que tiene nuestro sistema es un insuficiente número de camas hospitalarias, tenemos un sistema con pocas camas hospitalarias. Los últimos datos de 2018 son de 3 camas por mil habitantes cuando el promedio de la OCDE es de 4,5 y el promedio de la Unión Europea es 5,21. Pero es que además no solamente hay pocas camas hospitalarias, sino que en el período de los recortes se cerraron muchas camas, entre 2010 y 2018 se cerraron 2079 camas en todo el país. También tenemos que tener en cuenta que hay unas elevadas dunas en listas de espera, muy elevadas, que han ido en aumento. La situación entre 2016 y 2019 del conjunto del país: en lista de espera quirúrgica, la tasa por mil habitantes pasó de 13,65 a 15,53 en tres años y la demora media se incrementó en seis días; la lista de espera de primera consulta pasó de 45,56 personas por mil habitantes a 63,72, y la demora media de 72 a 88 días.

Termino como conclusión en relación a ese posible Hospital de Zaragoza. Por todo lo expuesto lo adecuado es que se realizase un referéndum consultivo sobre este tema del Hospital  Ahí tiene tarea el movimiento vecinal y asociativo, la izquierda y la sociedad zaragozana. Si no hace nada, como dijo Silvela en 1898 en aquel célebre artículo “España sin pulso”, Zaragoza será también una “Zaragoza sin pulso”. Hay razones más que suficientes para realizarlo. PP, Cs y Vox suman solo el 45,82% de los votos. ¿Lo llevaba en su programa el PP- Cs- Vox? Ese espacio es patrimonio de todos los zaragozanos, no es propiedad del equipo de gobierno. Sé que puede venderlo, porque la propiedad pública está menos protegida jurídicamente que la privada, y el gobernante de turno la pueda vender cuando le parezca oportuno, como señala Ugo Mattei.  Afecta a un servicio fundamental como la sanidad. Habría que informar a toda la sociedad zaragozana. Llevar a cabo un debate adecuado.   Creo que son motivos más que suficientes para hacer un referéndum consultivo. Y ahí tendría que estar la presión de la calle.

De la pandemia nos ha salvado la sanidad pública y habría que fortalecerla. Mas, para...