viernes. 29.03.2024

La Federación de asociaciones para la defensa de la sanidad pública ha realizado una extensa valoración sobre el informe recientemente presentado por la AIREF sobre los medicamentos dispensados por medio de receta médica y ha manifestado lo siguiente:

Acaba de hacerse público el Informe de la AIREF (Autoridad Independiente Fiscal) sobre  “los medicamentos dispensados a través de receta médica 2018” y el mismo merece un análisis en profundidad porque contiene una multitud de propuestas de diverso tipo sobre el uso de los medicamentos en el ámbito ambulatorio que conviene analizar en detalle.

Desde la FADSP creemos que es necesario hacer 6 consideraciones generales sobre el mismo, además de un examen detallado de las propuestas concretas

El Informe se mueve en el ámbito del más puro  economicismo tecnocrático y se desentiende de los problemas y consideraciones del ámbito social y sanitario que debe de tener cualquier evaluación responsable de la problemática relacionada con la utilización y financiación de los medicamentos. Evidentemente este enfoque es profundamente reduccionista y hace perder el interés y la aplicabilidad a un Informe que por otra parte contiene aspectos interesantes pero que opta por quedarse en un ejercicio que se mueve por exclusivas consideraciones económicas.

No existe un enfoque sanitario ni salubrista sobre los medicamentos. El principal objetivo de cualquier política de medicamentos debe de ser la preservación de la salud y si no existe una valoración sobre la contribución, o no, de estos a la salud de la población cualquier propuesta que se haga se encuentra el más absoluto vacío. Por ejemplo se elude la cuestión de si existe sobreconsumo de medicamentos  en nuestro país, la de la apropicación /inapropiación de su uso, o los efectos adversos de los mismos, etc. La falta de este enfoque de salud desactiva muchas de las conclusiones y propuestas e incide negativamente incluso en el enfoque desde el punto de vista económico porque es perfectamente plausible que una mejora en la utilización de medicamentos (reducción del uso inapropiado, etc) pueda producir un mayor ahorro económico que la mayoría o incluso todas las propuestas que se hacen.

El Informe pretende desconocer (por supuesto no es así porque sus redactores con seguridad lo saben, aunque lo oculten) que los copagos han producido una gran desigualdad en el acceso a los medicamentos prescritos (1,4 millones de personas no retiran de las farmacias los medicamentos prescritos por problemas económicos), y ello tiene un impacto negativo sobre la salud de estas personas y probablemente sobre la utilización de otros recursos sanitarios (hay muchas evidencias en otros países y alguna en España, aunque las autoridades sanitarias no han hecho casi nada por evaluar el problema), y probablemente por eso se titula “medicamentos dispensados” y no medicamentos prescritos. En este mismo ejercicio de ocultación no se recogen por ejemplo las aportaciones económicas realizadas por los usuarios a partir de la implantación de RDL 16/2012.

Es decir se oculta sistemáticamente la desigualdad en el acceso a los medicamentos producto de los copagos, sus presumibles efectos sobre la salud y su impacto económico

También parece desconocer, aunque por supuesto tampoco sucede en este caso, el pacto entre Farmaindustria y el Ministerio de Sanidad que garantiza a la primera un crecimiento del gasto farmacéutico paralelo al PIB mientras que el presupuesto sanitario crece por debajo de este (este ultimo dato si lo recoge en una línea, por lo que resulta difícil visualizarlo).

Una propuesta realizada en su momento de potenciar la prescipción por tratamientos y no por envases comerciales, realizada durante el mandato en el Ministerio de Sanidad por Ana Pastor (2002-2004), y que es utilizada en numerosos países (USA; Reino Unido, países nórdicos, etc) tampoco merece la consideración de la AIREF, a pesar de que supondría evidentes ahorros económicos y ventajas para la salud.

Igualmente se desentienden de algunos problemas centrales de la política del medicamento como las patentes, los desabastecimientos y sus causas reales, los problemas de la investigación, etc. Y asimismo eluden los numerosos conflictos de interés  que hay en el ámbito de los medicamentos y que tienen un papel muy relevante en la formación y la prescripción.

