Ojos que miran tras una bolsa de plástico
Un hombre mira directamente a la cámara. Como única defensa contra el coronavirus, una bolsa de plástico azul cubre su cara. Era el 6 de mayo. La fotografía está tomado por Themba Hadebe para AP News y forma parte de una serie titulada “Sudáfrica se enfrenta nuevamente a la división por el virus” que formará ya parte de la historia de estos tiempos raros.
Mira desde Sudáfrica. Desde la desigualdad más aguda del mundo. Sus ojos son los ojos del otro. Ojos de un tiempo pasado de apartheid que miran presente y un futuro de pobreza. Quizá al 24 de mayo. Quizá busque su nombre en la lista de fallecidos que publica en su portada el New York Times. No estará. Allí sólo se recogen los cien mil fallecidos en Estados Unidos. Harían falta algunas portadas más para recoger los otros doscientos cincuenta mil fallecidos por la pandemia. Los muertos siempre pesan más cuanto más al norte se encuentren.
Los ojos que miran directamente a la cámara. La tipografía lista desaparecidas y desaparecidos. Una portada de periódico tal como siempre fueron las portadas de los periódicos, aunque ya hayan desaparecido de la realidad y sólo existan como simulación de la realidad. Una imagen que viene del pasado, de crisis que se vivían al ritmo de las ediciones diarias de la prensa. Papel y plástico.
Dos imágenes que resumen parte de lo vivido durante estos últimos meses. La asfixia del confinamiento, el miedo ante lo desconocido y el abismo ante una nueva normalidad. Un día habrá una vacuna para el virus, los periódicos dejarán de imprimirse en papel, pero el plástico seguirá flotando en el mar trayendo otras pandemias. Vendrán más años malos y nos harán más ciegos; vendrán más años ciegos y nos harán más malos, dijo Ferlosio.