Urbanismo

Operación Chamartín. Minuto y resultado

Jesús Espelosín |

Se podría decir que la Operación Chamartín se encuentra en un momento crucial, al menos, tanto como en cualquiera de los otros momentos de su ya larga historia. Un momento de esos en los que parece que no pasa nada pero que, realmente, no pasa nada. Con mucha gente haciendo que hace y ningún resultado de esos que se traducen en la construcción a escala real de las maquetas que enseñan.

Pero, aunque no se si, en este momento, podemos estar en un "Ahora si que si" definitivo o tan definitivo como cualquiera de los anteriores o bien en un punto de inflexión en el proceso, creo que las circunstancias actuales invitan, por lo menos, a su recopilación.

La cuestión no es que, esa gente, siga la linde que ya no existe. Las preguntas a hacerse son ¿Hasta dónde y hasta cuándo?

En primer lugar, la Operación Chamartín ha sufrido, después de su enésima arrancada de caballo, su correspondiente parada de burro. Cuando hace unos meses, en abril de 2018, los responsables del asunto (es solo una forma de hablar) se hacían la correspondiente foto con el ya clásico pie del "Ahora sí que si" no se si podían prever que, en abril de 2019, volvieran a frustrarse sus expectativas una vez que ha cambiado la Corporación municipal sin aprobar, una vez más, el asunto. Pero ha ocurrido. La Operación Chamartín vuelve a su estado natural: parada.

Pero es que, y es la segunda circunstancia, una de las protagonistas de esa foto, la ex-Alcaldesa Manuela Carmena, ya no podrá participar en otro evento similar. Y no se trata de una baja cualquiera, no. Se trata, quizás, de la Alcaldesa (o Alcalde) del Ayuntamiento de Madrid que más ha hecho porque la Operación-Chamartín-modelo-BBVA fuese una realidad. Para ello, renunció a cumplir con el programa electoral de su grupo político, Ahora Madrid y, además, propició un cisma en ese grupo con la sedición de la mitad del mismo y la creación subsiguiente de una nueva competencia electoral en las últimas elecciones. ¿Alguien da más?, ¿Puede tener el BBVA alguna queja al respecto?, ¿Puede alguien disputarle el título de Alcaldesa más proclive a la Operación Chamartín?. Pues bien, Manuela Carmena ya no está.

Tercera circunstancia: Otro asiduo de esas fotos, Antonio Bejar, el Presidente de DCN, esa sucursal del BBVA encargada de la Operación Chamartín, está imputado en una causa penal abierta por la Audiencia Nacional por asuntos tales como encargar al comisario Villarejo que espiara en el Palacio de la Moncloa y cosas así. Este tema puede haber causado cierta inquietud en algún despacho oficial, habida cuenta de que las fotos con imputados no suelen ser las más recomendadas por los asesores políticos.

Cuarta: el ex-jefe de Bejar, Francisco González, y antiguo padrino, con perdón, de la Operación Chamartín, ya es ex de cualquier cosa en el BBVA, excepto en el consumo de escoltas y medios auxiliares a cargo del banco. No parece, me atrevería a decir, que González pueda hacer ya por la Operación Chamartín lo mismo que hacía antes.

Quinta: Ni tampoco Miguel Hernández, un empleado de Bejar que, hasta hace unos días era el encargado de transmitir a los técnicos municipales lo que tenían que aprobar. Oficialmente, a eso le llamaban "negociar con el Ayuntamiento" pero, en todo caso, ha cesado en su cometido en DCN. Por causas no conocidas pero cesado y, es un dato menor respecto a los otros, pero sería la quinta circunstancia a reseñar.

La sexta, y más importante, es el informe de la Comunidad de Madrid sobre las pretensiones del BBVA, de ADIF y del Ayuntamiento de Madrid en relación a la Operación Chamartín, lo que en el BBVA llaman el Proyecto 2018. Esto sí que es un problema ya que se trata de 38 páginas repletas de prescripciones que tiene que cumplir esa Operación para que respete la prolija serie de normas que rigen sobre el particular y que, muchas de ellas, no cumple ese Proyecto 2018. El problema se puede agravar por el agotamiento de los funcionarios municipales que están firmando cosas de esas que, como suele decirse, el bolígrafo se resiste a escribir.

Pero también hay otras cosas de la tramitación de esa Operación Chamartín que bordean la legalidad y que lo hacen, según una opinión muy extendida, al otro lado de ese borde legal, es decir, en zona de fragrante ilegalidad. Y, el problema, sería el séptimo de esta relación, es que los que opinan así están esperando la aprobación definitiva, si se produjera, para recurrirla en contencioso administrativo ante los tribunales.

De ello ha podido tener alguna noción el nuevo Concejal de Desarrollo Urbano que ya ha declarado su intención de revisar bien el asunto antes de proceder a hacer la Aprobación Provisional del Ayuntamiento para su envío posterior a la Comunidad a que lo apruebe definitivamente. Pero es fácil que el nuevo Gobierno municipal se líe la manta a la cabeza y, como en el caso del Madrid Central, tome una decisión equivocada solo porque lo ha prometido en campaña electoral y lo apruebe "en caliente" y sin corregir. Sería el octavo y más grave de todos.

No quiero dejar de recordar que, en estos momentos, los Gobiernos de España y de la Comunidad de Madrid están en funciones y en vías de que se nombren otros nuevos. Aunque, en ambos, se apunta a una cierta continuidad sobre lo anterior y no deberían aparecer problemas suplementarios, como las "meigas", haberlas, haylas.

Pues bien, no hay que descartar que, a pesar de circunstancias tan adversas, el Ayuntamiento de Madrid, acuciado por el BBVA y ADIF, siga adelante con los faroles. Ya se sabe que hay gente que sigue la linde aun cuando esta se ha acabado. El profesor Carlo Cipolla estudia estos comportamientos en algunas de sus obras.

La cuestión no es que, esa gente, siga la linde que ya no existe. Las preguntas a hacerse son ¿Hasta dónde y hasta cuándo?