Hechas estas consideraciones generales, vamos a analizar de manera mas detallada las propuestas concretas, que por supuesto están muy influidas por este carácter economicista, tecnocratico y reduccionista del Informe de la AIREF.

Análisis de las propuestas concretas  de la AIREF

Revisar la estructura de la Comisión de precios, incluyendo un mayor peso de las CCAA parece perfectamente razonable, como lo son actualizar los sistemas de información, revisar sistemáticamente las condiciones de financiación y precios y mayor colaboración entre las agencias de evaluación. Son propuestas que vienen hace tiempo señalándose por nuestra parte y por las CCAA.

Redefinir el sistema de precios de referencia, considerando el precio del principio activo y del de los equivalentes terapéuticos tambíén mejora la situación actual, así mismo la propuesta de diferenciar el precio notificado y el de facturación que puede clarificar el mercado farmacéutico.

En cuanto a la revisión de las medidas transversales de precios su efecto no queda claro ya que propone algunas medidas contradictorias, por un lado eliminar el descuento del 7,5% para los nuevos medicamentos y por el otro pasar del 15 al 20% la deducción para los genéricos. En cualquier caso las medidas penalizan a los genéricos a costa de los medicamentos nuevos que son justamente los mas sobrevalorados.

Incorporar criterios de coste efectividad en la fijación de precios parece razonable, pero se deja en manos de una comisión de cuya composición y capacidad para evadir conflictos de interés va a depender su eficacia.

 Aumentar el precio de los medicamentos con problemas de suministro, se trata de una propuesta disparatada porque incentiva el desabastecimiento para aumentar los precios y lejos de solucionar el problema lo agravaría. Es bien conocido que los problemas de suministro están en gran parte generados por las empresas para subir los precios y/o favorecer la sustitución por medicamentos más caros. Esta propuesta fomenta la situación y favorece un incremento  permanente de los precios.

Implementación del copago evitable, otra medida pensada para favorecer a la industria e incentivar el gasto, no tanto el público pero si el que soporta la población. Mientras existan los potentes conflictos de interés presentes en el sector su impacto será muy negativo. Por otro lado va en contra de la promoción de la prescripción por principio activo.

Definición de un sistema de selección de medicamentos a escala nacional, que en realidad es lo que se conoce como subasta de medicamentos de las que hay sobrada experiencia en Andalucía, donde por cierto el tripartito de la derecha acaba de eliminarla. Es en principio una propuesta positiva tanto por el hecho en si (la subasta que permite ahorros significativos), como si se realizase en el ámbito nacional que supone maximizar las ventajas de la economía de escala.

Revisión y seguimiento farmacoterapéutico de las prescripciones, por supuesto es importante porque puede disminuir las prescripciones inadecuadas, y de hecho ya se hace en alguna medida y con formulas distintas en las CCAA. El problema principal es que mientras la industria siga siendo la fuente de formación continuada de los profesionales su impacto será  poco relevante como hasta ahora.

El control periódico para mitigar desviaciones relevantes en el consumo de fármacos, en principio esta bien pero choca con el problema señalado anteriormente.

De nuevo se habla de implementar planes de educación sanitaria sobre uso racional de los medicamentos. Esta es una cantinela que acompaña a todos los planes sobre gasto farmacéutico los últimos 20 años con éxito mínimo porque solo hay que ver los medios de comunicación públicos, y no digamos los privados, para ver que la mayoría de las informaciones van en sentido contrario. Hay que hacerlo, pero hacerlo seriamente y eso supone un organismo específico para la información de los informadores y la implicación activa de todas las administraciones públicas.

Adaptación del modelo de remuneración de las farmacias, en esencia se propone el pago de una cantidad fija por dispensación y no en relación al PVP de los medicamentos dispensados. Es una   propuesta que hemos realizado hace años y seria positiva, pero es compleja de implementar y precisaría de una ardua negociación con el sector de las oficinas de farmacia.

