jueves. 28.03.2024
sanidad

La pandemia de Coronavirus SARS-COV2 continua aumentando su incidencia en nuestro país (más casos, mas hospitalizados, mas en UCIs, más muertos) como por cierto esta pasando también en casi todos los países de Europa, si bien en nuestro caso la gravedad es muy importante estando a entre los primeros puestos por mortalidad.

La pandemia Covid19 esta avanzando de manera significativa en todo el país, aunque con incidencias muy variables según las distintas CCAA, pero es evidente que estamos ante una segunda ola que tiene todos los visos de aumentar si no se adoptan medidas más contundentes y de eficacia probada, que alguna de las CCAA, el caso más evidente es el de la de Madrid, están postergando y descafeinando continuamente, con lo que se evita el atajar la extensión de los contagios.

Se puede constatar que las administraciones sanitarias de modo general, también con muchas diferencias autonómicas, no han aprovechado la disminución de los casos producida en junio para reforzar los dispositivos asistenciales, especialmente la Atención Primaria y la Salud Pública, de manera que el sistema sanitario se encuentra en una condiciones parecidas o peores a las que tenia en marzo y que provocaron su desbordamiento.

Por otro lado, se evidencia una falta de coordinación entre los responsables de la administración sanitaria (Ministerio y CCAA) que esta entorpeciendo la solución del problema y generando confusión y desconfianza entre la población. En todo caso, es evidente que, aunque todos tienen alguna responsabilidad al respecto, hay alguna de las CCAA, especialmente la de Madrid, que quieren aprovechar la pandemia para enfrentarse al gobierno central sin importarles demasiado la salud de la población.

Además, después de las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción Económica y Social, que en lo referente a Sanidad fueron poco satisfactorias e incompletas, ni siquiera se ha avanzado de manera relevante en el reforzamiento de la Sanidad Pública en aquellos aspectos mejor desarrollados y más positivos del Dictamen.

Por otro lado, tanto la primera como la segunda ola de la Covid19, han tenido como resultado el que se hayan anulado la realización de  intervenciones de cirugía programada, consultas de especialistas y AP, y pruebas diagnósticas, que aunque no se pueden cuantificar exactamente, por la ausencia de transparencia de las administraciones sanitarias autonómicas, pueden estimarse en más de 500.000 intervenciones quirúrgicas, 10 millones de consultas externas y 2 millones de pruebas diagnosticas las actuaciones no realizadas.  Las repercusiones que esta falta de asistencia sanitaria ha tenido sobre la morbilidad y mortalidad de la población son importantes, aunque hasta el momento  resultan imposibles de calcular con exactitud, pero en todo caso serán importantes y cuestionan el derecho a la protección de la salud de la población que en teoría garantiza nuestra Constitución.

Finalmente la pandemia ha sido aprovechada por algunas administraciones desaprensivas para incrementar la privatización sanitaria, y para derivar fondos que debían destinarse a la atención sanitaria a otros fines (el caso mas espectacular es el de la Comunidad de Madrid que solo destino el 47% de los 1.490 millones euros recibidos a gastos relacionados con la pandemia). 

Todo ello requiere actuaciones urgentes tanto para contener la pandemia como para garantizar la recuperación del sistema sanitario público tan dañado por los recortes como por la crisis sanitaria actual. Estas medidas deberían de pasar por:

Uno | Establecer mecanismos eficaces para la contención de la Covid19 que deben de pasar por restricciones de movilidad, generalización de las medidas de protección y sistemas eficaces de detección de casos e identificación y seguimiento de sus contactos (al menos 40 rastreadores/100.000 habitantes) y que tienen que ser básicamente homogéneas en todo el territorio.

Dos | Necesitamos un sistema de información potente y homogéneo para todo el Sistema Nacional de Salud que permita, a las autoridades sanitarias, a los profesionales de la salud y a la población, tener un conocimiento actualizado sobre la evaluación de la pandemia y de las demás enfermedades, así como de los principales parámetros de funcionamiento del SNS.

Tres | La aprobación de unos presupuestos generales del estado que garanticen una financiación suficiente de la Sanidad Pública, crónicamente subfinanciada y recortada, que hemos estimado en un incremento de 1.000 € por habitante y año para poder afrontar las necesidades de salud de la población en este momento. El proyecto presentado por el Gobierno avanza en este sentido estableciendo importantes aumentos para la Sanidad Pública, pero que deben de complementarse por los que haga cada una de las CCAA en sus propios presupuestos.

Cuatro | Establecer mecanismos de financiación finalista que permitan asegurarse de que los nuevos fondos van destinados a las áreas clave (refuerzo de la Atención Primaria, Salud Pública, Investigación, aumento de camas hospitalarias en centros públicos), lo que puede hacerse bien desde los propios PGE, bien desde una mayor dotación económica del Ministerio de Sanidad, bien desde la aprobación de un Plan Integrado de Salud con dotación económica para el cumplimiento de sus objetivos. En este objetivo también se produce algún avance en el proyecto de PGE pero todavía insuficiente.

Cinco | Reforzar especialmente la Atención Primaria y la Salud Pública, pero también el conjunto del sistema sanitario incrementando las plantillas de todas las categorías para evitar una situación de colapso en esta nueva ola que va a ser enfrentada por un personal sanitario ya bastante cansado y desincentivado.

Seis | La mayoría de las necesidades asistenciales de la población no están relacionadas con la Covid19, sin embargo, se está produciendo una postergación en la asistencia sanitaria de la población que padece otras enfermedades, en muchos casos de mayor gravedad. Se precisa organizar urgentemente circuitos asistenciales para los enfermos no-covid19 que permitan su atención en un tiempo razonable.

Siete | Debemos considerar los determinantes sociales de la salud como un factor clave en la expansión del virus, estableciendo mecanismos para abordarlos especialmente, frente a los discursos y políticas que estigmatizan a los colectivos más vulnerables.

Ocho | Hay que potenciar una mejor coordinación entre los servicios sanitarios y sociales, mejorando las condiciones de las residencias y su control, y potenciando la ayuda domiciliaria.

Nueve | Debemos de adoptar medidas legislativas de protección del SNS frente a la privatización y para recuperar de la sanidad privatizada. La respuesta ante el virus solo va a venir de la Sanidad Pública, si continúan las privatizaciones la debilitamos y descapitalizamos favoreciendo su desbordamiento.

Diez | La protección de la salud es un derecho de la ciudadanía reconocido constitucionalmente, y en última instancia el gobierno del país es el garante del mismo. El Ministerio de Sanidad y el Gobierno deben de arbitrar mecanismos que aseguren su tutela efectiva, mediante la coordinación y la integración de las estrategias de política sanitaria con las CCAA, y si fuera preciso mediante la intervención directa. No se pueden seguir tolerando los espectáculos de las inconsistencias y desastres que provoca el gobierno de la Comunidad de Madrid, no es de recibo abandonar a su suerte a 6,6 millones de personas.

Es urgente cambiar la política sanitaria. Hay que urgir a las autoridades sanitarias y responsables políticos, a los trabajadores de la Sanidad y a la población, para que trabajen para poner en marcha estas medidas que son imprescindibles para responder adecuadamente a la situación actual.

Diez medidas urgentes para contener la pandemia
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