El año 2018 fue el primero, desde 2014, en el que la evolución salarial ha sido acorde a la etapa expansiva. Sin embargo, persisten y aumentan las desigualdades salariales a consecuencia de la precariedad laboral. Así lo mantiene UGT en base a los datos del INE sobre salarios para 2018:
- El salario medio del 10% de personas asalariadas con mayores retribuciones es diez veces superior al obtenido por el 10% con peores salarios. Algo que apenas ha variados desde hace tres años.
- La brecha salarial entre hombres y mujeres aumentó del 20,2% al 21% y se mantienen las elevadas diferencias por tipo de contrato y jornada.
- Los temporales ganaron un 35,1% menos que los indefinidos, y el salario de quienes tienen jornada parcial ha sido un 65,7% inferior a quienes trabajan a jornada completa.
El sindicato defiende la subida del salario mínimo en 2020 hasta alcanzar 1.000 euros mensuales (por 14 pagas), una renta laboral básica cuya subida, en 2019, no ha tenido impacto negativo relevante sobre la creación de empleo.
SUBIDA SMI 2020
Precisamente, el Consejo de Ministros de este viernes ha aprobado la prórroga del plazo de vigencia del Real Decreto 1462/2018 de 21 de diciembre por el que se fijó el salario mínimo interprofesional para 2019 y que dejaría de producir efecto el próximo 31 de diciembre, hasta que se conforme un nuevo Ejecutivo y se apruebe el real decreto del salario mínimo interprofesional para el año 2020 en el marco del diálogo social y de acuerdo con lo previsto en el artículo 27 del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, tal y como anunció la ministra portavoz, Isabel Celaá.
Por su parte, CCOO saluda que el Gobierno haya decidido abordar en el marco del diálogo social, el incremento del SMI, con el objetivo de alcanzar el 60% del salario medio neto en el menor plazo posible, tal y como ha asumido España al suscribir la Carta Social Europea.
“Este incremento del SMI, además de actuar como un factor de mejora salarial para las rentas más bajas y, con ello, de la distribución de la renta entre trabajo y capital, tiene un efecto directo sobre los ingresos de la Seguridad Social, al incrementar las cotizaciones, así como sobre la protección social futura de las personas, al mejorar la base reguladora de sus prestaciones por desempleo, en su caso, o pensiones, con carácter general”, subraya este sindicato.