Redefinición de un nuevo modelo de copago. Es seguramente la propuesta mas agresiva, mas negativa y con mayores repercusiones sobre la ciudadanía. Se propone en esencia un modelo sin exclusiones, donde todo el mundo estaría incluido en el copago (incluidas las rentas menores de 12.000 € anuales = 857 €brutos en 14 pagas), lo que supondría incluir a las personas actualmente exentas (las rentas básicas de inserción) y que tendría efectos devastadores sobre el acceso a los medicamentos de las personas mas pobres y con mas problemas de salud. Conviene recordar que según el ultimo Barómetro Sanitario 1,4 millones de personas no retiran medicamentos prescritos por problemas económicos (la llamada pobreza farmacéutica), y además se quiere acabar con los topes máximos mensuales, convirtiendolos en anuales, lo que significa que las personas que precisan mas medicamentos alcanzarían los topes en el 1º o 2º mes del año con los efectos que ello tendría en personas con ingresos al limite de la supervivencia. Al parecer la AIREF no se ha enterado de los 8,5 millones de personas en exclusión social que hay en el país a los que pretende condenar a una situación insostenible y a mayor exclusión, en este caso sanitaria.

Por otro lado el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno  planteaba eliminar los copagos a las rentas menores de 18.000 €

En nuestra opinión cualquier replanteamiento de los copagos debería de tener en cuenta 3 cuestiones:

La renta de las personas, eximiendo a las rentas menores de forma que nadie se quede sin medicamentos necesarios por problemas económicos; la situación de salud porque el impacto negativo de los copagos no es el mismo, teniendo los mismos ingresos, en personas jóvenes y sanas, que en aquellas que son mas mayores y/o que padecen enfermedades; y tres la accesibilidad real a los medicamentos necesarios, ya que rentas no necesariamente muy bajas pueden verse comprometidas por ejemplo por necesidades familiares ( es bien conocido que durante los años mas álgidos de la crisis las familias se han hecho cargo de los hijos, etc que se quedaron sin ingresos). Y en todo caso debería se de realizarse previamente un análisis de las repercusiones que tuvo sobre la salud y la utilización del sistema sanitario la no retirada de medicamentos detectada, y esto no lo han hecho por cierto las autoridades sanitarias ni lo recomienda la AIREF. Otro hecho que hay que conocer y que no se refleja en el informe es la cuantía de las aportaciones de los usuarios realizadas por los copagos porque el gasto farmacéutico de medicamentos de receta no disminuyo, solo se traslado del presupuesto público a los bolsillos de los enfermos.

Mejora de información en bases de datos, una obviedad, pero no solo es preciso mejorar la información disponible, sino sobre todo garantizar su disponibilidad para el conjunto de la ciudadanía.

Un último comentario tiene que ver con los cálculos económicos realizados por la AIREF como impacto de sus propuestas, que carecen de cualquier tipo de credibilidad y que se mueven en el terreno de la fantasía, cuando no de la ideología. Conviene recordar que estos genios ya pronosticaron una disminución de 40.000 empleos con la aplicación del aumento del salario mínimo y no solo no se produjo ninguna disminución, sino por el contrario un aumento del empleo.

En resumen las propuestas de la AIREF contienen algunas cuestiones positivas, bien conocidas hace tiempo, y otras que no tienen en cuenta la situación social y sanitaria, y que evidencian una absoluta insensibilidad social 

Estamos ante un Informe plagado de ideología, con notables ocultamientos de la realidad, con ausencias clamorosas de temas fundamentales, y con propuestas como la de los copagos que supondrían un paso atrás en la situación actual, en las propuestas de los últimos presupuestos, y por supuesto un gran daño para la salud de las personas mas enfermas y con menos recursos. No se entiende muy bien como podemos seguir sufragando con nuestros impuestos a organismos con tanta insolvencia  intelectual.

Los medicamentos dispensados a través de receta médica